Azsa invertirá 100 millones en modernizar sus instalaciones en Asturias

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ASTURIAS

Un trabajador en la fábrica de Asturiana de Zinc (Azsa).Un trabajador en la fábrica de Asturiana de Zinc (Azsa)
Un trabajador en la fábrica de Asturiana de Zinc (Azsa) AZSA

La compañía anuncia la construcción de una nueva nave de electrolisis para sustituir a dos que han quedado obsoletas y el aumento de la producción en 10.000 toneladas anuales

30 oct 2019 . Actualizado a las 00:13 h.

Asturiana del Zinc (AZSA) ha anunciado una inversión de cien millones de euros para construir una nueva nave de electrolisis para sustituir a dos que han quedado obsoletas y que aumentarán la producción de la factoría en 10.000 toneladas anuales, han informado a Efe fuentes sindicales. Según ha trasladado este martes la dirección a la representación de los trabajadores, la multinacional Glencore, a la que pertenece AZSA, tiene intención de inicial los trámites administrativos con el objetivo de que las nuevas instalaciones comiencen a operar en un plazo de dos años.

La planta de Asturiana del Zinc, que da empleo a 800 trabajadores, cuenta en estos momentos con cuatro naves de electrolisis. La nueva nave sustituirá a dos que han quedado obsoletas e incorporará nueva tecnología de producción. Las nuevas instalaciones incrementarán la producción de zinc, que en estos momentos supera el medio millón de toneladas, en otras 10.000 toneladas.

Desde la representación sindical se ha celebrado que la multinacional suiza, que cuenta con otros centros de producción de zinc en Alemania o Italia, haya optado por realizar esta inversión en la planta asturiana, algo que contribuirá a dar estabilidad a la producción y el empleo.

Azsa, que empezó a producir zinc en la factoría de San Juan de Nieva en 1960, tuvo el pasado año un beneficio neto de 58,3 millones de euros y produjo el pasado año unas 510.000 toneladas de este metal con tecnología propia en la mayor parte de sus procesos, según informa la compañía. En 1999 ya aprobó una inversión de 168 millones de euros que entonces permitió a la factoría asturiana ampliar la capacidad productiva en 120.000 toneladas, con lo que pasó a ser una de las plantas de zinc electrolítico más grandes del mundo y con menores costes de producción.