El proyecto está liderado por la exdirectora de Novatex y respaldado por tres empresas. Su intención es comenzar a producir de manera rápida
29 abr 2020 . Actualizado a las 20:09 h.Pretende comenzar a producir ya para abastecer el mercado de material sanitario imprescindible para protegerse contra la epidemia del coronavirus. Belén Fernández, expresidente de la Federación de Empresarias y Directivas de Asturias (Feda) y exdirectora general de Novatex, una empresa dedicada a la transformación, diseño, fabricación y comercialización de ropa de trabajo, equipos de protección individual (EPIS) y productos textiles de un solo uso que la anterior crisis se llevó por delante, es la cabeza visible del proyecto. No obstante, asegura que cuenta con el respaldo de tres empresas asturianas y también de la Dirección General de Industria. La primera fase consistirá en «producir rápido y en gran cantidad» y además «suministrar con la mayor garantía de calidad y contribuir a la moderación de precios». Ya tiene nombre. Será Fortia (Fortaleza Industrial Asturiana).
Poco más ha precisado hasta el momento Fernández que ya ha sido noticia en esta pandemia. En un reportaje recientemente publicado en La Voz explicaba que había recibido una llamada de Faustino Blanco, el exconsejero de Salud del Principado y actual secretario general de Sanidad y Consumo en el que le preguntaba precisamente si podía reactivar Novatex para conseguir material en España de manera rápida. Le explicó que eso no era posible pero le dio otra idea. Habló con sus actuales jefes de Texpro, de Almacenes Castellanos, situados en Toledo, que pusieron su taller de San Pablo de los Montes, en Toledo, a disposición del ministerio. Hasta allí se desplazó esta empresaria para coordinar la producción.
Ahora ha dado un paso más. Lo que va a hacer es «desarrollar una actividad fabril destinada a la producción de suministros sanitarios y laborales esenciales, recuperando, así, parte de la actividad económica, empleo y tejido empresarial perdidos en los últimos tiempos, como consecuencia de una deslocalización de la producción de la que ahora percibimos sus perversas consecuencias». Belén Fernández señala que se renunció a la producción local de este tipo de material, incluso estratégico, por una razón meramente económica, por los precios de «gana» que se ofrecían en otros países. Ahora, lamenta, «se están pagando unos incrementos del 3.000%» y los gobiernos son «rehenes de un mercado cerrado».
El revulsivo ha sido el coronavirus y la falta de todo tipo de material pero el proyecto tiene vocación de futuro. «Pasada esta emergente primera fase, el proyecto empresarial continuará enfocado en la producción, de forma sostenible y con vocación de largo plazo, de productos técnicos e innovadores, destinados tanto al ámbito sanitario como al de los equipos de protección individual y colectiva en el campo laboral y social. Incorporando la más avanzada tecnología y con estricto cumplimiento de exigentes estándares medioambientales y de calidad. A lo que habría que sumar su fuerza laboral, verdadera y principal capital de la nueva compañía», describe.
Esta empresa explica que espera formar parte de una red de fábricas declaradas de interés estratégico, promovida por Europa, por el Gobierno español y por las comunidades autónomas. Asegura que es una gestión que está en marcha y que podría suponer un buen impulso para la recuperación de este tipo de actividades.
