Los alergólogos alertan de la falta de un test diagnóstico específico para la avispa asiática

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

Un nido de avispa velutina retirado
Un nido de avispa velutina retirado

Hasta el momento se utilizan las pruebas y los tratamientos de la avispa autóctona por la coincidencia de indicadores del veneno de ambas especies

14 jul 2019 . Actualizado a las 22:00 h.

El fallecimiento de un hombre de 32 años de San Tirso de Abres el pasado fin de semana como consecuencia de una reacción alérgica a la picadura de una avispa asiática que le dejó en coma durante varios día ha vuelto a poner el foco sobre esta especie invasora que el pasado año también ocasionó varias muertes en la zona norte de España. Aún así, el alergólogo Gaspar Gala, especialista en el Hospital de la Cruz Roja de Gijón, no es partidario de alarmar a la población porque asegura que «no podemos hacer un diagnóstico de quien va a desarrollar una alergia grave hasta que haya una reacción». Con esto el mismo quiere dejar claro que «no podemos pronosticar si una picadura puede provocar una reacción alérgica» si no hay una histórica clínica compatible.

Gala no entra a valorar el caso concreto de Miguel Ángel Calvín porque «no conozco su historial clínico exacto», por lo que habla en términos generales de las reacciones que se generan en las personas tras picaduras de abejas o avispas a partir de las cuáles si se realiza un estudio tanto si lo síntomas fueron de carácter local (inflamación de la zona de la picadura) o sistémicos (cuando hay una respuesta del cuerpo generalizada, incluso con dificultades respiratorias o problemas gastrointestinales). Uno de los hándicaps que tienen los alergólogos con la invasión de la avispa asiática es que, según explica este especialista consultado por La Voz de Asturias, «no existe un test diagnóstico específico» y exacto para el alérgeno de esta especie, por lo que precisa que por el momento se están utilizando las pruebas y los tratamientos que se aplican para la alergia a la picadura de la avispa autóctona, de la especie vespula, que es la más abundante en el norte del país, por la coincidencia de indicadores del veneno de ambas especies.

Gaspar Gala recomienda consultar a un especialista cuando ante una picadura sí hay un cuadro sintomático, porque a partir de ahí «si podemos hacer un estudio inmunológico y ver qué induce esa reacción alérgica en ese paciente», aunque dice que es fundamental «establecer qué insecto fue el que te picó». Cuando la reacción es de carácter local, explica que el tratamiento suele ser a base de corticoides y antihistamínicos. Sin embargo, cuando la reacción va más allá y el cuerpo responde de forma generalizada, la alternativa para esas personas alérgicas es un tratamiento desensibilizador cuya eficacia asegura que está «por encima del 90%». El caso es que afirma que hay alérgicos que rechazan la vacunación porque es un tratamiento largo que puede durar hasta cinco años. Según explica el alergólogo consiste en empezar «con inyecciones de veneno puro» extraído de las avispas o abejas en dosis bajas al principio todas las semanas, y después inyecciones mensuales con dosis más grandes durante cuatro o cinco años para generar un efecto inmunomodulador. «Es un tratamiento muy eficaz que está demostrado», manifiesta Gala, que añade que «los casos en los que se detectan alergias, son potencialmente curables la mayoría».

La principal preocupación de Gala, en tanto que «las picaduras no se pueden evitar», es que se produzca un shock anafiláctico porque «es una reacción brutal». En esos casos, se suele administrar una inyección de adrenalina, aunque en ocasiones advierte que la reacción puede ser «fulminante» incluso para personas alérgicas a la picadura de avispa o abeja, que suelen disponer de autoinyectores para aplicarse.

En cuanto a la avispa velutina, este especialista considera que no se trata de una especie cuya picadura sea mortal. Lo que sí estima es que por la evolución de esa especie la tendencia será que cada vez haya más picaduras. Pero además del riesgo que puede suponer para las personas, pone de relieve que la avispa asiática va a generar «un problema ecológico más que sanitario porque es una asesina de abejas, que son fundamentales para la polinización».