La conexión asturiana del profesor que chateaba con menores de sexo y drogas

T. LONGUEIRA J. V. LADO REDACCIÓN

ASTURIAS

Los teléfonos inteligentes son el objetivo preferido de los ciberdelincuentes
Los teléfonos inteligentes son el objetivo preferido de los ciberdelincuentes

Había creado un grupo de Whatsapp con una decena de alumnos de 15 y 16 años

03 jul 2019 . Actualizado a las 11:15 h.

Un profesor que ejerció como sustituto de biología y plástica en hasta cuatro centros distintos gallegos fue descubierto por incitar a los alumnos a los que daba clase a consumir drogas y practicar sexo. El docente creaba grupos de Whatsapp en los que hablaba con los jóvenes sobre dichos temas con total naturalidad, también compartía imágenes y comentarios de chicos de otros institutos e indagaba sobre su vida sexual. En uno de los centros en los que estuvo, más concretamente en Viveiro, duró solo tres días ya que fueron los propios alumnos los que comenzaron a notar que algo extraña pasaba con sus comentarios fuera de tono y quisieron denunciar sus malas prácticas. Por esta razón, el autor se acercó a Asturias y pidió una baja en uno de los hospitales próximos alegando que tenía un hijo que estaba enfermo.

El docente, J. L. M. C., de unos 50 años de edad, fue destinado al centro del 11 al 17 de marzo para una sustitución y darles clase a estudiantes de 15 y 16 años. Enseguida, al parecer, creó un grupo en el que estaban una decena de los alumnos, aproximadamente la mitad de la clase. En el citado grupo, según informa la Guardia Civil, «hacía apología del consumo de sustancias estupefacientes». De hecho, «en algunos de los vídeos mostraba a supuestos alumnos de otros centros en los que había ejercido, fumando sustancias psicotrópicas en su vivienda». En sus comentarios, que se producían también durante las horas lectivas, alardeaba de la posibilidad de conseguirles alcohol y marihuana, como decía que había hecho con anteriores alumnos. Al mismo tiempo, les hacía preguntas, e incluso recomendaciones de tipo incitador, relativas a prácticas sexuales.

La madre de uno de los alumnos de un instituto de la Costa da Morte, que lo castigó sin móvil, se percató de cómo a su hijo le llegaban decenas de mensajes en este grupo. Dio la voz de alarma a la dirección del centro y esta, a su vez, a la Guardia Civil, a través de los contactos habituales que mantiene el cuerpo con las instituciones educativas. Los guardias se pusieron a trabajar y se personaron en el instituto, lo que ya llamó la atención de los vecinos en aquellos días. Ante la gravedad de los hechos, le pidieron a la Consellería de Educación que les diese acceso a los diferentes centros en los que había impartido clase. Contaron con todos ellos, repartidos por las cuatro provincias gallegas, y descubrieron que su estancia allí había sido muy corta, alegando diferentes bajas laborales. Sin embargo, en el de Viveiro les dijeron que, en su día, los alumnos ya les habían manifestado comportamientos similares al resto de los profesores. En cualquier caso, al igual que ocurrió ahora en este instituto, en cuanto la dirección se ponía a investigar el implicado se ausentaba debido a esos supuestos problemas de salud. Los agentes siguieron tirando del hilo y comprobaron incongruencias en varias de esas bajas. Después de hablar con los diferentes hospitales, incluso descubrieron que en uno de Asturias había presuntas falsedades en algunos de los justificantes.

Por todo ello, la Guardia Civil investiga al profesor por delitos contra la salud pública y de falsedad documental. Recuerda el instituto armado, que quiere destacar la «absoluta colaboración» de los centros educativos y de la Xunta, que el Código Penal «califica como delito el promover, favorecer o facilitar el consumo ilegal de drogas tóxicas, considerando agravante que estos hechos sean realizados por un docente o educador en el ejercicio de su profesión». El profesor, que no fue detenido ni compareció ante los agentes alegando, de nuevo, su situación de baja médica, sí tendrá que personarse como investigado en los juzgados. La consejera de Educación, Carmen Pomar, señaló que están investigando los hechos, aunque todavía no se tomó ninguna decisión al respecto.