Los pinchazos del excomisario se extienden a varias entidades financieras además de dirigentes políticos
29 ene 2019 . Actualizado a las 11:52 h.El escándalo de la trama de espionaje, con ramificaciones al ámbito bancario y al político, dirigida por el excomisario Villarejo y en la que está involucrada la dirección del BBVA también se extendió hasta Asturias. Según ha revelado el diario elEconomista, el listado de llamadas de Villarejo pone de relieve que también realizó escuchas a los grandes bancos del momento, como La Caixa, Banco Sabadell, Caja Madrid, Banco Popular, Banesto, Bankinter o Unicaja, bancos internacionales con sede en España, como, Barclays, ING, Deutsche Bank o HSBC; y también se pincharon teléfonos del Banco Valencia, Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), Banco Urquijo, Cajastur (hoy Liberbank) o Banco Etcheverria y cajas como Caja Provincial de Ahorros de Jaén, Caja de Arquitectos, Caja Rural Provincial de Navarra, Caja General de Ahorros de Canarias, Caja de Badajoz, Caja de Ahorros de Granada, Caixa de Girona, Caja Provincial de Toledo o Caja de Ahorros de Vigo, Orense y Pontevedra.
El mismo diario señala que el juez que investiga a Villarejo, dentro del denominado caso Tándem, apunta a que su forma de proceder necesariamente conllevó usar de forma «espuria» los recursos del Estado para poder llevar a cabo las masivas escuchas telefónicas y que para desarrollarla puso en marcha una red parapolicial que compara con una organización criminal.
La contratación de Villarejo por parte de la cúpula del BBVA en la era de Francisco González ha sido admitida por la propia dirección de la entidad. A través de una carta interna, el actual presidente Carlos Torres reconoció que la entidad financiera fichó al Grupo Cenyt, la agencia de detectives propiedad del excomisario. «Efectivamente el Grupo Cenyt prestó servicios diversos, pero no se ha encontrado ninguna documentación que refleje el seguimiento e intervención de comunicaciones privadas a la que se refieren las noticias publicadas en los medios de comunicación desde el 9 de enero», esas son las palabras con las que Torres reconocía el rumor. Admite que se pagó por sus servicios, pero sobre el supuesto espionaje ni una palabra.
El excomisario recopiló un buen puñado de datos sobre la vida privada de múltiples personalidades de distintos ámbitos. Entre los espiados estuvieron el entonces director de la Oficina Económica de La Moncloa, Miguel Sebastián; la exvicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; el exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, el copresidente de BBVA, Emilio Ybarra o el exvicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Carlos Arenillas. También varios dirigentes del PP ya que el motivo del encargo del BBVA era seguir muy de cerca a Ausbanc -la supuesta asociación de defensa de consumidores bancarios actualmente investigada por chantajear a las principales firmas del sector- y a su presidente Luis Pineda. En la documentación figuran referencias de carácter personal sobre dirigentes como la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor; el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo; y el exministro del Interior Juan Ignacio Zoido.
