Los apicultores asturianos denuncian la gran cantidad de sustracciones que están sufriendo en el occidente
21 nov 2018 . Actualizado a las 17:41 h.Un dulce delito se salda con una agria condena. Un hombre ha sido condenado a 13 meses de prisión, al pago de una indemnización de 10.140 euros y a abonar las costas del juicio por robar colmenas durante dos años. Así lo ha explicado Promiel, la asociación de apicultores profesionales, que ha dado a conocer la sentencia para tratar de reducir los asaltos que están sufriendo sus explotaciones. Según los datos que manejan los propios productores, entre el mes de junio de 2015 y septiembre de 2017, en el occidente asturiano sen sustrajeron 45 colmenas, 90 núcleos y 400 kilogramos de miel. «Intentamos mitigar la incidencia de robos en la explotaciones apícolas en la región», ha insistido el colectivo.
Este caso que ha terminado en sentencia se ha destapado gracias a la denuncia de un implicado. Esa denuncia dio origen a la investigación y finalmente a la imputación por un delito de robo continuado, que trajo de cabeza a los apicultores de Pesoz, Argul, A Gamalleira y San MartÍn de Oscos, según ha comentado Promiel. Los productores vieron cómo, en un lapso de dos años, se produjeron una serie de sustracciones de paneles y de productos derivados en toda la parte occidental.
Los hechos se destaparon cuando uno de los que resultó imputado en la causa comenzó a trabajar con el que finalmente ha sido condenado. El primero creía que estaba ayudando al segundo a realizar trashumancias nocturnas de sus colmenas cuando, en realidad, las estaban robando. Cuando finalmente se dio cuenta de que no era una trashumancias, decidió comentárselo a uno de los productores a los que habían quitado las colmenas, a sabiendas que tendría que sentarse en el banquillo de los acusados por su presunta relación con el autor de los robos.
Tras un juicio celebrado en cinco sesiones, la acusación particular retiró la demanda contra el denunciante, del mismo modo que lo hicieron juez y fiscalía, ya que su testimonio fue clave para esclarecer los hechos. El condenado deberá hacer frente al pago de las costas judiciales y una multa a los afectados, además de hacer frente a una pena de prisión de 13 meses.