Asturias estudia una hoja de ruta propia complementaria para la desescalada

La Voz

ASTURIAS

El vicepresidente del Principado y consejero de Infraestructuras, Juan Cofiño
El vicepresidente del Principado y consejero de Infraestructuras, Juan Cofiño

La alternativa contemplará las singularidades «que sin duda hay» y que no están recogidas en el plan del Gobierno central, asegura el vicepresidente Juan Cofino

29 abr 2020 . Actualizado a las 16:52 h.

El Gobierno asturiano estudiará la posibilidad de plantear alternativas complementarias al plan de desescalada aprobado por el Consejo de Ministros que trasladará al Ejecutivo central la próxima semana, según ha señalado su vicepresidente, Juan Cofiño. La alternativa contemplará las singularidades asturianas «que sin duda hay» y que no están recogidas en el plan del Gobierno central.

En unas declaraciones remitidas por el Gobierno, Cofiño, que preside el grupo de expertos constituido en Asturias para afrontar la desescalada, ha considerado «muy positivo» el documento elaborado por el Ejecutivo central dado que «introduce certidumbres para administraciones públicas, sectores económicos y para el conjunto de ciudadanos».

El consejero de Infraestructuras ha incidido en que el Gobierno asturiano está trabajando «en una hoja de ruta propia» que será estudiada por el grupo de expertos, que se reunirá mañana, y por el Ejecutivo autonómico tras analizar «medida a medida» el documento aprobado por el Consejo de Ministros.

De cara a la desescalada «real» que comenzará la próxima semana, Cofiño ha incidido en que, en un momento en que la población «va a socializar más» que hasta ahora, es necesario extremar las medidas de prevención relativas a separación social y a la protección con guantes y mascarillas dado que se asumen «determinados riesgos».

El llamado «Plan para la transición hacia una nueva normalidad» se aplicará de forma gradual, asimétrica y coordinada y tendrá como referencia territorial la provincia o la isla, con limitaciones a la movilidad entre ellas hasta que se llegue al final del proceso.

Las cuatro fases para la transición hacia la nueva normalidad previstas en el plan aprobado este martes por el Consejo de Ministros tendrán una duración mínima de dos semanas, que es el periodo de incubación del virus, por lo que, en el mejor de los casos, el plan tendrá una duración mínima de seis semanas.

La desescalada del estado de alarma que debe concluir en lo que el Gobierno denomina «la nueva normalidad» comenzará el próximo 4 de mayo, se hará de forma asimétrica por territorios y se llevará a cabo en cuatro fases de quince días hasta finales de junio, según ha anunciado el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez.

En este tiempo la movilidad entre provincias estará restringida, salvo para circunstancias excepcionales, hasta el término del proceso, y dentro de la provincia se permitirá una mayor movilidad, como por ejemplo para acudir a una terraza en determinadas condiciones, pero no para visitar en sus casas a amigos o familiares; informó EFE.