Mercedes Álvarez tenía «una confianza absoluta» en Natalio Grueso

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ASTURIAS

La exconsejera de Cultura del Principado, Mercedes Álvarez
La exconsejera de Cultura del Principado, Mercedes Álvarez

La declaración de la exconsejera de Cultura en el juicio por el caso Niemeyer ha estado plagada de inexactitudes y olvidos

20 jun 2019 . Actualizado a las 13:18 h.

La exconsejera de Cultura Mercedes Álvarez ha señalado que tenía una confianza «absoluta» en Natalio Grueso como director general de la Fundación Niemeyer mientras ella ejerció como presidenta del patronato entre 2008 y 2011 y que en ese periodo existieron «tensiones» en Tesorería por la falta de liquidez al no disponer de las cuentas «en tiempo y forma». Grueso, que afronta una petición fiscal de once años de cárcel acusado de la emisión de facturas falsas o manipuladas, no tenía que estar controlado, según ha declarado la exconsejera socialista, que ha dicho que él tenía que hacer su trabajo y cumplir con los requisitos que se le mandaban desde el patronato «y los cumplía».

Álvarez ha comparecido este jueves en la Audiencia Provincial después de que el tribunal de la Sección Tercera exigiera su presencia en la sala tras certificar un forense que estaba en condiciones de declarar y descartar sus alegaciones por problemas de salud con los que justificó su ausencia el pasado 23 de abril. Su declaración, sin embargo, ha estado plagada de frases como «no recuerdo», «supongo», «no puedo decirlo con seguridad», «no tengo certeza», «no me acuerdo» y ha pedido en reiteradas ocasiones que se le repitan las preguntas durante el interrogatorio de la Fiscalía y las acusaciones.

Álvarez ha descargado la mayoría de la responsabilidad en el exsecretario general, José Luis Rebollo, a quien se autorizó a partir de 2010 para que se encargara de las cuentas, pero no ha recordado quién fue la persona que le dio el visto bueno. «Supongo que sería el director, que tenía muchas posibilidades de mandarle este tipo de cosas, porque tenía capacidad, pero no lo sé», ha sido su respuesta, que ha sido recogida por EFE.

Al ser preguntada por el fiscal por las razones por las que en un correo electrónico mostraba su preocupación al entonces secretario general, José Luis Rebollo, por el estado de las cuentas, Álvarez ha contestado que era porque «no llegaban en tiempo y forma». Ha afirmado que en 2008 Rebollo hacía «un poco de todo» ya que asesoraba, comentaba temas de estatutos y presupuestos y, a través de él, le llegaban las cuentas y se las comentaba «por encima» y en bloque, pero que no hablaban de facturas y ha admitido que las cuentas de ese año se aprobaron «por escrito y sin sesión».

También ha asegurado no tener la certeza de haber visto las cuentas de 2009 y ha añadido que no recuerda tampoco si leyó la memoria de las cuentas de ese año. Así, ha explicado que ella nunca presentó las cuentas de la Fundación para someterlas a la aprobación del Patronato, pese a que, como insistió el fiscal, por la Ley de Fundaciones estaba obligada en razón a su cargo, y la testigo ha indicado que lo que hacía era firmarlas formalmente «porque era un imperativo legal».

El exsecretario general, José Luis Rebollo, que ejerce su propia defensa y afronta una pena de dos años y tres meses de cárcel, ha renunciado a las testificales de la exconsejera de Cultura, Encarnación Rodríguez Cañas; del exconsejero Emilio Marcos Vallaure y del exviceconsejero de Promoción Cultural Jorge Fernández León.

Previamente a la declaración de la exconsejera ha testificado Luis Rivas, exdirectivo de una empresa internacional de comunicación, a quien el fiscal le ha preguntado por un viaje a Niza en agosto de 2010 que estaba a su nombre y que realizó la exesposa de Grueso, la también acusada Judith Pereiro, que afronta dos años y seis meses, y ha asegurado que él viajaba a Niza siempre en tren.

El juicio continuará con las declaraciones, entre otras, de la consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, y del exsubdirector del Centro Niemeyer Joan Picanyol.