La Guardia Civil detecta tráfico de marfil de elefante, hipopótamo y rinoceronte en Asturias
ASTURIAS
La Benemérita investiga a dos vecinos de Salinas y Avilés. A lo largo del 2019 también detectó la venta de un caparazón de tortuga marina, garras de oso pardo y un cráneo de primate
24 ene 2020 . Actualizado a las 13:01 h.La Guardia Civil de la Comandancia de Gijón ha tomado declaración en calidad de investigados a dos personas por delitos contra la fauna silvestre, ya que las mismas trataban de vender varias figuras de marfil de elefante e hipopótamo. La Benemérita ha culminado las investigaciones abiertas para averiguar si un vecino de Salinas y otro de Avilés estababan cometiendo delitos contra la fauna al intentar comercializar en internet las tallas.
El vecino de Salinas era el dueño de dos figuras de marfil con forma de pájaro las cuales pretendía vender por un precio de 550 euros. Esas piezas de marfil eran dos pájaros tallados de unas dimensiones de unos 25 y 20 centímetros de alto, que fueron remitidas al Servicio Oficial de Inspección, Vigilancia y Regulación de las Exportaciones (SOIVRE), dependiente de la Dirección Territorial de Comercio de Asturias. Este organismo determinó que se trataba de dos piezas elaboradas con marfil de hipopótamo, especie incluida en el Convenio CITES. El mismo procedimiento se siguió con un ajedrez con 32 piezas talladas en marfil de elefante, en una caja de madera, que un vecino de Avilés pretendía vender por 2.000 euros, y de cuya transacción tuvo conocimiento la Guardia Civil en el mes de diciembre pasado.
Tanto el hipopótamo como el elefante son dos especies protegidas incluidas en el Convenio CITES. Según el citado Convenio, queda prohibido todo acto relacionado con el comercio de los animales como de cualquiera de sus partes o huevos, informa Europa Press.
La Guardia Civil de Gijón ha investigado a un total de ocho personas en el año 2019 por delitos contra la fauna silvestre, requisando un total de 45 tallas de elefante, dos de hipopótamo y una de rinoceronte, además de un caparazón de tortuga marina, ocho garras de oso pardo, y un cráneo de primate. Estas incautaciones se llevaron a cabo tras detectarse el intento de su venta en ferias de desembalaje, establecimientos comerciales y a través de Internet. Los lugares de actuación han sido Gijón, Llanes, Arriondas, Avilés, Candás y Salinas.