Los animales son de especie tropical y suelen vivir por zonas más al sur de las Islas Canarias
30 sep 2020 . Actualizado a las 13:29 h.Durante la jornada del lunes, 17 calderones tropicales, también llamados ballenas piloto, quedaron varados en la costa asturiana, agonizando y sin poder regresar al mar. Fueron muchos los vecinos de Carreño que no dudaron y, tras conocer la situación, se acercaron a la zona para tratar de ayudar a los cetáceos. El martes por la mañana, los guardas de la Consejería de Medio Rural constataron la muerte de nueve ejemplares. La cuestión que ronda la mente tanto de profesionales como de gente de a pie es: ¿Por qué han varado los calderones de manera masiva?
Es imposible conocer, pasadas apenas 48 horas, las razones del varamiento de la casi veintena de ballenas piloto, pero Diego Álvarez, biólogo de la Universidad de Oviedo tiene algunas hipótesis, basándose en situaciones similares del pasado. «No se puede saber con certeza lo que está pasando», reitera Álvarez. Además, asegura que hay que diferenciar este caso, con los delfines solitarios que aparecen muertos en las playas: «Puede ser porque están enfermos, y acaban acercándose a la orilla y acaban varando, o que se mueren en alta mar y que les arrastra hasta la orilla». En el caso de estos 17 calderones tropicales, la historia es diferente.
«Es más complicado conocer la causa en el caso de los calderones porque un varamiento masivo no ocurre con tanta frecuencia», asegura. Las claves que podrían -nunca sin la certeza absoluta, y menos antes de los resultados de las necropsias-, explicar este fenómeno se pueden entender conociendo el comportamiento social de esta especie, según explica el biólogo. «Hace poco sucedió uno parecido en Australia con cerca de 200 animales. En este caso, normalmente cuando les hacen las necropsias los animales no estaban enfermos previamente, pero lo que ocurre es que depende mucho del comportamiento social de estos animales», cuenta David Álvarez.
Los calderones, y otras especies como las orcas, viven en grupos familiares, normalmente con una estructura matriarcal, con una hembra líder, que les guía, les orienta y tiene toda la experiencia. «Lo que sucede a veces es que la hembra líder está enferma y vara ella», y esto provoca la desorientación del resto de la familia animal, que acaba varando también. Además, son animales de mucho peso, que en agua tienen flotabilidad neutra, pero que al acercarse a zonas más próximas a la tierra, en la orilla, «con el peso que tienen no son capaces de salir».
Esta podría ser la causa, según los conocimientos previos en esta materia del biólogo, pero tendrá que esperarse un poco para conocerlo a ciencia cierta. Además, en el año 2013, en Lugo sucedió algo similar donde vararon un total de 22 calderones, de los cuales fallecieron la gran mayoría. Y es que esto es algo que podría suceder una vez devueltos a alta mar: «Los que quedan, en ocasiones pueden volver a varar, que fue lo que sucedió en la zona gallega».