Asturias se lanza a la caza de los pirómanos que provocaron la ola de incendios

Susana D. Machargo REDACCIÓN

ASTURIAS

La Fiscalía no espera ni al final de la crisis para abrir una investigación. El Principado denuncia que la inmensa mayoría de los focos son intencionados. Delegación del Gobierno reclama la colaboración ciudadana

05 mar 2019 . Actualizado a las 08:32 h.

El olor a madera quemada inundó incluso el centro de Oviedo. Las llamas quedaron lejos de los núcleos de población pero iluminaron el cielo nocturno de Asturias y el aroma llegó mucho más allá del cinturón rural. Los incendios forestales han vuelto a poner en jaque a la región. Espoleados por las altas temperaturas y los vientos del sur, la madrugada del domingo al lunes se llegaron a registrar hasta 139 focos repartidos en 32 de los 78 concejos en los que se divide la región. Con la llegada de la luz y de los efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME), la situación mejoró. No obstante, el drama es el mismo. Con circunstancias meteorológicas adversas aparecen decenas de fuegos de manera simultánea a lo largo de todo el Principado. El Gobierno regional ha reconocido que la inmensa mayoría son intencionados. Tan solo un par están relacionados con caídas de tendidos eléctricos. Así la que Fiscalía ha abierto diligencias para tratar de localizar a los pirómanos y para trazar estrategias preventivas, antes incluso de finiquitar la crisis. Mientras tanto ecologistas y ganaderos se han enzarzado en una disputa dialéctica recurrente en estos momentos de crisis. El hecho de que se haya levantado el acotamiento al pastoreo del suelo calcinado se ha convertido en un arma arrojadiza recurrente.

A primera hora de este martes la situación había mejorado de manera considerable. El número total de focos que quedaban activos era de 37 en 20 concejos. De los activos el lunes por la noche preocupaban especialmente 15, por su intensidad. Los tres donde se estaban centrado más medios eran los situados en Soto de los Infantes (Salas), Llordón (Cangas de Onís), Naves (Llanes).  

Un duro fin de semana

Los primeros focos comenzaron a quemar los montes asturiano con el inicio del fin de semana. El nivel de riesgo de incendios se había intensificado en los días previos, debido al buen tiempo y al calor. Pero la alerta real se disparó el domingo. El Principado tuvo que activar la alerta por incendios forestales y recurrir con rapidez al Ejército, que llegó antes de las primeras luces del lunes. La triste experiencia de los últimos años ya ha demostrado a la Administración que es mejor responder con agilidad. 

La UME movilizó a 211 efectivos, 47 vehículos terrestres y dos helicópteros, que se unieron a los medios que ya había desplegado Asturias: bomberos, personal de las Brif y agentes de la Guardería del Medio Natural. En total, más de 300 profesionales luchan sobre el terreno contra las llamas armados con siete aeronaves. Los números de la sala central del Servicio de Emergencias del Principado (Sepa) demuestran el miedo vivido en los momentos más críticos. El servicio recibió casi 4.000 llamadas en apenas 24 horas, lo que supone más del doble que un día normal.

La situación mejora y las previsiones meteorológicas también. El viento sur que alimenta el fuego comienza a remitir y las ráfagas del noroeste más húmedas, rebajan la temperatura y traerán en los próximos días la lluvia. Los propios alcaldes de los territorios más afectados miran al cielo esperando su ayuda. Así lo ha reconocido, entre otros, Enrique Riestra, de Llanes, y Sergio Hidalgo, de Salas.

Esta lengua de fuego se registra casi un año y medio después de la anterior. En los últimos 18 meses la superficie quemada ha sido muy escasa y ha estado incluso por debajo de la media en focos. Las últimas oleadas que provocaron una gran alarma social y que generaron imágenes de Asturias ardiendo que dieron la vuelta al mundo se remontan a diciembre de 2015 y octubre de 2017. Entonces se calcinaron 16.048 y 12.916 hectáreas, respectivamente. Proporcionalmente, en esta crisis el grado de afectación está siendo mucho menor, aunque todavía no ha terminado. 

Las investigaciones

La Fiscalía de Asturias ya pisa el terreno. No ha esperado ni a que se hayan sofocados los incendios forestales para abrir diligencias preprocesales tras la denuncia del consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, en la que afirma que la inmensa mayoría de los focos son intencionados. De manera textual ha señalado que incoa el procedimiento «para poder tener una visión general de los trabajos de extinción que se están llevando a cabo desde la Administración, poder valorar las tareas de prevención y analizar las causas de cada incendio concreto». También se ha pronunciado en términos similares la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa. Ha admitido que ya se ha podido confirmar que muchos de los fuegos son intencionados. Losa ha pedido a los asturianos que colaboren con las autoridades y que presenten la correspondiente denuncia en caso de que tengan constancia de quién o quiénes son los autores.

La Coordinadora Ecologista de Asturias, por su parte, ha apuntado las posibles responsabilidades políticas que se esconden detrás de estas oleadas de incendios forestales de origen intencionado. Este colectivo verde ha criticado al Parlamento asturiano por haber rebajado la lucha contra el fuego. Ha recordado que en su día ya había advertido de que el levantamiento de los acotamientos al pastoreo de las zonas quemadas, en marzo de 2017, iba a provocar un aumento en el número de focos, «porque se ha normalizando aún más la cultura del fuego».