La venta de las fábricas de Alcoa, en peligro

ASTURIAS

Casi medio millar de personas, entre ellas trabajadores de Alcoa, han recorrido la distancia entre el estadio Santiago Bernabéu y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en un manifestación
Casi medio millar de personas, entre ellas trabajadores de Alcoa, han recorrido la distancia entre el estadio Santiago Bernabéu y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en un manifestación Luca Piergiovanni

La multinacional exige que los comités firmen un contrato con Parter que no negociaron. La plantilla de Avilés ya ha rechazado el acuerdo en asamblea. El de A Coruña se niega, de momento

27 jun 2019 . Actualizado a las 20:08 h.

El domingo expira el plazo que se concedieron Alcoa y los representantes de los trabajadores de las fábricas de A Coruña y Avilés para firmar la venta de las plantas a un nuevo inversor. Superada esa fecha, la compañía ejecutará el despido de 268 operarios, el 43 % del total de ambos centros de trabajo.

Pero, comprador hay. Es un fondo suizo de nombre Parter Capital, con el que la multinacional del aluminio alcanzó la semana pasada un principio de acuerdo. Sin embargo, esto no parece ser suficiente y la operación está en peligro. Porque la empresa estadounidense exige a los representantes de los trabajadores que avalen antes el contrato con Parter. «Querían dar su opinión, pues que lo hagan, queremos que todo lo que se haga sea con acuerdo», explicaron fuentes de la compañía, quienes precisaron que los gobiernos de Asturias y de Galicia y el Ministerio de Industria ya lo han hecho, y que faltan los comités. La asamblea de Avilés acaba de pronunciarse y ha dicho un no rotundo.

Estos no quieren firmar nada. No porque estén en contra de Parter, sino porque no tienen por qué hacerlo, pues legalmente la operación deben rubricarla el comprador y el vendedor, no la plantilla. «Estamos de acuerdo con la venta, porque es lo que pactamos pero Alcoa nos exige que avalemos un contrato con Partner y unas negociaciones en las que no participamos porque no nos dejaron», resumió Juan Ramón Paseiro, delegado de UGT en el comité de empresa de A Coruña. Julio Moscovich, delegado de la CIG, abundó en que Alcoa pretende que rubriquen un contrato con cláusulas financieras confidenciales.

En este tira y afloja se enzarzaron los comités y la dirección de la multinacional el miércoles durante seis horas, en un encuentro que acabó sin acuerdo. Este viernes se darán una nueva y, seguramente, última oportunidad. Alcoa insiste en que sin ese visto bueno al contrato, no habrá venta y, en consecuencia, sí despidos. 

Fuentes sindicales denuncian chantaje por parte de la compañía estadounidense y aseguran que en realidad quiere que fracase la operación para seguir mandando en el sector del aluminio, por eso exige ahora la firma de los comités.

Los comités de ambas fábricas convocaron asambleas informativas este jueves para explicar la situación. Los gallegos están dispuestos a firmar un documento que acredite que se ha cumplido con el acuerdo para encontrar un comprador, pero no un contrato de compra venta que negociaron Alcoa y Parter.  La plantilla de Avilés, en cambio, ha decidido rechazarla en una asamblea celebrada este jueves por la tarde. Esto complica la situación porque la multinacional del aluminio exige unanimidad por la parte sindical.

Los asturianos, en realidad, preferían que comprase su planta otro fondo, Quantum, pero fue descartado por la multinacional del aluminio porque no ofrecía garantías financieras suficientes y también porque solo apostó en principio por la fábrica avilesina. Ya fuera de la carrera, Quantum presentó oferta por las dos instalaciones. Esta misma tarde emitió un comunicado en el que asegura que sus garantías financieras sí son suficientes.

La asamblea de trabajadores de la fábrica de Alcoa en Avilés ha rechazado la venta de la planta al fondo de inversión suizo Parter por entender que fue la empresa la que lo negoció y ha anunciado que pedirá algunas rectificaciones del documento relativo al proceso. El comité de empresa, tras reunir a la asamblea de trabajadores, ha estudiado y debatido las opciones que hay y ha decidido trasladar a la compañía su desacuerdo con algunos aspectos del documento relativo a la venta para que sean rectificados. «Trasladaremos nuestro desacuerdo con algunos aspectos del documento presentado para que sean rectificados y no trasladen a los trabajadores decisiones que no les corresponde», ha señalado en un comunicado.