El juicio más gafe de Asturias: la cuarentena del fiscal obliga a la cuarta suspensión

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Juzgados de Oviedo
Juzgados de Oviedo

Suspendido el juicio contra seis exdirectivos de Asturpharma. Operaciones quirúrgicas, incomparecencias o una mala notificación a testigos han impedido en los últimos cuatro años la celebración de la vista

14 sep 2020 . Actualizado a las 17:19 h.

El juicio contra seis exdirectivos de Asturpharma, que afrontan penas de entre cinco y seis años de prisión acusados de delitos societarios, se ha suspendido este lunes por cuarta vez consecutiva desde 2017. Fuentes judiciales han explicado que el fiscal no ha podido acudir presencialmente a la sede judicial al encontrarse en cuarentena al haber estado en contacto con un positivo por la Covid-19 y carecer aún del resultado de la PCR.

La suspensión de la vista se ha producido por problemas técnicos que han impedido que el fiscal haya podido participar por videoconferencia.

La vista ya sufrió tres aplazamientos en 2017, 2018 y 2019 por incomparecencia de acusados y testigos; en una ocasión por la ausencia de un procesado que había sido intervenido quirúrgicamente y en las otras dos por no haber sido notificados de forma fehaciente los testigos que se encontraban en el extranjero.

El juicio, que iba a celebrarse a lo largo de cuatro sesiones, desde hoy y hasta el próximo día 18, tendrá que ser señalado de nuevo y, se celebrará previsiblemente en febrero de 2021, según ha indicado el letrado.

Los seis acusados están imputados por delitos de falsedad en documento mercantil, falsedad de cuentas anuales e insolvencia punible en concurso fraudulento a través de tres sociedades mercantiles.

La primera sociedad mercantil, radicada en Llanera y dedicada a la producción de medicamentos genéricos, sufrió una pérdida de 7,5 millones de euros a raíz de la devolución de pedidos entre 2006 y 2008 debido al suministro de una partida en mal estado, con la consiguiente pérdida de uno de sus clientes más importantes, lo que llegó a comprometer seriamente la viabilidad de la empresa.

En los balances provisionales de esta mercantil en 2008 se contabilizaban unos fondos propios negativos de 2,4 millones de euros, mientras que en otra segunda sociedad que había adquirido el 99,9 por ciento de su capital social se inscribieron unos fondos propios de 15.217 euros.

La Fiscalía advierte que el balance incorporado a la escritura de compraventa no se correspondía con el que formaba parte de las cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil.

Para hacer frente a las deudas a corto plazo, por 23,5 millones, la empresa sólo disponía de un activo corriente y no necesariamente líquido de 16,8 millones y, según expone la Fiscalía en el escrito de calificación, tampoco en este caso el balance incorporado a la escritura de compraventa se correspondía con las cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil.

Pese a que en ambas sociedades mercantiles concurrían causas legales de disolución, por hallarse en situación de insolvencia, no solicitaron el concurso de acreedores hasta finales de 2009.

La Fiscalía mantiene que los administradores sociales de la empresa de Llanera no entregaron los libros de contabilidad de los ejercicios 2006, 2007, 2008 y 2009, ni tampoco los libros de actas y registro de acciones nominativas, al igual que no formularon, ni aprobaron las cuentas de 2009.