Asturias registra la mortalidad en carreteras más elevada de la década

susana d. machargo

ASTURIAS

Una grúa retira los restos del autobús de la compañía Alsa que hoy se ha empotrado contra una pilastra de hormigón de un paso elevado de la circunvalación de Avilés, en un accidente de tráfico que ha causado cinco fallecidos y una quincena de heridos de diversa consideración
Una grúa retira los restos del autobús de la compañía Alsa que hoy se ha empotrado contra una pilastra de hormigón de un paso elevado de la circunvalación de Avilés, en un accidente de tráfico que ha causado cinco fallecidos y una quincena de heridos de diversa consideración Alberto Morante

El Principado tiene que remontarse a 2010 para encontrar un balance peor en vías interurbanas. Registra el mismo número de accidentes que el año pasado pero siete víctimas más

01 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay que remontarse al 2010 para encontrar un balance de tráfico peor que el que se está registrando este año en el Principado. En los once primeros meses del 2018 ya hay más fallecidos en las carreteras interurbanas asturianas que en todo el año pasado y que en cada uno de los años completos de la década. El balance de tráfico es esclarecedor. La causa radica fundamentamente en los brutalidad de los accidentes. Con el mismo número de accidentes que el año pasado se han contabilizado siete víctimas más. A fecha 29 de noviembre, se habían dejado la vida en el asfalto un total de 32 personas. Así aparece en la estadística actualidad por la Dirección General de Tráfico (DGT)

Asturias lleva este año la tendencia contraria a la media nacional. La mortalidad en las carreteras españolas está descendiendo, después de unos años muy malos. La DGT ha sacado la artillería pesada para tratar de frenar las muertes en carretera y parece que lo está consiguiendo, con 22 fallecidos menos que en 2017. Esta es la senda por la que Tráfico quería volver a transitar y para la que ha utilizado medidas tan impactantes como la última campaña de medios. «En un accidente de tráfico lo ­peor no es la muerte». Ese es el lema con el que Tráfico ha retomado la línea dura de la campañas de concienciación, la misma que estrenó en el año 92 con el objetivo de sacuir a la sociedad española 

Las cifras

En los once primeros meses del 2018, las carreteras asturianas registraron 25 accidentes mortales, el mismo número que en 2017. Pero si el año pasado esos siniestros habían causado 25 muertes, el balance actual ya va por 32. Si estos números globales se pasan a estadísticas, el sensación es incluso mayor. El incremento en la mortalidad roza el 30%. El Principado no es la única región que se ha descolgado, por mucho que sus cifras sean impactantes. Galicia o la Comunidad Valenciana llevan un año incluso peor. También Aragón, Canarias, Cantabria, Cataluña, Navarra o País Vasco registran un incremento de la mortalidad. No obstante, en el caso de estas comunidades, a diferencia de Asturias, el problema no está en el elevado número de accidentes múltiples sino en un incremento en el número de colisiones.

Si se comparan estos once primeros meses con el balance de años completos en carreteras interurbanas el análisis es más completo. En enero de 2017, Tráfico reconocía que el número de víctimas repuntaba en el Principado por segundo año consecutivo. Este 2018 se encadena el tercero. Van 32 víctimas frente a las 27 del 2017, las 27 de 2016 o las 23 de 2015, el mejor ejercicio desde que existen estadísticas. Pero 2018 también está siendo peor que 2014, 2013, 2011 y 2011. Es necesario remontarse a 2010. Entonces se contabilizaron 47 fallecidos.

Algunos casos

Tres días concretos, todos durante el verano, sirven para explicar el pésimo resultado del Principado. Explican cómo es posible que con el mismo número de accidentes mortales pueda haber subido tanto el de las víctimas. Son el 15 de junio, el 15 de julio y el 4 de septiembre. Se trata de las fechas en las que se produjeron los graves accidentes de San Tirso de Abres, Cangas del Narcea y Avilés, de los que los medios de comunicación han informado de manera profusa. La juventud de gran parte de las víctimas parece una característica común. La última registrada el pasado domingo, 25 de noviembre, en El Entrego, todavía no había cumplido la mayoría de edad.

El verano fue especialmente trágico. La segunda quincena de junio ya comenzó con la muerte de Celia García Otero, una joven de 24 años que perdía la vida en un choque frontal con un coche pilotado por un septuagenario. Hubo, a continuación, cinco fallecimientos más en menos de una semana. El primer accidente mortal se registró la tarde del viernes, 15 de junio, en San Tirso de Abres, en la carretera N-640. Un brutal choque entre el vehículo en el que viajaban tres jóvenes de entre 23 y 35 años y un camión se saldaba con la muerte de los tres trabajadores de un taller mecánico. Nicolás Andrés Carbonel, Carlos Murias y Andrés Pardo fallecían en el siniestro. Apenas dos horas después, un motorista británico de 40 años, de vacaciones en Asturias con otro amigo, colisionaba contra un coche en una carretera comarcal de Tineo. La quinta víctima se produjo cinco días después, el miércoles, 20 de junio, aunque la víctima moriría 24 horas después. Se trataba de un vecino de Las Regueras de 75 años, que estrelló estrellar su vehículo contra una fuente. 

Un mes después, durante la celebración de las fiestas de El Carmen, se produjo otro grave siniestro con tres víctimas mortales, esta vez en Cangas del Narcea. Un coche en el que viajaban cinco jóvenes, apenas 24 horas antes de la tradicional Descarga, se empotraba con una furgoneta a pocos metros de su destino. En el acto fallecían Sergio Menéndez, y Tania Fernández. Dos días después lo hacía, Elsa Lorences, que había sido trasladada a la UCI del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Los tres tenían poco más de 20 años.

El siniestro del autobús de Avilés fue el tercer accidente múltiple del veranos. El lunes, 3 de septiembre, a las 13:40 un autobús se empotraba contra un pilar de la carretera AI-81, conocida como la variante de Avilés, con 19 pasajeros y un conductor a bordo. La violencia del impacto fue tan grande que la columna penetró casi hasta la sexta fila. Cuatro personas fallecieron en el acto. Trataron de reanimar, sin éxito, a una quinta a su llega a las Urgencias del hospital de San Agustín, en Avilés.