«Los trastornos alimenticios son como las drogas, solo que tienes que seguir alimentándote»

Nacho G. Ruano REDACCIÓN

ASTURIAS

Jornadas abiertas en Perlora de la Asociación Española de Comedores Compulsivos
Jornadas abiertas en Perlora de la Asociación Española de Comedores Compulsivos ASOCIACION ESPAÑOLA DE COMEDORES COMPULSIVOS

La Asociación de Comedores Compulsivos de España,  reunida en Perlora,explica que la anorexia y la bulimia son los principales diagnósticos pero que hay muchos más

09 nov 2019 . Actualizado a las 17:37 h.

«Se puede pasar de anorexia a bulimia con mucha frecuencia, los trastornos son así. Una de las mujeres que participa en las charlas llevó 22 años sufriendo esto», explica Pilar, de la Asociación de Comedores Compulsivos de España. Esta organización ha organizado unas jornadas en Perlora en las que busca abrir su asociación a nuevos miembros que buscan respuestas a unos trastornos que convierten sus vidas en verdaderos infiernos. Saber cómo hacer frente a estos problemas alimenticios, controlar el riesgo de recaída y las emociones que despiertan el ansia por comer de forma compulsiva son algunos de los asuntos que esta asociación trabaja en las reuniones. Cerca de 90 personas han asistido a las actividades centrales de estas jornadas, aunque el objetivo primordial de la organización es extender y dar a conocer su mensaje al mayor número de afectados posible. Esta problemática es «como una droga, solo que tienes que seguir alimentándote», afirman desde la asociación para la que el anonimato es fundamental, de ahí que en la foto que acompaña esta información no se identifique a ningún participante.

El anonimato es uno de los signos más importantes de la asociación, así como la total libertad que da a sus miembros siempre y cuando respeten las reglas fijadas para el correcto funcionamiento de las actividades. En las jornadas de este sábado se trabajaron tres puntos clave para controlar el impulso a comer de forma compulsiva: el aspecto físico, espiritual y emocional. Este último se considera el factor crucial a la hora de entender el impulso a devorar cualquier alimento que se encuentre el afectado por estos trastornos. Por ello, trabajar el autocontrol es clave para tratar de atajar estos resortes. Desde la asociación fomentan también la abstinencia como concepto necesario para lidiar con unos trastornos que «son una adicción como las drogas, solo que tienes que seguir comiendo y alimentándote», añade Pilar, que no facilita su apellido para preservar el anonimato. La reunión cerrada que tiene lugar hoy para los miembros de la asociación se fundamentará en el concepto de abstinencia que promueven desde la organización, así como los lemas que manejan desde la asociación. Posteriormente se despedirán estas jornadas y se pondrá el cierre.

No todo es anorexia o bulimia

A pesar de que la anorexia y la bulimia son los principales trastornos en los que se piensan a la hora de hablar de desórdenes alimenticios, existen otro tipo de trastornos que mucha gente sufre y por los que acuden a asociaciones como la de Comedores Compulsivos. El propio caso de Pilar lo muestra. «Yo no sufro ni anorexia ni bulimia, sino que tengo trastorno por atracón. Como y como y no puedo parar de darme atracones de comida. Cada vez como más», explica. Debido a este problema acudió a la asociación, donde le facilitaron un diagnóstico al trastorno y le dieron una serie de herramientas con las que poder hacer frente a este desorden alimenticio.

Desde la asociación le plantearon un plan de comidas: llevar una alimentación sana y variada y «aprender a cocinar». «Si no tenía qué cocinar abría la nevera y arrasaba con todo lo que había», confiesa Pilar, que defiende la importancia de llevar una dieta equilibrada para no convertirse en una «mujer yoyo». «Tenía en mi armario ropa de temporada desde la talla 44 a la 52. Variaba muchísmo de peso porque me daba un atracón de verde y al día siguiente cambiaba totalmente», añade. 

El riesgo de caer aun estando de alta

El volver a una vida normal tras ser dado de alta no está exento de riesgos, ya que desde la asociación apuntan a la recaída como uno de los principales problemas de las personas que dejan de ser comedores compulsivos. Los numerosos casos que se dan en pacientes ya tratados suponen, no obstante, un avance en su proceso de recuperación y un paso capital para dejar de ser comedor compulsivo. Con respecto a la gente que entra nueva en la organización, apuntan que presentan casos muy diversos, aunque los más representativos son aquellos ejemplos de afectados que se someten a una operación bariátrica para reducir peso y luego no son capaces de controlar el impulso de comer sin ningún control. El caso de este último ejemplo lo reflejan desde la asociación como el de una joven que llegó a tener tres pinchazos diarios de insulina y a la que la amenaza de una amputación de la pierna planeaba sobre su día a día.

Extender el mensaje al mayor número de afectados posible

A pesar de no contar con muchos medios, optimizan los recursos a su disposición para llegar al mayor número de afectados posible. Utilizan las redes sociales como Facebook o Youtube de forma constante para contactar con cualquier persona que sufra este tipo de trastornos, y mantienen actualizada al minuto su página web. Además de las reuniones físicas, desde la asociación abogan por concertar encuentros virtuales para poder contactar con aquellos afectados a los que no alcanzan de momento su mensaje. Esta línea de trabajo es su principal punto a seguir, y concentran todos sus esfuerzos en esta acción comunicativa. «Queremos que no haya una sola persona que esté afectada y no conozca nuestra asociación», afirman.

Requisitos para entrar en la Asociación de Comedores Compulsivos de España

La asociación es un ente totalmente abierto a nuevos miembros, a los que se les respeta de forma escrupulosa el anonimato, no siendo necesario facilitar ningún tipo de dato o contacto por parte de los interesados. «Ni siquiera pedimos un apellido o el número de teléfono», comenta Pilar, que añade que la gente «puede entrar y salir cuando quiera, lo único que se debe respetar es el orden de funcionamiento de las actividades y el desear dejar de ser un comedor compulsivo».