Rodrigo Cuevas se alía con el productor de Rosalía en su nuevo disco

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

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Un viaje iniciático de diez días por los pueblos de Asturias para hablar con las mujeres que mantienen viva su tradición musical ha servido a Rodrigo Cuevas y al productor Raül Refree para crear «Manual de Cortejo»

10 dic 2019 . Actualizado a las 17:20 h.

Un viaje iniciático de diez días por los pueblos de Asturias para hablar con las mujeres que mantienen viva su tradición musical ha servido a Rodrigo Cuevas y al productor Raül Refree para crear «Manual de Cortejo», un LP con quince temas inspirados o sacados de un arte popular en el que «todo tiene niveles de emoción y de emotividad porque todo se hacía para cortejar». Cuevas (Oviedo, 1985) ha presentado este martes 10 de diciembre su primer trabajo de larga duración, que incluye temas ya incorporados a «Trópico de Covadonga», su tercer espectáculo escénico estrenado en junio, y en el que ha contado, por primera vez, con la colaboración de un productor que diera «sentido» al disco.

Para ello recurrió a Raül Refree, el productor del primer disco de Rosalía o de Silvia Pérez-Cruz, Kiko Veneno o el Niño de Elche, músicos que también se acercan desde el respeto a la música tradicional para adaptarla a los nuevos sonidos, una faceta en la que Cuevas ha destacado con sus rompedores espectáculos que mezclan el glam con el látex, el satén y la ambigüedad sexual para retomar canciones de la tradición oral. Junto a Refree, el compositor, acordeonista y percusionista que recorre los escenarios en madreñas se embarcó en una búsqueda de la autenticidad del folclore asturiano en las cocinas de pandereteras y cantantes como Angelita Caneiro o Binita de Vidal para descubrir al productor catalán una música que desconocía.

«Es como ver una película que te gusta mucho con alguien que nunca la vio», ha afirmado Cuevas, que comenzó a trabajar después con su productor en un disco que pretendía tener inicialmente el formato de un cancionero tradicional en el que se reproducen las distintas épocas del año, una opción que como concepto se mantiene pero que descartaron al condicionar demasiado la estructura de «Manual de Cortejo». Convertido a medida que avanzaba la grabación en una obra a dos manos con canciones hechas «casi desde cero» entre ambos -«Rodrigo Cuevas ronda a Raül Refree» tiene como subtítulo-, el disco, asegura su autor, está hecho «desde la lentitud y desde la calma» para hablar «de la vida en general», según informa Efe.

El cantante y experto en etnomusicología afronta «sin esperar nada, solo que guste» la salida al mercado el próximo viernes de un trabajo que aspira a que permita apreciar la diferencia entre el arte, «que siempre tiene un objetivo», y la publicidad. «Se trata de sentarse a escuchar la historia, pero no solo la contada en los libros sino la contada por la gente, la que se transmite de forma oral y que es trascendental para la humanidad», ha señalado Cuevas sobre un disco en el que la copla también tiene espacio con una versión de «El día que nací yo».

Con temas en asturiano y en castellano, «Manual de Cortejo» ha contado para el diseño de su portada con el diseñador Ricardo Villoria, que ha creado para la ocasión una especie de minotauro goyesco recubierto de ceniza de carbón y que mezcla, también, tradición y modernidad sobre unos troncos que simulan las plataformas de una drag queen. Xiringüelu, muñeira, habaneras y canciones de cesteiros o las historias de La Tarabica, la última pescadera del barrio gijonés de Cimadevilla donde también vivió Rambal, un homosexual convertido en leyenda tras su asesinato en 1976 y al que también se rinde homenaje, se mezclan en un trabajo musical «llamado a marcar una era», según el responsable de la productora El Cohete Internacional, Caros Barral.

«Manual de Cortejo», un disco «pleno en su coherencia», se enmarca en esa «ola creciente» de regresar, con una visión contemporánea a la música de raíz, tradicional, para reinventar «un tesoro a descubrir» que, si ha llegado hasta la actualidad, es porque «no es cuestionable», según Barral.