Vox sobre la educación sexual en los coles: «No reflejan que la mayor parte de los delitos los cometen inmigrantes»

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

El diputado de Vox en la Junta General del Principado, Ignacio Blanco
El diputado de Vox en la Junta General del Principado, Ignacio Blanco

Ignacio Blanco asegura que el programa «Ni ogros ni princesas» presenta al varón «como un depredador sexual»

08 oct 2019 . Actualizado a las 21:52 h.

El programa de educación afectivo-sexual «Ni ogros ni princesas» viene impartiéndose desde el curso 2007-2008 a los estudiantes asturianos de 12 a 16 años de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) sin que se haya detectado rechazo por parte de las familias en los centros donde se ofrece esta formación. Así lo ha afirmado  la consejera de Educación, Carmen Suárez, en su respuesta en el pleno de la Junta General a una pregunta de Vox sobre si se pide consentimiento expreso previo a los padres sobre el contenido de ese programa y del «SOISEX» que se oferta en Gijón en horas complementarias o de tutorías.

Para el portavoz de Vox en Asturias, Ignacio Blanco, dichos programas incumplen el artículo 27 de la Constitución que reconoce el derecho a la educación y la libertad de enseñanza y admite el derecho de los padres a elegir la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones. Según Blanco, esos programas presentan al varón «como un depredador sexual», carecen de base científica, caricaturizan al varón heterosexual como «un acosador de homosexuales» y no reflejan que «la mayor parte de los delitos sexuales los cometen inmigrantes». «No hay mayor inmoralidad que imponer la moral de uno», ha subrayado el parlamentario tras mostrase convencido de que los contenidos de esos programas «vulneran las creencias religiosas y morales de muchos padres» sin que les requiera consentimiento, informa EFE.

En su respuesta, la consejera asturiana ha recordado que el programa «Ni ogros ni princesas» viene impartiéndose de forma voluntaria desde hace más de una década, en coordinación con la Consejería de Sanidad, en los centros que lo deciden y que hasta ahora no se sabe «nada de rechazo, de desconsideración o de cuestiones impropias». «Educar para la igualdad significa muchas cosas, entre otras tener información acerca de nuestra situación afectivo-sexual, es consustancial a la igualdad», ha apuntado Suárez.

Según la consejera, Vox «confunde la educación en igualdad y lo que significa con otra cuestión como es el derecho a la formación moral y religiosa» y que esta última corresponde al ámbito privado mientras que recibir formación para la igualdad «debe ser universal» dado que se trata de un principio «básico y constitucional».

«Ni ogros ni princesas» es un programa desarrollado conjuntamente por profesionales de los ámbitos sanitario y educativo, y dirigido a estudiantes de 12 a 16 años de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y, desde su implantación han participado más de 20.000 alumnos y alumnas y se han formado más de 500 docentes. Este programa se imparte en el 60% de los centros educativos públicos de secundaria y los talleres de refuerzo corren a cargo de profesionales sanitarios y personas expertas de otras entidades como Consejo de la Juventud o las asociaciones Astursex y Xega