Qué tendrán que hacer las granjas asturianas para captar subvenciones europeas

M. Cedrón / Juan M. Arribas

ASTURIAS

Imagen de vacas frisonas en una explotación láctea
Imagen de vacas frisonas en una explotación láctea lois

España apura la definición de los ecoesquemas que primará Bruselas

22 oct 2020 . Actualizado a las 13:16 h.

Los encargados de definir qué prácticas son susceptibles de incentivar son los Estados miembros que, de modo obligatorio, han de incluirlas dentro de su Plan Estratégico para la PAC, un documento que ha de ser discutido y consensuado con las comunidades autónomas. Aunque de momento no hay nada cerrado en España en torno a esos ecoesquemas, el Ministerio de Agricultura ha lanzado ya una primera propuesta. A falta de que España concrete su diseño, estas serían las prácticas que podrían obtener incentivos:

Pastoreo extensivo. No solo es una práctica fomentada desde Bruselas o desde el Gobierno central, también desde el Principado al ser una poderosa arma de lucha contra el fuego. Pretende aplicarse en otros pueblos donde introducirán ovejas, cabras o ganado vacuno de carne. En principio, parece que muchos ganaderos de Ternera Asturiana también podrían beneficiarse de este capítulo porque en buena parte de los casos los rebaños pastan al aire libre. La cuestión es que las ayudas percibidas por los ecoesquemas no pueden solaparse con las correspondientes a la aplicación de medidas agroambientales o climáticas obligatorias para acceder a los fondos del segundo pilar, los de desarrollo rural.

Respetar la cobertura vegetal con la aplicación de técnicas de agricultura de conservación o siembra directa. En este caso se primaría a aquellos agricultores que no usaran técnicas como remover la tierra con un arado. La idea es que la superficie del terreno quede cubierta con restos leñosos u herbáceos todo el año.

Rotaciones de cultivos. La propuesta del Ministerio pasa porque esas alternancias de cultivos para mejorar la calidad del suelo tengan que cumplir unas condiciones más exigentes que las que ahora tienen que llevar a cabo de forma obligatoria para cumplir con las condiciones que pide la actual PAC. En el período 2015-2020, según el Fega, para cumplir con el greening el agricultor con una explotación con una superficie de hasta 30 hectáreas debía sembrar al menos dos cultivos pertenecientes a géneros botánicos diferentes. Valdría, por ejemplo, combinar cebada y trigo o espelta y trigo; pero no trigo blando y trigo duro. Además, uno de ellos no debe suponer más del 75 % del total de la tierra. En el caso de que su granja tuviera más de 30 hectáreas de terreno, tendrá que sembrar 3 variedades. Las dos principales no deben ocupar juntas más del 95 % del total de las parcelas. Al mismo tiempo, cuando la finca supera las 15 hectáreas deben dejar un 5 % en barbecho o para el cultivo de plantas que arraiguen el nitrógeno en la tierra. Hay que tener en cuenta que después de echar en una finca un fijador de nitrógeno, no puede dejarse un espacio a barbecho en la misma parcela.

Planes individuales de fertilización. En principio, estos deberían de usar productos u alternativas respetuosas con el medio ambiente en línea con la política de rebaja de fertilizantes químicos que promueve Bruselas. 

Planes individuales de uso de fitosanitarios. La lucha biológica podría ser una de las prácticas susceptibles de incentivos porque evitaría el uso de químicos.

Aumento de la superficie destinada a biodiversidad. A falta de concretar la propuesta, algunas medidas que podrían llevarse a cabo son el mantenimiento e implantación de bordes entre parcelas con diferentes especies vegetales para mejorar le hábitat dela fauna auxiliar, sobre todo invertebrados. También podrían mantenerse muros o estructuras realizadas con piedras que valdrían de refugio a reptiles o pequeños mamíferos. Pueden crearse islas de bosque en zonas que no sean productivas o donde haya mucha pendiente y, por tanto, sea más complicado trabajarlas.