Los turistas salvan la temporada de rebajas en Asturias

ASTURIAS

Dos turistas pasan frente a una tienda en rebajas en Oviedo
Dos turistas pasan frente a una tienda en rebajas en Oviedo

Los comerciantes de la región señalan que las ventas son similares a las del año pasado

15 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Las rebajas ya no son lo que eran. Desde que el Gobierno de Mariano Rajoy modificase la ley en 2012, las tiendas tienen libertad total para fijar sus temporadas de descuentos. En la práctica esto se traduce en que los periodos de precios especiales ya no son la tabla de salvación de los negocios, sino que las ventas se reparten de forma más equilibrada durante todo el año. En estos siete años desde el cambio legislativo los comerciantes también han tenido que ir sorteando las nuevas dificultades que se han ido encontrando. Su principal reto es plantar cara a las ventas online, una tarea complicada y de incierto desenlace. Y mientras libran esta batalla se las han ingeniado para ganar adeptos a su causa. Los últimos, los turistas, que se han convertido en los salvadores de unas rebajas que este verano «no han sido para tirar cohetes pero se mantienen respecto al año pasado».

Carmen Moreno es la gerente de la Unión de Comerciantes del Principado, que incluye negocios de Oviedo, Gijón, Carreño, Gozón, Grado y Aller. Según sostiene, las ventas durante este verano han presentado dos etapas bien diferenciadas. En la primera mitad de julio el cliente ha sido «un consumidor habitual, el que realiza sus compras para prepararse para las vacaciones», explica Moreno. Ese fue un periodo «fuerte de ventas», aunque en líneas generales «fue similar al del año pasado y sin grandes diferencias entre ciudades».

La particularidad se ha registrado en la segunda quincena del mes y en las dos primeras de agosto. Es algo que, según señala la responsable de la Unión de Comerciantes, ya había ocurrido en Gijón en otras ocasiones y que este año ha sucedido también en Oviedo. «Esas semanas la venta a turistas ha sido importante». Además, las compras de estos clientes ha sido «tanto de rebajas como de temporada», lo que en muchos casos ha obligado a adelantar el cambio de escaparates. «Estas ventas complementan la temporada», asevera Moreno, quien añade que «en general no ha habido grandes vaivenes pero el consumo no crece». Moreno destaca que a la temporada de rebajas se llegaba después de unos malos meses de mayo y junio. La explicación, las diferentes citas electorales que, según asegura, lastran el consumo.

Oligopolio

Moreno denuncia que, tras la liberalización de la temporada de rebajas, España vive un oligopolio. «Antes todos estábamos en igualdad de condiciones, pero ahora son dos las empresas que tienen el poder de influir sobre el resto». «La situación ahora nada tiene que ver con la de 2012, ha ido cambiando todo poco a poco», asevera. Ahora su gran rival es la venta online, competencia para la que pide un cambio de legislación. «Esto no mejorará hasta que a las plataformas de venta se les aplique la legislación del país donde venden y no la del paraíso fiscal en el que están radicadas».

Por último, Moreno defiende la calidad de los productos que se venden en rebajas en los comercios de la región. «La gente sabe que los comercios que no fabrican, los que solo venden, no pueden vender productos de peor calidad, por eso saben que tienen garantías pese al descuento», espeta. Este año, como durante las últimas temporadas, los descuentos han llegado hasta el 70% en algunas tiendas.

La situación en Avilés

José Antonio Álvarez, gerente de la Unión de Comerciantes de Avilés y Comarca (UCAYC) considera que, al no existir una temporada oficial de rebajas, los balances que se realicen «no son muy fiables». A pesar de ello, señala que las de este verano se han adelantado al mes de junio debido a la meteorología y que son similiares a las del año pasado.

En líneas generales, destaca que las rebajas en Avilés han dejado «satisfacción pero sin grandes alegrías». Reconoce que esta temporada de descuentos nada tiene que ver con lo que era antes del cambio de ley de 2012. «Ahora sirven para liquidar stock, pero las ventas se reparten durante todo el año», señala, antes de añadir que «se ha perdido el efecto llamada que tenían antes y ahora son más un elemento de limpieza de productos».