Junqueras mantiene preso al Gobierno

Gonzalo Bareño Canosa
GOnzalo BAreño MADRID / LA VOZ

ASTURIAS

PSOE-A

Iglesias sale con las manos vacías de la surrealista reunión en la cárcel y deja a Sánchez sin apoyos y contra las cuerdas

20 oct 2018 . Actualizado a las 09:24 h.

La esperada cita de Pablo Iglesias con Oriol Junqueras solo sirvió para constatar que el futuro del presidente del Gobierno está en manos de los independentistas.

¿Es normal que se negocien los Presupuestos con un político preso?

No. Aunque es muy común que los políticos en situación de prisión provisional o con condena en firme reciban visitas en la cárcel de compañeros de partido o de dirigentes de otras fuerzas políticas, no hay precedentes de que el líder de una formación se desplace a un centro penitenciario a negociar en la propia cárcel con un preso procesado por graves delitos, como es el caso de Junqueras. La escenificación de una negociación política que ayer ofrecieron ambos con sus respectivos asesores supone trasladar a una prisión un debate político que corresponde al Parlamento.

¿Por qué goza Junqueras de una situación privilegiada en prisión?

Para que una escena como la de ayer pudiera producirse fue clave que el Gobierno, a través del Ministerio de Interior, impulsara el traslado de los presos del desafío secesionista a Cataluña, a lo que el juez Llarena no se opuso. Cataluña tiene delegada la competencia de prisiones y Junqueras y el resto de presos independentistas reciben un trato de privilegio en lo que afecta a su vida diaria en la cárcel y al régimen de visitas, laxo tanto en su número como en la duración de las mismas, hasta el punto de que Junqueras sigue dirigiendo el día a día de su partido desde la cárcel.

¿Puede el Gobierno ceder a las exigencias de ERC a cambio de su apoyo?

Lo que el ERC le exige al Ejecutivo es que haga un «gesto» en favor de los presos y los políticos huidos de la justicia, a los que denomina «exiliados». Bajo ese eufemismo se esconde la petición de que el Gobierno ordene a la Fiscalía General del Estado que cambie de criterio y se muestre a favor de liberar a los encarcelados e incluso de que rebaje su petición de pena para ellos. En teoría, el Gobierno podría hacerlo, ya que la Fiscalía depende orgánicamente del Ejecutivo. Pero hacerlo supondría un escándalo político mayúsculo que tendría un coste inmenso para Sánchez, al margen de que podría resultar inútil, ya que quien tiene en su mano mantener o no en prisión a los procesados por rebelión es el juez, que no está obligado a atender el criterio del fiscal.

¿Por qué Sánchez no desautoriza a Iglesias?

Sánchez conocía desde hace tiempo que Iglesias trataría de convencer a Junqueras de que su partido apoye los Presupuestos y le permitió asumir ese papel. El presidente sabe que sin el voto a favor de ERC no tiene ninguna posibilidad de sacar adelante las cuentas públicas. De ahí que, aunque por las presiones de los barones socialistas se viera obligado a precisar que Iglesias no negociaría con Junqueras en nombre del Gobierno, no desautorizara esta entrevista.

¿Se repetirá una escena similar con Puigdemont?

Es más que probable que Iglesias hable con el expresidente catalán en Bruselas. Porque, incluso en el caso de que consiguieran el apoyo de ERC, a él y a Sánchez les quedaría todavía otra negociación aún más problemática, que sería lograr la abstención del PDECat, controlado ahora por Carles Puigdemont, a quien no le interesa pactar los Presupuestos, sino prolongar el conflicto para mantener el protagonismo, dado que su situación es irreversible. No podrá regresar a España sin ser detenido. Si el Gobierno tiene poco que darle a Junqueras, a Puigdemont no tiene nada que ofrecerle.

¿Por qué se esfuerza tanto Iglesias en buscar apoyo a los Presupuestos?

Iglesias es consciente de que si no se aprueban habrá elecciones anticipadas. Y a Podemos es a quien menos le conviene que esto suceda. Sánchez ha conseguido situar al PSOE en primera posición en los sondeos gracias al empuje que supone asumir la presidencia del Gobierno, mientras Podemos, por el contario, está en una de las cifras más bajas de los últimos años. Iglesias pretende ganar tiempo para tratar de revertir esa situación asumiendo un protagonismo cada vez mayor y presentándose como un vicepresidente de facto.

El Ejecutivo deja en el aire presentar el recurso contra la reprobación del rey en la Cámara catalana

El Gobierno no aclaró qué piensa hacer si el Consejo de Estado no avala su recurso ante el Tribunal Constitucional contra la resolución del Parlamento de Cataluña que plantea la abolición de la Monarquía. Dejó en el aire si se da ese caso, que en absoluto es descartable, si seguirá adelante o renunciará a impugnar la declaración aprobada con los votos independentistas y de En Comú Podem el 11 de octubre.

El dictamen del órgano consultivo antes de recurrir al Constitucional es «preceptivo, pero no es vinculante» para el Gobierno, aclaró la portavoz Isabel Celaá, aunque no proporcionó pistas sobre la respuesta gubernamental en caso de un revés. Dirigentes del PSOE, e incluso miembros del Gobierno en privado, reconocen que la resolución antimonárquica del Parlamento de Cataluña no pasa de ser una declaración sin efecto jurídico alguno. En consecuencia, creen, el Consejo de Estado no podrá avalar el recurso que quiere plantear el Gobierno.

Presión

El Partido Popular y Ciudadanos ejercieron una fuerte presión sobre Pedro Sánchez tras la aprobación de la resolución, y aunque entre los socialistas era mayoritaria la opinión contraria, el presidente ordenó recurrir. La portavoz del Gobierno no pudo explicar qué apartados de la declaración se han recurrido. Se limitó a decir que era una decisión «políticamente inaceptable», y ya en el terreno jurídico apuntó que un parlamento autonómico no puede «diseñar la forma de Estado» del país. Ahora, agregó, hay que esperar a que el Consejo emita su dictamen, tiene de plazo hasta el 25 de octubre, «y en función del contenido veremos si es vinculante».