La nueva amenaza que se cierne sobre Asturias: casi la mitad de lluvia en 2050

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

ASTURIAS

Previsión de precipitaciones para el año 2050
Previsión de precipitaciones para el año 2050 Observatorio de la Sostenibilidad

El Principado es la comunidad en la que más aumentaron las precipitaciones entre 1981 y 2018

20 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Si hay un color que representa a Asturias, con permiso del azul de su bandera, es el verde. La lluvia es el elemento más característico de la climatología de la región y eso se traduce en un impactante paisaje. Pero también podría cambiar en los próximos años. Una nueva amenaza se cierne sobre la región, ya que según el último informe publicado por el Observatorio de la Sostenibilidad, las precipitaciones podrían caer a prácticamente la mitad en el año 2050. Si este pronóstico se cumple, el cambio en la naturaleza sería radical.

El trabajo del Observatorio se divide en dos partes. Por un lado, un análisis de las precipitaciones caídas en España en las últimas décadas, por otro, las previsiones de futuro. En este apartado el Principado aparece en uno de los extremos, ya que será una de las regiones en las que el cambio será más significativo: lloverá casi la mitad que ahora en 2050.

Las previsiones para ese año señalan que de las precipitaciones medias previstas por provincias en España solo las Canarias occidentales, la Comunidad Valenciana y Navarra experimentarán incrementos positivos en la precipitación media anual. Estos serán muy moderados y probablemente de distribución mucho más irregular en el tiempo, por lo que «los fenómenos de inundaciones asociados a gota fría se harán más intensos y frecuentes», explica el Observatorio. En el resto del territorio la reducción de las precipitaciones será la tónica general, que se hará muy grave en el cuadrante noroeste.

Las lluvias se harán más escasas precisamente donde más llueve, alcanzando reducciones máximas en la Galicia interior, Lugo y Orense con reducciones de más de 500 mm anuales, lo que supone llevar su precipitación media anual a valores inferiores a la mitad de la actual. El proceso será tan drástico que su vegetación y agricultura se pueden terminar pareciendo más al sudeste peninsular que a la imagen histórica de bosques mixtos caducifolios y prados que viene a la cabeza al pensar en estos territorios. En Asturias, ese descenso de las precipitaciones será de 307 mm al año. La media actual supera levemente los 800 mm.

 Donde más se incrementaron las lluvias los últimos 40 años

El Observatorio de la Sostenibilidad también recoge, basándose en los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que Asturias es la comunidad autónoma donde más se han incrementado las lluvias en las últimas cuatro décadas. Como curiosidad, el estudio señala que enero, febrero y marzo son los meses en los que más llueve y que en diciembre lo hace menos que antes. Esto tiene una consecuencia importante, ya que significa que no se acumula nieve al inicio del invierno, un fenómeno que garantiza agua para los meses siguientes.

Por comunidades autónomas, en el periodo 1981-2018 se observa una fuerte disminución de precipitaciones en Galicia, Canarias y estabilización en Cataluña. Donde más han aumentado las lluvias es en Asturias, seguido de Navarra, Cantabria, Islas Baleares, Extremadura y País Vasco. El resto ha aumento sus precipitaciones, pero de una forma más ligera.

Conclusiones

Los responsables del informe aseguran que una conclusión ecológica importante es que, si bien las precipitaciones han permanecido más o menos constantes en el tiempo en el conjunto del país, al haberse producido en el mismo periodo un importante incremento de las temperaturas, «es de prever que la cantidad de agua circularte haya disminuido para los ecosistemas y para el hombre en el periodo considerado».

Las tendencias observadas claras de disminución de precipitaciones en algunas ciudades y provincias «nos deberían llevar a estudiar con mucho mayor detalle el fenómeno observado para tomar medidas cuanto antes respecto al futuro en relación a la necesidad de agua por la ciudad, desde seguridad de abastecimiento de aguas a necesidad de agua para zonas verdes, cultivos, etc», concluye el informe. Además, insiste en que «existen fuertes incertidumbres en el futuro respecto a las precipitaciones».

Se prevé que, en el futuro, el aumento de temperaturas que ya se está produciendo debido al calentamiento global se intensifique, por lo que si se mantienen estas precipitaciones como se observa a escala de todo el país «cada vez habrá menos disponibilidad de agua». Estos valores globales pueden presentar muy elevadas diferencias regionales en diferentes zonas del país.