Orgullosos de ser jóvenes y de vivir en un pueblo

Ana Paula García REDACCIÓN

ASTURIAS

Las ventajas y desventajas de pasar la vida en una zona rural

06 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En Asturias la despoblación es una realidad en la que los pueblos pierden vida cada minuto que pasa. El éxodo hacia núcleos urbanos en busca de mejores servicios y nuevas oportunidades, unido al envejecimiento, está vaciando las zonas rurales. La despoblación golpea a la región desde hace décadas y salvo alguna excepción, no hay ningún municipio asturiano que no tenga un pueblo abandonado. Es el caso, por ejemplo, de Yermes y Tameza, el concejo con menos vecinos de toda Asturias (residen 140 personas). Allí no nace un niño desde 2005 y el único que queda es Adrián Beovides, de 13 años, que no tiene ningún compañero de su edad con el que pasar las horas. Pero pasar la vida en un pueblo no tiene por qué ser todo desventajas. Los jóvenes que viven en la zona rural están orgullosos de poder tener tranquilidad, de respirar aire limpio y de disfrutar de todo lo que les ofrece la naturaleza.

«Se lleva una vida más relajada y se aprende a valorar pequeñas cosas»

Claudia Mañana es una joven estudiante de medicina que vive en Melendreros, pueblo del concejo de Bimenes. Para ella una gran ventaja de vivir en la zona rural es la tranquilidad, estar siempre rodeada de naturaleza y, sobre todo, el ambiente familiar que te brindan los vecinos. Como desventaja ella destaca la falta de recursos, al tener que desplazarse para realizar cualquier actividad, estudiar, trabajar o simplemente para realizar actividades de ocio.

Claudia es feliz en su pueblo y, hoy por hoy, prefiere las zonas rurales aunque haya algunos recursos limitados como el transporte público, que no es constante, por lo que la mayoría de los vecinos se ven obligados a usar vehículo propio. Esta yerbata también cree que vivir en un medio rural te enseña a ayudar y a mostrar tu disponibilidad cuando los demás necesitan ayuda. «Esta solidaridad se veía mucho tiempo atrás con la realización de las tareas de campo. Para acortar el tiempo, los vecinos se ayudaban unos a otros: hoy por ti mañana por mí».

Ella anima a los jóvenes a dar el paso de vivir en un pueblo. Asegura que hay algún inconveniente pero te aporta muchas cosas buenas: «Se lleva una vida más relajada y se aprende a valorar pequeñas cosas, incluso ayuda a fortalecer el vínculo familiar». Claudia piensa que aunque se ayudase a los jóvenes económicamente para que pudiesen vivir en los pueblos no es la solución, vivir en un pueblo es algo que te tiene que gustar».

«Falta que haya mejor cobertura y mejor acceso a internet»

Javier Silva es un joven mecánico que vive en Cuenya, pueblo del concejo de Nava. Para él la mayor ventaja es respirar aire puro, la tranquilidad y la paz que transmite la zona rural. El inconveniente que encuentra es que si no hay una ciudad cerca y en el pueblo no hay tiendas, hay que desplazarse y organizar cada viaje para no gastar en balde. En Cuenya no hay transporte público por lo que para ir a Nava, que es la villa más cercana dónde hay supermercados, ambulatorio y tiendas, «te ves obligado a llamar a un taxi o contar con la ayuda de los vecinos o familiares».

Javier se ve en un futuro viviendo en su pueblo para conservar las fincas que tiene. Este joven naveto recuerda que en su pueblo tenía dos amigos y para divertirse «cogían la bici y se iban de ruta al pueblo de al lado, Pruneda, que tenía parque y cancha de fútbol y baloncesto». «Los días de lluvia nos juntábamos en una de nuestras casas a jugar a las cartas o a los videojuegos». Javier echa en falta que haya mejor cobertura y mejor acceso a internet, además de alguna tienda sobretodo para que las personas mayores lo tengan más fácil sin tener que depender del coche o de los familiares. Este joven mecánico cree que la solución para volver a poblar las zonas rurales no son las ayudas económicas sino más bien es «un problema social, ya que todo el mundo quiere comodidad, las ventajas de tener todo a mano en las ciudades, y eso es lo que está despoblando los pueblos».

«Antes había más niños en el pueblo, las zonas rurales se están quedando sin gente joven»

Ana Fernández, estudiante de Filología Hispánica, vive en Piloñeta, pueblo del concejo de Nava. Para ella un día en el pueblo puede ser divertido sin los lugares de ocio que te puedes encontrar en una ciudad, todo depende de lo que te apetezca hacer. La mayor ventaja que encuentra de vivir en un pueblo es que «puedes salir a pasear sin que nadie te moleste, respirar aire limpio, y la desventaja es que no tienes supermercados  o restaurantes cerca». Ana recuerda que «antes había más niños en el pueblo, las zonas rurales se están quedando sin gente joven». Ella prefiere vivir en el pueblo, está feliz, tiene cerca Nava, a diez minutos andando, por lo que no le es un problema el desplazamiento. Aconseja a los jóvenes que se vayan a vivir a un pueblo porque cree que «cambia favorablemente tu vida y la forma de ver muchas cosas».

«En una comunidad como Asturias, la belleza que ofrecen sus pueblos, no deberían caer en el olvido»

Adrián Arboleya, estudiante de Lengua Española y sus Literaturas, vive en Quintana, pueblo del concejo de Nava. Para él despertar sin el ruido de los coches y escuchar simplemente los sonidos que te ofrece la naturaleza es una gran ventaja. Adrián encuentra pocas desventajas de vivir en un pueblo «puede que el hecho de no tener supermercados cerca o la poca cobertura y las conexiones a internet que son bastantes limitadas».

Le gustaría vivir en el futuro en un pueblo que tenga alguna ciudad cerca. Este joven naveto recuerda que en su zona, cuando era más pequeño, había 4 o 5 niños, ahora el número es parecido. «Para divertirnos nos solíamos juntar en casa de un amigo y jugábamos al fútbol, también andábamos en bicicleta por el pueblo». Adrián prefiere el pueblo sin ninguna duda y anima a los jóvenes a irse a vivir a las zonas rurales, «los pueblos son más tranquilos que las ciudades y son el sitio ideal para desconectar después de un día de trabajo». También cree que los jóvenes tienen que ser el futuro de la zona rural,«en una comunidad como Asturias, con la belleza que ofrecen sus pueblos no deberían caer en el olvido».