Garzón pide para Asturias por la Izquierda un voto «de clase» que «no se relaje ante la derecha reaccionaria»

J. C. G. GIJÓN

ASTURIAS

Los candidatos de Asturias por la Izquierda rodean a Alberto Garzón en el mitin celebrado en Gijón
Los candidatos de Asturias por la Izquierda rodean a Alberto Garzón en el mitin celebrado en Gijón

El coordinador federal de IU ha participado en el acto central de campaña de la coalición IU-Izquierda Asturiana en el Palacio de Congresos de GIjón junto a los candidatos al Principado y la alcaldía de la ciudad

18 may 2019 . Actualizado a las 15:31 h.

Un voto «de clase» que «no se relaje ni se resigne» después de los resultados de las pasadas elecciones generales. Es lo que ha pedido el secretario federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, durante su intervención en el mitin central de campaña de la coalición Asturias por la Izquierda, que agrupa a IU e Izquierda Asturiana, celebrado este mediodía ante unas 250 personas en el Palacio de Congresos del Recinto Ferial Luis Adaro de Gijón. Garzón ha reclamado un voto entendido como «una forma de lucha para defender una opción de clase» en defensa de un modelo de sociedad basada en los derechos públicos y la igualdad en un acto en el también han tomado la palabra la candidata de Asturias por la Izquierda al Principado, Ángela Vallina, los dos cabezas de lista en Gijón, Aurelio Martín y Ana Castaño, y Faustino Zapico, secretario general de Izquierda Asturiana.

«No se trata solo de tener uno o dos representantes, sino del modelo de vida, de sociedad, que queremos para dentro de treinta años, y la derecha lo sabe», ha dicho Garzón, para quien el «hay muchas formas de luchar, y votar del domingo es una de ellas». Por ello -ha añadido- y para «plantar cara» a las «derechas franquistas que querían volver a gobernar el país» ha realizado un llamamiento para «movilizar a más gente» en una «batalla que no está ganada» y que debe oponer «una alternativa» y una «correlación de fuerzas que diga "hasta aquí"» a una derecha «profundamente neoliberal» a la que ha responsabilizado del crecimiento de la desigualdad en una España en la que «el sueldo mínimo ha tenido una subida del 0,8%» en los diez años de la crisis, frente «al aumento de beneficios del 63%» de las empresas.

En ese contexto, ha recordado a modo de ejemplo que la presidenta del Banco de Santander, Ana Patricia Botín «gana la friolera de 29.000 euros al día» mientras recomienda contención salarial. «No es una desigualdad que haya caído del cielo, es una desigualdad de clase», ha insistido el coordinador federal de IU, que también ha puesto el acento en que algunos sectores económicos españoles hayan manifestado su preferencia por «un gobierno del PSOE con Ciudadanos». Frente a todo ello, ha pedido un voto que defienda un modelo de sociedad que «blinde los servicios públicos» para garantizar la igualdad, y ha descrito la privatización de los mismos como «otra forma de corrupción».

La gran tormenta final

Por su parte, y ante las acusaciones de extremismo lanzadas desde la derecha, la exalcaldesa de Castrillón y candidata de Asturias por la Izquierda a la Presidencia autonómica, Ángela Vallina, ha defendido su opción como la de «la izquierda seria y responsable», necesaria en «un momento complicado para Asturias» que -ha relatado- alguien le describía estos días como «la gran tormenta final».

Especial énfasis ha puesto la candidata en presentar ese cuadro como la consecuencia de los gobiernos asturianos precedentes, y en particular los del PSOE, cuya posición en torno a la «descarbonización exprés» ha criticado especialmente como fruto de una decisión personal de la ministra de Transición Energética. Vallina ha acusado al PSOE de «mentir» sobre la imposición de la medida por parte de la UE.  

«Han querido ser los primeros de la clase a costa del futuro de Asturias, pero no han hecho los deberes en la UE. Para hacer est transición hay fondos, hay una plataforma de regiones con miles de millones. No han sido capaces de presentar los proectos para recibir ese dinero y empezar a hacer la transición. La han anunciado, pero nos han dicho cómo», ha dicho la candidata.

