Sólo puede haber una reina en el PP de Asturias

Juan M. Arribas

ASTURIAS

03 oct 2019 . Actualizado a las 11:18 h.

En el ajedrez se gana o se pierde si cae el rey pero la ficha más importante es la reina. Después de que se haya confirmado el destino de Mercedes Fernández en las próximas elecciones, ocupando la cabeza de la lista del PP asturiano al Senado, el camino para que Teresa Mallada se haga con la presidencia interina del partido parece más despejado. En el devenir de las últimas semanas para superar la crisis interna del partido en Asturias se han ido cruzando muchos movimientos de casillas.

Tras meses de resistencia numantina, Cherines cedió a las presiones y a finales de septiembre presentó su renuncia a la presidencia del partido en Asturias ante la dirección nacional de Génova. Lo hizo con la promesa de que Casado contaría con ella en las listas a las nuevas elecciones generales. Casi a la par, pocos días después, Foro y PP reeditaban su alianza de cara al 10 de noviembre con el compromiso de que un nombre de los casquistas (sin sorpresas, ya que repetiría Isidro Martínez Oblanca) ocuparía el segundo puesto de la lista. Se especuló con que el relevo de Mercedes Fernández podría ser o bien Teresa Mallada, con el punto a su favor de que así se zanjaría la situación de bicefalia del partido, o la muy casadista Paloma Gázquez, que encabezó la candidatura al Congreso ya el pasado mes de abril.

Sin embargo, la elección de Gázquez requería que renunciara a su aspiración al escaño en las cortes, ya que los estatutos del partido establecen una incompatibilidad de estos cargos. No hay nada decidido aún, pero con Cherines camino del Senado, parece más probable que Gázquez repita como número uno en la lista al Congreso y la actual portavoz en la Junta General se quede con todo el poder en Asturias.

El principal peón sacrificado en este juego ha sido finalmente Ramón García Cañal, que tendrá que conformarse con el segundo puesto en la lista al Senado. Cañal jugó meses atrás su papel en este tablero al marcarse como el principal de los dirigentes del partido en Asturias que de forma pública reclamó una intervención de Génova y la imposición de una gestora para zanjar la dura batalla entre Cherines y Mallada. Ya hay jaque y falta el mate.