El Principado tiene habilitado 14 puntos de recogida de muestras para los análisis del coronavirus y refuerza las áreas sanitarias en las que hay brotes. Se realizan miles de tomas

Comenzó a sentir un ligero escozor en la garganta. Lo atribuyó al frío del aire acondicionado al que había tenido que recurrir. Se fue a trabajar. Por la tarde, llegó el malestar general y unas inusuales décimas de fiebre, algo raro en alguien con la temperatura corporal muy baja. Los síntomas coincidían con el coronavirus, así que siguió el protocolo marcado. Llamó al 112, que lo puso en contacto con el médico de Atención Primaria de su consultorio. Le recomendó un tratamiento para la fiebre, le mandó permanecer en aislamiento y cursó la solicitud para realizar una prueba PCR en uno de los autocovid del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). No le citaron hasta 75 horas después. Más de dos días esperó otra paciente con síntomas similares que terminó siendo hospitalizada porque su estado empeoró, aunque finalmente la prueba dio negativo. Esa fue la demora que sufrió también un proveedor del Urban's, la cervecería de La Corredoria donde apareció el primer brote en Asturias de esta nueva etapa de la crisis sanitaria. En su caso, había centenares de clientes y profesionales esperando por el test. Pasó tres días en casa con su mujer y su hijo por precaución. El resultado fue negativo.

Los autocovid habilitados por el Principado para realizar pruebas PCR de manera masiva están funcionando a pleno rendimiento. En concreto, la Consejería de Salud certifica que tiene 14 en funcionamiento. Tres están en Gijón. Cuatro, en el HUCA. Dos, en Avilés. Además, cuenta con uno en cada una de las cinco áreas sanitarias restantes. Con esta malla, la administración considera que está en disposición de atender la demanda actual. Cuando se registran focos sensibles, con centenares o incluso miles de contactos estrechos, como ha sucedido en el pub La Buena Vida, de Gijón, entonces se montan infraestructuras de refuerzo. El caso gijonés es un buen ejemplo. Esta área sanitaria V cuenta con los autocovid de Cabueñes y Las Mestas, además de la toma de muestras de la Casa del Mar, que se centra, básicamente, en atender a pacientes que tienen que someterse a pruebas diagnósticas o a intervenciones. Para responder con agilidad a los afectados por el brote de La Buena Vida se montó otro autocovid más, esta vez en La Pecuaria. Esa infraestructura completó su tarea ayer, martes, por la tarde, pero no se desmontará. La administración ha decidido dejarlo listo por si es necesario utilizarlo con otro brote.

En Llanes acaba de habilitarse otro más, al margen de los citados, para hacer pruebas masivas a todos los contactos estrechos del foco localizado en el bar Las Terrazas de Laura, de la localidad Villahormes, y en la escuela de surf Skull de Naves, tras notificar un caso al Ministerio de Sanidad y confirmar al día siguiente otros tres positivos vinculados al primer contagiado. Al igual que sucedió en la cervecería Urban´s de Oviedo y del bar La Buena Vida de Fomento de Gijón, las autoridades sanitarias han hecho un llamamiento para que todos aquellos que hayan estado en estos espacios entre el 19 de julio y el 1 agosto rellenen el formulario disponible en la web Astursalud. También se ha habilitado el número de teléfono 984 100 051 para cualquier consulta relacionada con este brote. Además, el Principado instalará un autocovid en el concejo para que se realicen allí las pruebas.

¿Son realmente ágiles?

¿Qué supone responder con agilidad? ¿Es habitual una espera de 72 horas como la que sufrieron los tres asturianos citados en este artículo? Salud cita nuevamente el caso gijonés como ejemplo. Hubo que realizar test PCR a 4.000 clientes. Solo durante el fin de semana se realizaron 3.500. El lunes se citó a 395 más. Fue inevitable que se produjeran incluso atascos en las inmediaciones del autocovid de La Pecuaria y algún problema técnico. Pero la consejería insiste en que no es lo habitual. El 80% son atendidos en el plazo de 24 a 48 horas. Es más, fuentes del Gobierno del Principado aconsejan que en demoras de este tipo se vuelva a llamar para comprobar si se ha producido algún tipo de error, algo que no descartan dado el elevado número de pruebas que se están realizando.

