Así vive Adrián Barbón sus días de confinamiento

RAÚL MOLINA

ASTURIAS

Volverá a hospedarse en la tercera planta de la sede de Presidencia del Principado, donde ya pasó los tres meses del confinamiento durante el estado de alarma

05 nov 2020 . Actualizado a las 14:18 h.

El apartamento de la tercera planta de la sede presidencial del Principado es el lugar donde Adrián Barbón se encuentra confinado por ser contacto estrecho de un caso positivo de covid-19. También fue en ese habitáculo donde pasó los más de tres meses del confinamiento domiciliario derivado del primer estado de alarma.

Barbón salió la pasada semana del debate sobre el estado de la región con un amplio apoyo parlamentario a su oferta de diálogo para pactar los presupuestos de 2021. Pero también con algo más, con la sospecha de un posible contagio de coronavirus como contacto estrecho de la diputada y secretaria de Organización de la FSA-PSOE, Gimena Llamedo.

Llamedo, que recibió ayer la confirmación por PCR de su positivo, habría tomado un tentempié en la cafetería del parlamento asturiano el pasado miércoles durante un receso de la segunda sesión del debate con Barbón y con su vicepresidente, Juan Cofiño, confinado también, pero en su propio domicilio.

La llamada de la dirigente socialista ayer por la mañana confirmando su positivo devolvió al presidente asturiano a la casilla de salida del anterior confinamiento: el apartamento habilitado en la sede presidencial en los años noventa que sólo dos de sus antecesores, Antonio Trevín y Francisco Álvarez-Cascos, habían usado como residencia habitual.

Una habitación grande, tres pequeñas, una cocina, un salón de estar-comedor, una salita habilitada como despacho y dos baños serán durante diez días el espacio por el que se moverá Barbón, acostumbrado a desplazarse cada día entre Oviedo y su domicilio en Laviana.

Desde ayer Barbón permanece aislado tranquilo y sin síntomas, sin desplazarse al resto de espacios del palacio de Presidencia y relacionándose con su equipo de trabajo a través del teléfono mientras que de la comida se sigue encargando el mismo restaurante cercano a la sede presidencial que se la suministra habitualmente.

El confinamiento ha obligado además a aplazar la negociación presupuestaria que se retomará la próxima semana, con un Barbón previsiblemente presente de forma telemática, al igual que lo hará mañana junto a Cofiño en la reunión del Consejo de Gobierno, y que se verá eximido en el próximo pleno de la Junta General del habitual turno de preguntas al presidente.

Afrontando con humor según sus colaboradores los abundantes memes que circulan sobre su figura, Barbón no renuncia tampoco a su cita diaria con los internautas a través de las redes sociales.

Esa hiperactividad en las redes  le valió también críticas de los grupos de oposición en el reciente debate sobre el estado de la región, reproches que Barbón agradeció en tono irónico dado que incrementaban su cifra de seguidores.

En esas redes sociales donde ayer anunció su aislamiento, el presidente asturiano ha madrugado hoy, en su segundo día de confinamiento, para explicar las razones que le llevaron a solicitar al Gobierno central un confinamiento domiciliario para Asturias que no fue aceptado.

«Han tenido que cerrar negocios de amigos y familiares directos míos, gente que quiero y que soy consciente lo están pasando mal, con mucha incertidumbre... ¿en serio alguien se puede creer que estas decisiones tan drásticas y restrictivas las adoptamos por gusto?», afirma antes de subrayar que había actuar «ya» y que no se podía esperar más para frenar la expansión del virus.

A la espera del resultado de la prueba PCR que, si no presenta síntomas, se le realizará al final de su cuarentena, Barbón tiene aún nueve días por delante para cumplir con el confinamiento domiciliario que le marcó el protocolo sanitario. La receta que, sin éxito, pidió para Asturias.