Así son los delitos de odio contra el colectivo LGTB en Asturias

s.d.m. REDACCIÓN

ASTURIAS

SERGEI ILNITSKY | EFE

Xega confirma que el número de casos en el Principado se mantiene estable. Las víctimas se encuentran más seguras para denunciar

30 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Suelen producirse por la noche, en espacios de ocio y contra gente joven menor de 35 años. Suelen ser miembros del colectivo LGTBi ya visibles, es decir, que no ocultan ni disimulan su orientación sexual. Los delitos de odio por la condición sexual no han bajado en Asturias. Se mantienen estables desde hace años. Muchos nunca llegan a los tribunales ni a las comisarías. Las víctimas no se atreven a denunciar por vergüenza o por no tener que pasar por todo el calvario de tramitación. Cuando son delitos de odio que se producen en el contexto laboral, entonces prefieren buscar acuerdos para no perder el empleo. Lo reconoce Yosune Álvarez, presidenta de Xega Asturias, quien recuerda que su colectivo ofrece asesoría judicial.

La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales acaba justo de presentar el informe La cara oculta de la violencia hacia el colectivo LGTBi. En esta recopilación ha quedado constancia de, al menos, dos delitos de odio ocurridos en el último año en Asturias. Son casos que no pasaron a través de Xega pero que fueron atendidos en la Línea Arcoíris, un servicio telefónico habilitado precisamente para atender a las víctimas de discriminación y odio por su condición sexual. En toda España se ha recogido información de más de 120 casos. 

La situación asturiana

Yosune Álvarez diferencia dos contextos diferentes para este tipo de delitos. Por una parte, está el ámbito laboral. A Xega le llegan consultas de asociados que no saben cómo reaccionar o cómo afrontar problemas relacionados con la discriminación. La asesoría jurídica opta por la salida negociada de manera mayoritaria para evitar la pérdida del empleo y para que la víctima no sufra doblemente. 

No ocurre lo mismo en el caso de las agresiones físicas o psicológicas. En estos casos, la mayor parte de las veces sí se presenta una denuncia. De hecho, Xega tiene colgado en su web protocolos a seguir tanto para las personas que sufren algún delito de odio como para los testigos. También ha editado una guía que han pasado a las policías locales para orientar a sus agentes sobre cómo deben proceder. Todo este trabajo está dando sus frutos. Yosune Álvarez reconoce que en el último año Xega no ha tenido que asumir ninguna asesoría legal. Saben de casos pero a título personal. «Esto sucede porque cada vez se sienten más seguros para denunciar por su cuenta sin el amparo de ningún colectivo», explica. Son pequeños avances para los que han trabajado mucho.

Existe, sin embargo, una parte negativa. No baja el número de agresiones. «Se siguen produciendo. De eso somos conscientes», denuncia la portavoz del colectivo. Para que se invierta esta tendencia hace falta algo más que protocolos para las víctimas y guías para las fuerzas de seguridad del estado. Xega señala que son necesarias leyes, tanto la estatal como la que se está tramitando en el Principado para el colectivo trans. Ayudará a la educación y recogerá sanciones que son necesarias. 

«Los violentos seguirán existiendo. Los lgtbófos no desaparecerán de un día para otro», reconoce. «Pero estas políticas ayudarán mucho», argumenta.