Las estadísticas oficiales parecen reforzar esta visión. El último informe de situación del Instituto Carlos III, fechado el pasado 30 de julio, es decir, hace menos de una semana, sitúa a Asturias entre las regiones más efectivas. Tan solo pasan 24 horas de media desde que los pacientes comienzan a sentir síntomas hasta que deciden ponerse en contacto con el médico, lo que supone un elevado nivel de concienciación. En Cataluña, la media es de cuatro días y la horquilla es de hasta seis días como máximo. La espera entre la aparición de síntomas compatibles con el coronavirus y el diagnóstico es de dos días en el Principado, según este mismo informe, aunque en algunos casos puede llegar a los cuatro. Nuevamente, este indicador está por debajo de otras comunidades. En Murcia la media es de cuatro días y el máximo de hasta seis. También el aislamiento se lleva a rajatabla desde el primer día, según el Carlos III. 

El papel de la Atención Primaria

Los médicos asturianos de Atención Primaria confirman por su experiencia estas estadísticas. Los autocovid están funcionando mediante formulario, en el caso de los brotes, pero también a instancias de los profesionales de los centros de salud, que son los que derivan a los pacientes con síntomas compatibles. Después, los resultados suelen trasladarse de dos modos. Se envía un mensaje SMS al móvil del enfermo o los propios facultativos reciben los resultados y se ponen en contacto a través de una llamada. «Por suerte, la inmensa mayoría son negativos», reconoce Joaquín Aracil, con plaza en El Cristo (Oviedo). Aracil reconoce que en las últimas semanas se ha intensificado el número de peticiones que ha tenido que cursar. En su caso, ha tenido un poco de todo: algún cliente de La Buena Vida, uno de los positivos del viaje de estudios a Málaga, una mujer que ayudó a un pintor que estuvo en su casa y que una semana después le notificó que era positivo y también una familia completa que había visitado a una madre que acababa de dar a la luz y que se contagió. 

Aracil señala que la inmensa mayoría no tuvo que esperar ni siquiera las 48 horas de media que reconoce el informe del Instituto Carlos III, a pesar de que cada día es necesario realizar más test. Asegura que casi todos son asintomáticos y que los pocos que se encuentran enfermos tienen dolores de cabeza, unas décimas y diarrea. A este médico de Atención Primaria le gusta comunicar directamente por teléfono los resultados, para tranquilizar a sus pacientes. Así se cerciora también de si les ha llegado el SMS oficial. «Muchas veces yo llego antes», reconoce.

La espera, sin embargo, no es ningún problema ni siquiera para los trabajadores. En cuanto existe una sospecha o se es contacto estrecho de un positivo, se tramita la baja laboral y se obliga al aislamiento. Nuevamente, Aracil reconoce que este sistema está funcionando a la perfección. Los protocolos marcados por el Gobierno del Principado recoge de manera exacta todo el procedimiento.

Un sistema flexible

«El sistema se adapta a las necesidades de cada momento. Tenemos una gestión flexible. En caso de que sean necesarios más recursos en un momento puntual, como pasó en Gijón, se habilitarán», insiste la Consejería de Salud. La Administración sanitaria explica que la estructura actual de autocovid ya es sólida y que está reforzada. También la capacidad analítica. Si inicialmente las pruebas se hacían únicamente en el Laboratorio de Microbiología del HUCA, que era el que tenía implantada la técnica desde antes de la crisis y contaba con la experiencia, ahora se ha extendido a otros laboratorios, como los de los hospitales de Cabueñes y San Agustín, cuyos profesionales han sido formados. Esto ha aumentado de manera considerable la capacidad analítica.

El último dato oficial, a día 3 de agosto, cifraba en 171.836 el número de PCRs realizadas desde el inicio de la pandemia. El pasado 28 de julio eran tan solo 157.681. Esto supone que en apenas una semana se han practicado algo más de 14.000. No obstante, no todas tienen que ver con los autocovid. En ese dato global también están todos los que se realizan a los pacientes ingresados en hospitales o a los que se someten a otro tipo de intervenciones. El volumen sirve, aun así, para hacer una certera composición de lugar.