Así analizan los partidos asturianos la nueva convocatoria electoral

Juan M. Arribas

ASTURIAS

Pleno de la Junta General del Principado de Asturias
Pleno de la Junta General del Principado de Asturias

La decisión de Pedro Sánchez provoca una fuerte división de opiniones en el Principado

15 feb 2019 . Actualizado a las 17:39 h.

El anuncio de la nueva convocatoria electoral ha provocado un fuerte contraste de opiniones entre los grupos políticos de Asturias Y fuerzas sociales. Mientras el PSOE ha alabado la talla política de Pedro Sánchez y ha alertado del auge de la extrema derecha, el PP, Ciudadanos o Foro han cargado con dureza contra el presidente. Podemos e IU también han aprovechado para criticar la tibieza de Sánchez, mientras que la patronal asturiana cree que la fecha no es la idónea, una opinión que comparte con UGT.

El secretario general de la Federación Socialista Asturiana, Adrián Barbón, ha pedido a los ciudadanos progresistas y también a los moderados, que «se sienten horrorizados» por la llegada a España de la extrema derecha, su voto para el PSOE. Barbón ha elogiado el trabajo realizado por Pedro Sánchez. «Estoy animado a la campaña. Salimos a ganar y gobernaremos», ha subrayado Barbón, que ha dicho que Sánchez ha contradicho a aquellos que soportaría cualquier cosa por seguir en La Moncloa. Barbón ha reclamado el voto para aquellos que «se niegan en redondo a que la extrema derecha, que controla a las dos partidos de derechas, sea quien decida el camino de las política como pasa en Andalucía».

La candidata del PP a la Presidencia del Principado, Teresa Mallada, ha afirmado que su partido «sale a ganar» las elecciones generales del 28 de abril y que está «preparado para volver a gobernar» tras un Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez caracterizado por «las mentiras, las cesiones y el desgobierno». A este respecto, ha reprochado al Gobierno del Pedro Sánchez sus «cesiones a los chantajes de los independentistas» y su búsqueda de apoyos «en los herederos de Batasuna o en la izquierda radical». Mallada se ha mostrado convencida de que los españoles otorgarán su confianza al presidente del PP, Pablo Casado, porque «ya están hartos de mentiras, cesiones y desgobierno».

El secretario general de Podemos Asturies, Daniel Ripa, ha afirmado que, «frente las inacciones de unos y los bloqueos de otros», un Gobierno de Podemos representa «la única garantía de que las cosas cambien». Según Ripa, Podemos ha conseguido en un año sacar de La Moncloa a  Rajoy, «impulsar un cambio de Gobierno» y después implementar medidas como la subida del salario mínimo o de las pensiones. Ripa ha considerado que el Gobierno del PSOE, además de «no ser capaz de aprobar los presupuestos», ha estado «a rebufo» de las propuestas de Podemos. Ripa ha insistido en que Podemos también ha actuado «con firmeza y determinación» en Asturias, al acordar con el Gobierno medidas como la rebaja de las tasas universitarias y de las escuelas de cero a tres años.

El coordinador general de IU de Asturias, Ramón Argüelles, ha avanzado este viernes que serán las bases de la coalición en el Principado quienes decidan si, al igual que en el resto del país, concurren con Podemos en las elecciones del 28 de abril o si se presentan en solitario como harán en las autonómicas. Argüelles ha rechazado dar su opinión sobre la confluencia o no con la formación morada y ha advertido de que él «es uno más» y de que la decisión se someterá «a las bases, que nunca se equivocan».

La presidenta de Foro y alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, ha celebrado que Pedro Sánchez ha puesto «fin a una pesadilla de nueve meses». Moriyón ha subrayado que «esa pesadilla para España y para Asturias» tuvo su origen en «un gobierno inviable del PSOE, sostenido por Podemos y el secesionismo vasco y catalán». Para la presidenta de Foro, «el coste social, económico y político de este Gobierno para Asturias ha sido enorme». Moriyón ha afirmado que Foro está preparado para comparecer en las elecciones del 28 de abril y ofrecer «la alternativa de cambio a favor del resurgimiento de Asturias».

El portavoz de Ciudadanos en la Junta, Nicanor García, ha celebrado el adelanto de las elecciones generales porque es «el momento del cambio» y de un Gobierno ajeno al bipartidismo que represente «un proyecto de futuro completamente diferente». García ha considerado que «es un buen día para España» porque «se pone fin a ocho meses de sanchismo que sólo han servido para darle oxigeno y aliento al independentismo y también para el nombramiento masivo de altos cargos, aunque fuera de forma provisional».

Por su parte, la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, ha admitido que el adelanto de las elecciones generales era «casi inevitable» ante el bloqueo de  Presupuestos y ha considerado que Pedro Sánchez es «un hombre de Estado» de «alta talla política». Losa ha responsabilizado de la situación a los partidos políticos que han decidido «mirar por sus propios intereses y no por los de los españoles». La delegada del Gobierno ha admitido que «es una pena» que el adelanto electoral se produzca justo en el momento en el que se estaban recuperando «muchos de los derechos que se habían ido perdiendo durante la crisis».

El secretario general de UGT en Asturias, Javier Fernández Lanero, ha considerado que el adelanto de las elecciones es una decisión «precipitada», ya que aún no se han derogado normativas «tan lesivas» como la reforma laboral o de las pensiones, y tampoco se ha sacado adelante leyes necesarias como la de igualdad salarial. Lanero ha reconocido que «no es bueno gobernar sin presupuestos», pero entiende que «se podía haber esperado un poco más para decretar medidas que mejorasen la vida de los ciudadanos».

El presidente de Fade, Belarmino Feito, ha declarado este viernes que el adelanto de las elecciones supone la confirmación de que «se han perdido ocho meses». Feito ha recordado que en la asamblea de Fade en junio ya advirtieron al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que debía convocar elecciones si no era capaz de gobernar para todos, sin desequilibrios territoriales. Además, ha incidido en que la fecha elegida es «totalmente inadecuada e inoportuna». A su juicio, convocar elecciones generales a cuatro semanas de los comicios autonómicos y municipales es un «auténtico despilfarro», que ha cifrado en 200 millones de euros, y que podría haberse evitado haciendo coincidir ambos el 26 de mayo.