El Principado respalda el proyecto de EDP para Soto; los sindicatos piden explicaciones

Marcos Gutiérrez GIJÓN

ASTURIAS

Vista de la central térmica de Soto de Ribera, de la eléctrica EDP
Vista de la central térmica de Soto de Ribera, de la eléctrica EDP J.L Cereijido

Considera que la planta de almacenamiento energético prevista es estratégica y valora que no vaya a haber despidos

15 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La noticia de que EDP solicitará el cierre del grupo 3 de Soto de Ribera en «las próximas fechas» se enmarca dentro de una estrategia global que desarrollará en España y Portugal y se suma a las dos clausuras de térmicas ya anunciadas en la región, la de Lada en Langreo, propiedad de Iberdrola, y la de Soto de la Barca, en Tineo, de Naturgy. Pese a ya conocida, la noticia causó sorpresa por la aceleración del proceso.

Fuentes de la compañía recalcan a La Voz de Asturias que, para Soto, «se está trabajando en un proyecto alternativo vinculado al almacenamiento de energía». Asimismo, a la espera de perfilar la manera en la que se producirá la reorganización de la plantilla tras la clausura, desde la empresa se garantiza nuevamente que «no habrá pérdida de empleo».

Desde la firma se insiste en el hecho de que el grupo 3 de Soto de Ribera «llevaba un año sin funcionar», lo que se suma a factores externos tales como los precios del CO2 o el gas natural a la hora de «anticipar el cierre» del equipamiento. Esta noticia se produce dos semanas después de la desconexión oficial de la red de la mitad de las térmicas de España.

El consejero de Industria, Empleo y Promoción Económica, Enrique Fernández, recalca que el Ejecutivo asturiano está «manteniendo reuniones continuas» con EDP. Insiste en que «Soto 3 es la térmica que permite realizar un proyecto de almacenamiento que dé respaldo y gestionabilidad a las renovables». El gobierno asturiano apoya este proyecto, «porque va en la línea estratégica de las apuestas de futuro».

José Luis Alperi, secretario general del SOMA-Fitag-UGT explica que «el anuncio que ha hecho EDP no deja de ser una mala noticia», si bien aclara que «hay elementos diferenciales si lo comparamos con otros cierres», en el sentido de que no está en juego la «continuidad de los grupos de Aboño y está el conocimiento de proyectos alternativos en cartera para Soto de Ribera, relacionados con el hidrógeno y el almacenamiento energético principalmente y que pueden encajar dentro de los fondos de transición justa».

En esta línea se muestra tranquilo ya que «hay una estrategia detrás. Lo que hemos pedido a la empresa es que esta semana nos reunamos y conozcamos en detalle el camino que va a tomar EDP más en detalle». Pese a todo resalta que, a día de hoy, «es más necesario que nunca un plan energético nacional y que sepamos cuál va a ser el escenario energético a futuro», con un marco regulatorio estable «y un mix energético que no genere tensiones ni aumentos del coste de la energía».

Más crítico es el secretario general de la Federación de Industria de Comisiones Obreras, Damián Manzano. Resalta que la noticia «muestra que todas esas señales que se emiten en el ámbito político de abandonar el carbón las empresas lo están recogiendo, pero con unos plazos totalmente acelerados» y, en este caso, «Soto es un claro ejemplo de ello».

«La decisión que toman las compañías es cerrar, no transformar, al menos no en Asturias, que no hay alternativa. Lo que son hechos tangibles son los cierres, lo otro son futuribles y expectativas», añade.

Considera, en este sentido, que «se pusieron casi todos los elementos para que fuera más rentable cesar la actividad que plantear alternativas».