«I need Cangas», el particular reparto a domicilio cangués

c.d.n. REDACCIÓN

ASTURIAS

I need Cangas
I need Cangas

Natalia Palencia creó la empresa en diciembre de 2018. Desde entonces, reparten comida de un total de 16 restaurantes

09 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El gran problema de la comida a domicilio es el de siempre. En las ciudades más grandes, sobran las empresas que se dedican a repartir la comida de decenas de restaurantes, pero cuando sales de los núcleos urbanos, es difícil encontrar a nadie que te lleve la comida a casa. Con las, cada vez más, ajetreadas vidas que llevamos, siempre es una opción viable pedir la comida de nuestros restaurantes favoritos a través de las aplicaciones móviles. Esta posible rentabilidad del negocio de la comida a domicilio fue lo que llevó a Natalia Palencia a barajar la idea de crear «I need Cangas», la empresa que reparte comida a domicilio por el área urbana de Cangas de Onís, y alrededores. 

«Yo soy de Torrelavega, Cantabria, y estaba muy acostumbrada a Glovo o Deliveroo, y el servicio a domicilio de la mayor parte de los locales. Al llegar aquí me di cuenta de que apenas una pizzería repartía sus pedidos, y solo los fines de semana», cuenta Palencia. Esto, y el encontrarse en una terraza de Cangas mientras veía «a la gente salir con bolsas de comida de los restaurantes para cenarlas en casa» fueron los grandes detonantes. Ahí comenzó a materializarse la idea. Primero, ordenaron todas esas ideas en su mente, y después, comenzaron a hablar y contar su proyecto a los restaurantes. «Los locales respondieron bien y partimos con bastantes establecimientos». A estos se fueron sumando más, hasta completar su oferta con 16 locales, la mayoría de la localidad, que ofrecen una oferta muy variada: desde comida italiana hasta asturiana, pasando por kebabs. 

El modus operandi es muy sencillo. El cliente manda un Whatsapp o llama por teléfono a la empresa. Natalia Palencia es la encarga de recibir el pedido y llamar al restaurante, que les dice el tiempo estimado para recogerlo. En ese momento, la dueña informa tanto al cliente como al repartidor. Este último recoge el pedido en el local y se lo lleva a casa. Cuentan con un solo repartidor, que va en bicicleta eléctrica. Esto surge porque ya contaban con una tienda de venta de bicis, así que «ya teniendo el transporte, la idea fue más fácil de materializar». Tanto la gente como los restaurantes han respondido bien a la propuesta urbanita de la cántabra, que convierte Cangas en una localidad con más ventajas.