La «madrileñofobia» tiene un coste para Asturias: 300 millones al año

ASTURIAS

Bañistas en la playa de San Lorenzo de Gijón.Bañistas en la playa de San Lorenzo
Bañistas en la playa de San Lorenzo

Las críticas a la apertura de fronteras chocan con la necesidad de reactivar el sector turístico

18 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha situado el foco el Madrid y, por extensión, en sus residentes. La capital ha sido la comunidad que más ha sufrido la pandemia y ahora que España recupera poco a poco la normalidad, han comenzado a surgir las voces que piden que no se abran las fronteras a determinadas regiones. La «madrileñofobia» ha cogido fuerza en las últimas semanas y ha puesto el debate encima de la mesa: por un lado, la necesidad de seguir tomando medidas para controlar la enfermedad; por el otro, la urgencia de flexibilizar esas regulaciones para impulsar la economía. Y este debate hay un elemento que para muchos puede desequilibrar la balanza: los madrileños gastaron el año pasado 294 millones en viajes en Asturias. Sin su dinero y con el turismo extranjero bajo mínimos, la recuperación del sector turístico parece una utopía.

Asturias es tierra de emigrantes y la hospitalidad de los asturianos es reconocida por nacionales y extranjeros. Por este motivo, y más allá de motivos puramente económicos, la primera que ha recordado que los madrileños son bien recibidos en la región es la alcaldesa de Gijón, Ana González. «A mí no me gusta nada el miedo a nadie», ha apuntado sobre esa creciente «madrileñofobia», y aunque ha reconocido que son discursos complicados, ha detallado que «será también que yo he venido», ha señalado con alusión a que no es natural de Gijón, sino de Oviedo. También ha señalado que resulta chocante no querer que vengan ahora cuando dentro de unos meses «les estaremos pidiendo que lo hagan» y ha recordado que lo más importante es que todos los ciudadanos cumplan las medidas de higiene y de distancia social.

Los datos de la «Encuesta de turismo de residentes» elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) refleja que solo el año pasado los madrileños gastaron en Asturias 294 millones. De ellos, 201 millones corresponden al gasto turístico, mientras que el resto incluye otros conceptos entre los que se incluyen, por ejemplo, motivos laborales. El gasto medio de un madrileño cada día fue de 57 euros.

Según la misma estadística, en 2019 se realizaron desde Madrid 903.000 viajes, de los que más de 600.000 fueron por motivos turísticos. Además, 152.000 fueron de madrileños con segunda residencia en Asturias. Madrid fue, con casi el doble de viajes que el segundo clasificado (Castilla y León) la comunidad que más visitantes aportó al Principado el año pasado.

Apertura de fronteras nacionales

Otro elemento que sirve para cuestionar las tesis de los que piden líites a la movilidad interna es que, a partir del próximo domingo, se abrirán las fronteras con todo el espacio Schengen, excepto Portugal, que tendrá que esperar al 1 de julio.

Esta corriente contra los madrileños no ha gustado a los políticos de la capital, que han salido a defenderse. Especialmente críticos se han mostrado con Alberto Núñez Feijoo, presidente de la Xunta de Galicia, que al igual que Adrián Barbón, presidente del Principado, ha pedido al Gobierno central la elaboración de una ley que pida limitar los movimientos entre comunidades en casos excepcionales como el actual sin necesidad de recurrir a la declaración del estado de alarma.

La más contundente ha sido Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la comunidad, que ha afirmado que «esos mensajes del terruño a mí me ofenden profundamente porque los madrileños no se han movido todavía de la comunidad y ya estamos viendo cómo hay brotes en otras partes». En la misma línea se ha expresado Ignacio Aguado, vicepresidente de la comunidad, que ha asegurado que estas afirmaciones son «lo más absurdo y cateto que he escuchado en los últimos años». 

Menos crítico ha sido José Luis Martínez- Almeida, alcalde la capital, que ha señalado que «Feijóo no ha hecho un ejercicio de madrileñofobia, ha hecho un ejercicio de cautela, prudencia y responsabilidad». Para zanjar el debate, Feijoo ha dejado claro que «queremos y necesitamos que vengan los turistas de Madrid».