El top de los objetos requisados en prisión

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

ASTURIAS

Centro Penitenciario de Asturias
Centro Penitenciario de Asturias

Los artículos que más se decomisan en la cárcel de Asturias van desde los estupefacientes a pinchos fabricados con los materiales más variados

10 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En el Centro Penitenciario de Asturias no solo son los móviles de tamaño reducido los objetos de decomiso. El catálogo de artículos irregulares requisados es muy amplio y variado. Muchos de estos artefactos, de fabricación casera, requieren de una gran inventiva e imaginación para su elaboración. Algo que, en muchos casos, hace que los propios funcionarios no puedan evitar preguntarse qué sería de los presos si utilizaran ese ingenio para un buen fin.

Desde ACAIP-UGT en Asturias comentan que en prisión «se requisa actualmente una importante cantidad de droga, pero también un montón de pinchos de fabricación casera. Los hacen con los objetos más inverosímiles que puedas imaginar, desde el hueso de una chuleta hasta el fleje de una ventana o un bolígrafo de plástico calentado y con una cuchilla de afeitar en la punta».

«Son cosas que la gente en la calle no se la imagina ni le daría la inteligencia para poder hacerlo. En este sentido tienen una inventiva que a pie de calle no se nos ocurre, ya que no lo necesitamos», resalta.

En esta línea, insisten en que la clave para mejorar los decomisos dentro de la institución pasa por disponer de «más personal y formación. Vamos a rebufo y en esos temas van por delante de nosotros. Nos pasa un poco como a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado».

Explican que «al igual que ocurre con el alarmante aumento de enfermedades psiquiátricas entre los internos de la prisión o las nuevas formas de delito como bandas organizadas, yihadismo, ...  No estamos formados de ninguna manera para afrontarlas. No existe una escuela penitenciaria donde formarnos, como si ocurre con la Policía u otros cuerpos similares. Todo se basa en la pericia, la profesionalidad o la intuición del funcionario de turno»

En esta línea apuntan que «la carencia de personal no ayuda tampoco. Si las plantillas estuviesen completas, el seguimiento podría ser más exhaustivo, pero con 1 funcionario por cada 100 internos aproximadamente, poco más se puede hacer que las tareas propias del día a día». «El aumento de los móviles es exponencial y aún puede ir a más. En la cárcel todo vale el doble o el triple que en la calle. Es un negocio al alza y los delincuentes son conscientes de ello también», concluyen.