El pacto para el cierre de la minería privada, un modelo para la prensa inglesa y para los sindicatos europeos

Raúl Álvarez REDACCIÓN

ASTURIAS

Una fotografía del pozo Pumarabule ilustra la noticia de The Guardian sobre el fin de la minería en España
Una fotografía del pozo Pumarabule ilustra la noticia de The Guardian sobre el fin de la minería en España

«The Guardian» lleva el acuerdo a la portada de su edición digital y elogia las prejubilaciones y la inversión en proyectos medioambientales y empresas verdes. Una foto de Pumarabule ilustra la información

27 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Doloroso como es para las comarcas que perderán empleos y verán cambiar su modo de vida, el cierre de la minería del carbón en España se llevará a cabo de manera modélica. Eso opina la Confederación Europea de Sindicatos (CES o, en inglés, ETUC) y así lo refleja el diario inglés The Guardian que llevó a la portada de su edición digital la noticia del acuerdo para clausurar los pozos que aún está en manos privadas. Con diez millones de lectores diarios en el Reino Unido, Estados Unidos y Australia, el periódico es uno de los medios más influyentes en los mercados anglosajones. Sus posiciones editoriales abanderan las políticas de la izquierda y su cobertura de la negociación entre el Gobierno y los sindicatos destaca en el titular los 250 millones de euros de inversiones que recibirán en los próximos años los municipios afectados en Castilla y León, Aragón y Asturias. La imagen que ilustra el texto se tomó en la década pasada en el pozo Pumarabule, en Siero, aunque el pie de foto se refiere a él con el apelativo que siempre usaron los vecinos de la parroquia: Pozu La Muerte.

La información, firmada por el periodista Arthur Neslen, pone a los lectores en antecedentes de las políticas energéticas y medioambientales del Gobierno de Pedro Sánchez, entre las que destaca la abolición del impuesto al sol y la inminente presentación de la estrategia nacional contra el cambio climático. El acuerdo para poner fin a la extracción de carbón forma parte de ese contexto. El diario cita a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, presentando ese pacto como reflejo de su compromiso de no dejar a nadie atrás, de arreglar los problemas que se encontró al tomar posesión de su cargo y de los contratos de transición justa que ofrecerá a las comarcas que hasta ahora han sido mineras. The Guardian resume esa propuesta en tres ingredientes: prejubilaciones para los trabajadores mayores de 48 años (que suman el 60% de las plantillas), restauración medioambiental en los emplazamientos de los pozos y planes de formación para que en su lugar emerjan industrias verdes de vanguardia.

«Un ejemplo exportable»

El cierre de las minas privadas dejará sin empleo a más de 1.000 trabajadores de diez explotaciones en las tres comunidades autónomas, pero la máxima representante en España de la CES, Montserrat Mir, asegura en el artículo que la oferta del Gobierno es «modélica» y que el país puede exportarla y ponerla como ejemplo para otras regiones europeas afectadas por la descarbonización de la economía. El autor recuerda que los pozos cerrados sufrían pérdidas económicas y solo se mantenían porque la Unión Europea permitía al Estado que siguieran su actividad. En las próximas semanas, añade, se acometerán las negociaciones para buscar un entendimiento similar en los pozos pertenecientes a la hullera pública Hunosa.

Mir asegura que las enseñanzas del proceso de transición justa son de aplicación en cualquier parte. «Hemos demostrado que es posible aplicar el Acuerdo de París sin quitarle el sustento a nadie. No hay que elegir entre el empleo y la protección del medio ambiente. Son posibles las dos cosas a la vez», declara al periódico. Una asesora de la ministra Ribera, Laura Martín Murillo, a su vez, describe el acuerdo como el final de la reestructuración y como un rayo de esperanza para que las comarcas mineras piensen en el futuro y reviertan el éxodo juvenil. El periódico, por último, recuerda el declive de la extracción de carbón en España, que en los años 60 llego a dar empleo a más de 100.000 personas en España, y ahora da sus últimos coletazos, desplazado por las importaciones de mineral más barato. Solo el 2,3% de la electricidad generada en España tiene por fuente el carbón nacional.