EDP pasa a controlar casi la totalidad de la distribución energética en Asturias tras comprar Viesgo

ASTURIAS

 Sede de EDP en Oviedo
Sede de EDP en Oviedo JLCereijido

La multinacional suma 70 megavatios de generación a la que ya tenía en la región

17 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

EDP está siendo una de las empresas más activas de este 2020. En tres meses, la eléctrica ha sido la protagonista de tres noticias de alcance: la venta de su cartera de clientes a Total; el anuncio de cierre de la térmica de carbón de Soto de Ribera, de otra térmica en Portugal y de la transformación de la de Aboño; y la compra de Viesgo por 2.700 millones. Esta última operación permitirá a la multinacional portuguesa controlar «prácticamente» el 100% de la distribución en Asturiassumar 70 megavatios de potencia a la capacidad de generación energética que ya tenía en la región.

La compra de Viesgo incluye todos los activos de la compañía de origen cántabro, entre los que se encuentran distribuidoras eléctricas con más de 695.000 puntos de suministro así como 0,5 gigavatios de generación renovable y dos centrales térmicas en proceso de desmantelamiento. Tras la operación, EDP integrará los activos renovables en su filial EDP Renovables. A nivel autonómico, EDP (dueña en Asturias de la antigua Hidroeléctrica del Cantábrico) consolida su hegemonía con la operación. La multinacional pasa a controlar prácticamente el 100% de la distribución eléctrica de la región, con 24.500 kilómetros de redes eléctricas y 745.000 puntos de suministro, según informan desde la compañía.

En cuanto a la generación, EDP suma 70 megavatios de parques eólicos de Viesgo. Esta potencia se une a los 214 megavatios que ya tiene EDP Renovables en la región y a la que produce la multinacional en otras instalaciones. Según fuentes de la compañía, en sus 12 centrales hidráulicas genera 433 megavatios; en el ciclo combinado de Soto 4 426 megavatios; en Soto 5 428 megavatios; en el ciclo combinado de Aboño 1 (en proceso de transformación para usar solo gases siderúrgicos) 342 megavatios; y en Aboño 2 595 megavatios.

Cartera de clientes

El pasado mes de mayo, la petrolera francesa Total compró a EDP una cartera de 1,2 millones de clientes y dos ciclos combinados en Navarra por 515 millones de euros. De esta forma, EDP dejaba de gestionar la comercialización de clientes domésticos y se quedaba solo con los grandes clientes. A partir de esa operación, sus principales negocios son la generación y la distribución. La operación de compra de Viesgo no incluye cartera de clientes porque la eléctrica cántabra ya le había vendido a Repsol una cartera de casi 750.000 usuarios. La operación, que también incluía activos con una capacidad de generación de bajas emisiones de 2.350 megavatios, se cerró en 750 millones.

Cifras de la compra de Viesgo

Según detalló EDP, la empresa integrará los activos renovables de Viesgo en su filial EDP Renovables, gestionará los derechos de conexión tras el cierre de las térmicas y constituirá, junto a Macquarie (fondo de inversión australiano propietario de Viesgo), una alianza para los negocios de distribución eléctrica de Viesgo, Begasa y E-Redes. En esa nueva sociedad, el fondo australiano tendrá un 24,9 % del capital y EDP, que la gestionará la misma, controlará el 75,1%. El grupo energético luso enmarcó la operación en su plan estratégico 2019-2022, que preveía un crecimiento en energías renovables y en redes eléctricas, una reducción de su exposición al riesgo de mercado y un aumento del peso de las actividades reguladas a largo plazo.

Cierre de la térmica de carbón de Soto

Esta misma semana EDP anunció su intención de solictar el cierre del grupo 3 de Soto de Ribera en «las próximas fechas» y aseguró que mantendrá su actividad -con las novedades anunciadas hace medio año- en Aboño. La medida se enmarca dentro de una estrategia global que desarrollará en España y Portugal y la empresa asegura que los cambios no supondrán destrucción de empleo en Asturias. La decisión de EDP se suma a las dos clausuras de térmicas ya anunciadas en la región, la de Lada en Langreo, propiedad de Iberdrola, y la de Soto de la Barca, en Tineo, de Naturgy.

EDP justificó su decisión por «el incremento constante de los costes de producción con carbón y la mayor competitividad del precio del gas natural y las centrales de ciclo combinado», factores que, en conjunto, provocan que «las perspectivas de viabilidad de las centrales de carbón hayan disminuido de forma drástica».