También ha responsabilizado a los sucesivos gobiernos autonómicos de los actuales problemas demográficos, de la situación en el ámbito rural asturiano, y ha garantizado que su formación no dejará «paso a ningún gobierno de derechas en ningún momento». Frente a todo ello ha reivindicado la «mochila» de IU y a la «gente que la ha ido llenando de políticas de izquierdas» que la coalición «ha arrancado» al Gobierno de Javier Fernández en materias como el salario social, derechos sociales, parques de viviendas públicas o residencias de tercera edad públicas.

No adheridos, soldados

Es el mismo legado que ha defedido Faustino Zapico. En un discurso en asturiano, el dirigente de Izquierda Asturiana ha recordado que sus formaciones se conforman «no con adheridos, sino con militantes, soldados de una causa, la de la clase trabajadora», para arremeter a continuación contra los gobiernos que han «desmantelado» sin «poner nada en su lugar», la «Asturias del blanco, el negro y el gris, la leche, el carbón y el fierro». A cambio, ha propuesto «una Asturias que vuelva a ser productiva» y la «necesidad imperiosa de un gobierno republicano con valores republicanos». «No queremos reinas asturianas, queremos una presidenta de Asturias y  alcaldes republicanos», ha proclamado Zapico, quien ha recordado que «no basta con votar» y ha invitado a la «movilización y presión social permanente» para «meter a la derecha reaccionaia en el furacu del que no debieron salir».

Finalmente, han intervenido los dos cabezas de la lista de Xixón por la Izquierda, Aurelio Martín y Ana Castaño, que repiten en las mismas posiciones que las anteriores municipales. La edil ha llamado a «poner fin a este Xixón atristayáu y amuermáu» y a desalojar a Foro del Gobierno local: «Tenemos que echarlos, olvidanos de ello, fue un mal sueño», ha diagnosticado, advirtiendo no obstante que hay que tener «cuidado» porque «siempre que pudieron sumar, sumaron, y si les dan los números, sumarán en Xixón» repitiendo -ha asegurado- la famosa foto de de la plaza madrileña de Colón. A cambio, Castaño ha reclamado «el mayor número de votos» como «garantía de que las izquierdas sumen en un Xixón de todos los colores, verde, lila e inequívocamente rojo».

Una reclamación, la del mayor número posible de respaldos, en la que también ha cargado las tintas el candidato a la alcaldía, Aurelio Martín, que ha desencadenado el momento más vibrante del mitin, no refiriéndose a Asturias sino lanzando un «mensaje de solidaridad» con Palestina y pidiendo el «boicot para un festival infame e indecente», en referencia a la gala eurovisiva de esta noche. Tras ello, ha puesto el énfasis en las buenas expectativas de su formación y ha hecho caso «a los buenos manuales de política, que dicen que hay que afilar el discurso e ir por el voto directo». Lo ha hecho con los mismos argumentos y el mismo tono que adelantaba en entrevista con La Voz de Asturias, reclamando que «lejos del mercadeo electoral» se tenga en cuenta la labor del mandato, el papel de IU «por el diálogo de la izquierda» y la coherencia. Y lo ha hecho dirigiéndose de nuevo a votantes no necesariamente militantes o afines.

Martín se ha ofrecido de nuevo como cabeza de lista de «la fuerza política que puede cambiar Gijón» y a advertido de un resultado electoral demasiado holgado para el PSOE en nombre de «un reequilibrio de fuerzas» que impida un PSOE «muy reforzado que girará hacia el centro derecha» y volverá «a la soberbia y la prepotencia»; pero también un excesivo voto hacia Podemos: «Que nadie crea que no puede volver a pasar lo de hace cuatro años», ha dicho Martín, recordando que nadie puede decir que «por culpa de IU está gobernando la derecha en Gijón». «El que quiera un cambio de izquierdas, que no se equivoque, es el voto del que nadie se va a arrepentir el día 26», ha concluido, antes de que los presentes interpretaran, en pie, el himno asturiano.