Invasión de velutinas en Asturias: apicultores optan por la trashumancia

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

Ejemplar de velutina o avispa asiática
Ejemplar de velutina o avispa asiática

El colectivo asegura que se ha producido «una desaceleración económica» en el sector por la invasión de la avispa asiática, ya que cada propietario puede perder entre el 40 y el 80 por ciento de las colmenas a razón de 150 euros cada una

11 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Si hay un sector que se está viendo gravemente perjudicado por la invasión de la avispa asiática y su expansión por la región asturiana ese es el apícola. Desde el año pasado, los apicultores ven como sus colmenares son atacados por las velutinas y como pierden enjambres porque las medidas disuasorias «no son del todo eficaces» además de ser «demasiado costosas». La alternativa a la que se ven abocados los profesionales y muchos aficionados a la apicultura para salvar sus enjambres y aminorar en la medida de lo posible las pérdidas económicas es la trashumancia. Es decir, trasladar las colmenas a zonas de alta montaña, zonas no propicias para las avispas velutinas. Sin embargo, la trashumancia también supone un gasto para los apicultores que, no obstante, prefieren realizarlo si pueden tanto por el ámbito económico como por el vocacional, «porque es una actividad que quien la practica es porque le encanta y se sufre mucho cuando ves a las abejas morir», manifiesta Santiago Menéndez, presidente de la Asociación de Apicultores de Asturias. Este colectivo tiene 412 socios entre profesionales y aficionados.

El mismo asegura que se ha producido «una desaceleración económica» en el sector por la invasión de la avispa asiática, ya que cada propietario puede perder entre el 40 y el 80% de las colmenas. «La gente que ha tomado medidas igual salva la mitad del colmenar, pero el daño cero nunca se llega a lograr. Como mínimo, el 40% de las colmenas se van a morir, y la pérdida puede llegar hasta el 80%», explica Santiago Menéndez, que apostilla que «las colmenas que sobreviven suelen tener igualmente mucho daño» y eso complica que puedan arrancar con fuerza en marzo. Así, en ocasiones, los apicultores ven como la campaña se retrasa hasta mayo, por lo que el «desánimo» está apareciendo en el sector.

A estas alturas, viendo el grave daño que las velutinas causan en las colmenas, el presidente de la Asociación de Apicultores de Asturias señala que «hay bastante poco que hacer», aunque afirma que el sector ha probado diversos procedimientos para intentar disuadir a la especie invasora de atacar los enjambres. Las arpas eléctricas, un filtro que se coloca delante de las colmenas, es uno de los métodos que usan los apicultores para evitar que las velutinas entren. «Es parecido a un matamoscas grande con huecos de dos centímetros de separación. En teoría permite que las abejas pasen y la avispa asiática no, que se electrocuta en este sistema y haría un efecto disuasorio, por lo que dejarían de atacar la colmena», comenta Menéndez, que pone como hándicap que «es demasiado costoso» y, sin embargo, «no es del todo eficaz». También han probado los apicultores a colocar rejillas o métodos como el de capturar una velutina y ponerle citronela para que envenene las larvas cuando vuelve al nido. «Son métodos que dan mucho trabajo, son costosos y la avispa asiática sigue haciendo daño», indica el presidente de la Asociación de Apicultores de Asturias.

Santiago Menéndez alerta de que la expansión de la avispa asiática está ocasionando «una desaceleración económica» en el sector, tanto en la compra de material apícola, como en la compra de enjambres porque «el apicultor ve que los ataques a colmenas son continuos y que la proliferación de nidos de velutinas es mayor que los que se retiran». Para los apicultores es complejo asumir esa realidad porque Santiago Menéndez señala que la apicultura tiene dos vertientes: por un lado el económico por ser una explotación ganadera y, por otro, el componente vocacional que tiene el sector. Así,  dice que «tanto en lo económico como en lo anímico es muy fastidiado» el problema que les crea la avispa asiática.

Investigación y concienciación

Las medidas que toma la administración regional en la lucha contra la invasión de la velutina las valora de forma positiva desde el punto de vista de que «fomentan el trampeo en primavera e invierten contratando empresas para la eliminación de nidos». No obstante, manifiesta que «al apicultor no le soluciona el problema». En su opinión, es necesaria una campaña de divulgación potente «para que la gente se conciencie de que hay que salir a poner trampas» y que se invierta en investigación para crear «un cebo seguro para que la avispa asiática se lo lleve y aborte el nido». Santiago Menéndez añade que son medidas que hay que desarrollar no sólo por el sector apícola, sino también por la agricultura, ya que se han dado casos en los que la avispa asiática ha destrozado cultivos de fruta. «Hay que desarrollar tratamientos igual que se hace para las mascotas», insta el mismo sabedor de que «la actividad apícola tiene un problema muy serio con esto». Además, advierte que «la gente está desesperada y coloca tratamientos que pueden no ser seguros».

Los profesionales intentan salvar los colmenares trashumando a las zonas de alta montaña, donde las avispas asiáticas no van. Pero esto también supone un gasto «muy alto» para los apicultores, que han de disponer de un vehículo adaptado y homologado para el traslado de colmenas. Así, les puede suponer un coste de diez euros por colmena cuando una explotación profesional puede tener entre 500 y 600. «Eso te supone que ya partes de 5.000 o 6.000 euros menos ese año». Y eso teniendo bien programado el traslado en verano y teniendo asentamientos concedidos por la administración pertinente. «Para no perder producción tienes que trasladarte, porque sino el enjambre consume las reservas de miel de la primavera», explica Santiago Menéndez. El caso es que hay apicultores que tienen su explotación preparada para una cosecha concreta, como puede ser de castaño, por lo que tienen más complicada la trashumancia.

El presidente de la Asociación de Apicultores de Asturias pone de relieve también la importancia que tiene la actividad apicultora para el ecosistema. De hecho, a nivel europeo se conceden subvenciones al sector. Sin embargo, el mismo argumenta que si no se toman medidas contra la expansión de la avispa asiática esas subvenciones será «como quemar billetes», puesto que aunque se impulse la instalación de colmenas, éstas después son atacadas por las velutinas.

40 aniversario de la Asociación de Apicultores de Asturias

Justamente, los protocolos de actuación en el colmenar para el control de la avispa asiática será uno de los temas que se trate en los actos de celebración del 40 aniversario de la Asociación de Apicultores de Asturias, que se celebrará el 23 de noviembre en un conocido restaurante de Llanera. En las ponencias y mesas redondas que se celebrarán, el colectivo intentará transmitir conocimientos técnicos indispensables para afrontar el futuro de las explotaciones apícolas, así como analizar la situación actual del sector a nivel autonómico y nacional. El evento contará con la participación y apoyo de organizaciones agrarias de ámbito nacional como son UPA - UCA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos) o la Asociación de Cooperativas Agroalimentarias de España.