Las renuncias a las herencias siguen al alza pese a las rebajas fiscales

ASTURIAS

La lectura del testamento, anónimo
La lectura del testamento, anónimo

Asturias repite como la comunidad con mayor porcentaje de desestimientos mientras los territorios asumen de forma distinta las propuestas de armonización

29 oct 2019 . Actualizado a las 09:59 h.

Asturias cerró el 2018, un año más, como la comunidad que registró un mayor número de renuncias a herencias del conjunto del Estado, según los datos ofrecidos por el Consejo General del Notariado. Las cifras revelan que el año pasado se tramitaron 11.633 herencias y se renunció a 2.183 de ellas, lo que supone un 18,7% de desestimientos respecto al total. Se trata del porcentaje más alto del Estado y que se ha repetido por segundo año consecutivo. La media de España es de un 10,8% de renuncias. Este es uno de los argumentos fundamentales de los partidarios de rebajar, o incluso suprimir el impuesto de sucesiones. Sin embargo, la comparación con las cifras de renuncias de otros territorios (aunque siempre menores a las registradas en Asturias) ponen de manifiesto que las renuncias han aumentado en el conjunto del país en la última década independientemente de las rebajas fiscales aplicadas por las distintas comunidades. La última aprobada en Asturias, a mediados de la pasada legislatura (y que aumentó de 150.000 a 300.000 euros el mínimo para que los herederos directos paguen el tributo) tampoco consiguió frenar el auge de las renuncias, de hecho siguieron aumentando.

El impuesto de sucesiones de Asturias es uno de los más elevados de España, pero en última instancia la causa de las renuncias tiene más que ver con la deuda aperajada a una herencia que a los tributos que haya que pagar para hacerse con ella. En mucho casos, en toda España, y en las últimas décadas, buena parte del patrimonio de las familias se ha concentrado en la propiedad inmobiliaria, difícil de convertir en efectivo, (sometida además a impuestos de carácter municipal, como el de plusvalías) y en muchas ocasiones cargados con una hipoteca bancaria. La diferencia entre el valor total de la propiedad, y la posibilidad real de efectuar con ella una compraventa, respecto al valor de la deuda que le acompaña es el factor definitivo para renunciar a una herencia.

En cuanto a los datos ya cerrados de 2018, aparecen entre las comunidades con mayor porcentaje de renuncias territorios como La Rioja (15,1% de renuncias), Baleares (15,5) , Murcia (14,4) o Andalucía (14,5%) en los que se han aprobado rebajas drásticas del impuesto, en el caso del territorio andaluz, y en virtud a un pacto entre el PSOE y Ciudadanos, las herederos sólo pagan por más de un millón de euros de legado.

Las cifras más recientes para Asturias corresponde al primer semestre de este 2019. Según el Consejo General del Notariado, en los seis primeros meses del año en Asturias se registraron 5.701 herencias y se renunció a 1.030. 

No hay a medio plazo intención alguna por parte del Gobierno asturiano de rebajar aún más el impuesto de sucesiones. La consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez, explicó la semana pasada en la Junta General que actualmente en Asturias dicho tributo afecta al 1 por ciento de los herederos en línea directa, lo que supone unos doscientos contribuyentes en toda la región. La reforma, aprobada con el PP, hizo perder un cuarto de los contribuyentes y provocó una merma de 10,5 millones en la recaudación autonómica. Esta reforma de 2015 elevó el mínimo exento hasta los 300.000 euros para los herederos directos y redujo de diez a tres años el tiempo máximo para poder venderla con la bonificación fiscal máxima del 99 por ciento; también la reducción de diez a tres años del tiempo máximo para vender una vivienda heredada con la máxima bonificación fiscal y la reducción al 99 por ciento del impuesto para las transmisiones de explotaciones agrarias, ganaderas y forestales; además se eliminó el valor límite de una sociedad que se exigía hasta entonces para que los herederos pudieran beneficiarse de una reducción del 99 por ciento en las transmisiones de empresas y se reduce el plazo de la obligación de mantener la empresa de diez a cinco años.

Tras cerrarse la formación de los gobiernos autonómicos, el Ejecutivo de la Comunidad de Madrid anunció una serie de renajas fiscales que fueron respondidas desde otros territorios como una práctica desleal y de «dumping fiscal». Entre ellos destacó el asturiano, Adrián Barbón consideró un «ataque al espíritu de la Constitución» esta política que calificó de «una forma singular de separatismo, el separatismo fiscal». La semana pasada el consejero de Hacienda madrileño, Javier Fernández-Lasquetty, criticó la política fiscal de Asturias y también rechazó una armonización, esto es, fijar un baremo mínimo, de los impuestos cedidos a comunidades para todo el país.

Otra de las grandes críticas a sucesiones es las diferencias que crea entre ciudadanos a la hora de heredar en función de si residen en uno u otro territorio. Si Javier Fernández-Lasquetty rechazó la armonización es porque, a su juicio, supone elevar los tributos.

El modelo de Asturias

Quizá sí. Sobre armonización se han publicado estudios como el de los profesores Antonia Díaz, de la Universidad Carlos III de Madrid, y Luis Puch, de la Universidad Complutense; en él señalan que hay grandes divergencias entre los territorios en cuento a su recaudación con este impuesto y lo que representa además sobre el conjunto del PIB regional. En sus conclusiones señalan que los porcentajes de recaudación en comunidades como Asturias se acercan más al ideal eficiente de lo que lo hacen otros territorios si se va a estudiar una armonización.

En concreto señalan que en España, la recaudación anual (sumada la de todas las CC.AA.) por sucesiones osciló entre el 019% y el 0,27% del PIB durante todo el periodo 2006-2016,mientras que en un país como Francia la previsión era que la recaudación se acerque al 0.65% del PIB.  En su gráfico para el 2006 todavía se observa una cierta heterogeneidad en la recaudación por este tributo en las comunidades, una década después las cosas son bien distintas. Para Asturias señala un algo más del 0,5% del PIB, muy superior al conjunto de territorios (salvo Castilla y León y Aragón), que no llegan ni al 0,3%. Pero lo autores destacan «aunque no descartamos que cierta competencia entre regiones forme parte de un buen diseño, creemos que un ISD eficaz debería tener un suelo recaudatorio común suficientemente robusto en todas las CCAA y algo por encima de la media actual para España, por ejemplo, más cerca de las cifras observadas para Castilla y León, Asturias y Aragón. 

Los profesores también señalan que si Sucesiones recauda menos en España que en otros países europeos se debe por una lado «a la estructura del impuesto: hay demasiadas exenciones. La segunda razón puede deberse a que una parte significativa de las herencias y donaciones operen bajo el paraguas de sociedades de inversión y financieras de distinta naturaleza, con el correspondiente acceso a los mecanismos de elusión fiscal y tributación ventajosa»; y añaden que es algo que perjudica a la «equidad».

Los autores defienden fijar «un suelo recaudatorio común (con mínimo exento común)» para todas las comunidades; y añaden que «creemos además que ese suelo debería estar algo por encima de la media actual (sobre PIB) que muestran los datos», tomando como modelo Asturias.