«Tardaremos mucho en recuperar el funcionamiento normal en la justicia»

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

ASTURIAS

Rocío Álvarez, abogada
Rocío Álvarez, abogada

Rocío Álvarez, abogada, explica que un parón de «un mes puede equivaler a años de retraso en justicia»

20 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La crisis del COVID-19 no ha dejado indemne prácticamente ningún segmento del tejido económico. Uno de ellos es el de la abogacía. Los profesionales, por el cierre de los juzgados y el confinamiento físico, se ven en la extraña situación de, por un lado, poder trabajar por el tipo de actividad a la que se dedican y, por otro, apenas tener carga de casos.

Desde hace cuatro años la letrada avilesina Rocío Álvarez tiene un despacho de abogadas (Álvarez Abogados) con sus socias, Alba y Sara Álvarez García,  ambas de Oviedo. Explica que el decreto del estado de alarma y el confinamiento las cogió «en unas semanas a nuestras en las que estábamos en el turno de oficio en Langreo y Laviana, de lunes a lunes».

Recuerda que «los últimos días empezamos a ver que no nos llamaban casi», así como que se ponían en marcha «medidas excepcionales en comisaría que otras veces no había». Todo ello les resultaba «un poco extraño». «El domingo se decretó el confinamiento, acabábamos el lunes el turno y fuimos al despacho», rememora. «Por nuestra actividad no se prohíbe abrir, lo que no podemos es recibir», destaca.

Pese a que ya se pueden presentar escritos en los juzgados por medios telemáticos, en la práctica siguen estando «parados; solo funcionan causas urgentes con presos, violencia de género y cuatro cosas más». «Nosotras tres somos mutualistas, por lo que no nos podemos beneficiar de ninguna medida de las contempladas por el gobierno», añade.

En el actual contexto «ingresos no tienes y en las ayudas que se están ofreciendo no encajamos, porque técnicamente podemos abrir», lo cual le parece «contradictorio y absurdo». Tratan de mantener el pulso con su actividad «teletrabajando y avanzando en lo que podemos». «Hay personas que siguen llamando para hacer consultas y seguimos por teléfono», asevera. Cree que «la vida en un juzgado va a ir de la mano de cuando se levante el confinamiento», aunque se tardará «mucho tiempo en recuperar el funcionamiento normal en la justicia».

Alerta de que en este segmento de actividad un parón de «un mes puede equivaler a años de retraso en justicia». No puede evitar albergar «incertidumbre sobre qué va a pasar con mi negocio mañana».