El Principado analizará los saneamientos para adelantarse a nuevos brotes de COVID-19

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

Laboratorio de la Universidad de Oviedo.Laboratorio de la Universidad de Oviedo
Laboratorio de la Universidad de Oviedo UNIOVI

El Gobierno pone en marcha un proyecto que analiza la presencia del virus rápidamente. Espera anticiparse incluso de varias semanas

18 jun 2020 . Actualizado a las 15:14 h.

 La Universidad de Oviedo y el Consorcio de Aguas de Asturias (Cadasa) podrán en marcha el proyecto «COV-RED» que analizará la presencia del nuevo coronavirus en las redes de saneamiento con el propósito de lanzar alertas tempranas ante nuevos brotes. La iniciativa, en la que también participan la Empresa Municipal de Aguas de Gijón (EMA) y la ingeniería Magna Dea, pretende desarrollar e implantar un equipo de detección de SARS-COV-2 in situ y automatizado en redes de saneamiento que genere una alarma temprana, «idealmente con varias semanas de antelación, previa al desarrollo clínico de un posible nuevo brote».

Así, se desarrollará una solución a través de la monitorización continua de la red de aguas residuales de una forma sectorizada con el fin de identificar de forma temprana aquellas zonas del territorio en las que estén apareciendo muestras del virus liberadas por vía gastrointestinal de los nuevos pacientes infectados, asintomáticos o no. Los estudios sobre la información que puede proporcionar el rastro genético de este coronavirus «muestran que es eficaz para la detección precoz de nuevos picos de casos ligados a la pandemia», han señalado los organismos impulsores del proyecto.

Algunos estudios realizados han constatado que el ARN del virus puede estar presente en las aguas fecales hasta 16 días antes de que se identifique el primer contagio, con lo que el sistema propuesto «podría ser una buena manera de lanzar una alerta temprana ante nuevos brotes», según informa Efe. En una segunda fase del proyecto se pretende obtener datos, con el sistema automatizado desarrollado en la fase anterior, de distintos puntos a lo largo de las redes de saneamiento, tanto a nivel municipal a través de las instalaciones de la EMA en Gijón, como a nivel autonómico a través de las de Cadasa.

Paralelamente, se creará una base de datos que recopilará la información analítica obtenida, geoposicionará cada punto de muestreo y lo vinculará a la población servida por el colector en el que se ha tomado la muestra. De esta forma se realizarán correlaciones entre las cuantificaciones de virus y su posible origen.