
La actividad de los gimnasios desciende en torno a un 40% en el mes de agosto. Los profesionales detectan una nueva tendencia en Asturias: cada vez hay turistas que acuden a un centro deportivo de la región para mantener su entrenamiento
31 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Ya es un clásico. Los asturianos se afanan para lucir buena figura en verano y cuando llegan los meses estivales dejan de ir al gimnasio. La operación bikini pincha estos meses, sobre todo ahora en agosto cuando gran parte de los usuarios abandonan los entrenamientos y las clases y los cambian por tardes en la playa, noches en terrazas o paseos en familia. No hay una cifra exacta, pero lo cierto es que entre un 20 y un 40% de los habituales de los centros deportivos abandonan temporalmente la actividad deportiva y se dan de baja durante unas semanas. «En el mes de julio aún mantenemos pero en agosto se nota el bajón. La gente opta por otras actividades y mucha está en su periodo de vacaciones», explica Ángel Álvarez, propietario del Gimnasio Milán, en Oviedo.
Tras el parón veraniego, a partir de mediados de septiembre, coincidiendo con la vuelta al colegio de los pequeños, comienza el goteo. «Empezamos a recibir las primeras consultas para consultar horarios y tarifas y ya a partir de octubre volvemos a la normalidad», detalla Alejandra Huertas, responsable del Gimnasio ACTIMAMi, en el Centro Comercial de Los Prados, en la capital asturiana. El otoño marca el inicio de la vuelta a la rutina. En el gimnasio Universal, en Gijón, coinciden con la tónica general con un pero: y es que hay un nuevo factor a tener en cuenta. «Hasta hace cinco años el número de usuarios en agosto descendía un 40%. Y ahora es de un 20%», puntualiza Tino Díaz, propietario del centro. ¿Cuál es el motivo? Además de que los profesionales no dudan de que la gente está más concienciada de la importancia de realizar deporte todo el año, el turismo ha ayudado a frenar esa caída de matrículas frecuente en el verano astur. «Hay una nueva tendencia y es que hay turistas que vienen a Asturias y no quieren dejar de lado su entrenamiento». Es el caso, por ejemplo, de Dave Morán, un irlandés casado con una ovetense que no renuncia a su cita diaria con el gimnasio. «Cada vez que venimos a Oviedo me inscribo en un centro que tenemos cerca de casa. No quiero dejar mis entrenamientos. De hecho voy todas las mañanas», explica.
En verano cambian las rutinas y los horarios. Disfrutar del buen tiempo, del calor, de los amigos, de la familia, modifican los hábitos de los asturianos, una tendencia que cambia con la llegada de septiembre y de las obligaciones laborales y familiares. Los usuarios retoman su matrícula y regresan al gimnasio. Pero, al margen del repunte tras el parón veraniego, ¿cuándo es el periodo de mayor afluencia? No hay duda, aunque existe un primer repunte tras los «excesos» navideños y los buenos propósitos de año nuevo, la temporada alta para los centros deportivos de la región son los meses de marzo y abril. «Quieren estar a punto para el verano», señalan. Cinco meses para ponerse a punto y tras las vacaciones, toca de nuevo volver a sudar para eliminar los excesos de estos meses de asueto.