La amenaza de la gripe se cierne sobre la pandemia en Asturias

Carmen Liedo

ASTURIAS

Vacuna contra la gripe en un centro de salud
Vacuna contra la gripe en un centro de salud CESAR QUIAN

Los sindicatos SIMPA y SATSE advierten de que la región no está preparada para asumir la afección que pueda generar el virus estacional con especial preocupación por la falta de personal médico y de enfermería

24 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La dureza con la que la segunda ola de la covid-19 está azotando a Asturias está poniendo al sistema sanitario regional al límite, en una situación inimaginable por la atención que está teniendo que prestar principalmente a pacientes contagiados por coronavirus. A esta situación se puede sumar en un breve periodo de tiempo una nueva amenaza: la afección del virus estacional de la gripe, que en Asturias suele arreciar entre finales del otoño y primera parte del invierno. Desde los sindicatos de médicos y enfermeros, SIMPA y SATSE, tienen claro que la región no está preparada en estos momentos para asumir la afección que pueda generar la infección respiratoria.

Antonio Vidal, presidente de la sección de atención especializada del SIMPA, confía en que la gripe tenga una menos incidencia en los próximos meses por dos factores que considera importantes: que la campaña de vacunación de la gripe ha funcionado bien y se la ha puesta más gente que en años anteriores y que la medidas de prevención de la covid-19, como pueden ser la mascarilla y la distancia interpersonal, si bien tienen un efecto «moderado» en la prevención del coronavirus, pueden resultar muy eficaces contra la gripe.

Para Vidal el problema está en que la realidad no resulte así porque lo que se plantea es sólo una estimación. En ese caso asegura que puede derivar «en un problema sanitario mayor» porque el sistema «está en unos límites impensables». Es por ello que considera necesario y fundamental «bajar la presión sanitaria y bajar las hospitalizaciones» por la incidencia de la covid-19, de forma que la región pueda establecer «una reserva estratégica» de plazas hospitalarias para los casos graves de gripe que se suelen dar todos los años. De no ser así, apostilla que «no tenemos capacidad suficiente para atender a toda la población que pueda resultar afectada», señala el representante del sindicato médico.

El mismo desconoce si la administración cuenta con un plan de contingencia que establezca medidas y recursos de emergencia para ante la llegada de la gripe. Según dice, teniendo en cuenta la situación actual, no habría que descartar favorecer la hospitalización a domicilio porque «la gripe quizá pueda contenerse un poco, pero el coronavirus necesita de ingreso». Tal es así, que plantea que quizá haya que habilitar espacios con respiradores como unidades de intermedios para los afectados por covid-19.

Otro planteamiento que pone sobre la mesa es que al ser la gripe un virus que presenta «cuadros más fáciles de manejar», se podrían destinar recursos de apoyo, como puede ser el CREDINE de Barros, para los casos de gripe que requieran atención hospitalaria. «Pero si está ocupado por pacientes covid-19 está complicado», manifiesta Antonio Vidal, para quien el «gran temor» que sobrevuela a la sanidad asturiana es «de donde se va a sacar más personal» si fuera necesario activar otros centros sanitarios. «¿De dónde vamos a sacar más personal?», se pregunta Vidal, que señala que el que las bolsas de médicos y enfermeros este agotada limita cualquier planteamiento.

Es por ello que lo mejor sería, en su opinión, «bajar la incidencia del coronavirus para tener recursos de personal», ya que los estructurales, apostilla, «son difíciles pero quedan opciones fuera del imaginario». La colaboración público-privada es otra alternativa que, dice, «se podría plantear en los casos más desesperados en vista de que las bolsas de personal están agotadas».

Esperanza en una menor incidencia de la gripe

Belén García, secretaria autonómica de SATSE, coincide con Antonio Vidal en la previsión de que el virus estacional tenga menos afectación en los próximos meses. «Creemos y esperamos que la incidencia de la gripe este año sea menor que en inviernos anteriores, por las muchas medidas de protección que se están aplicando por la covid-19 y que son comunes a cualquier virus respiratorio, pero también porque la campaña de vacunación está siendo más exhaustiva que otros años», explica García, que apostilla que, generalmente, «el pico del virus de la gripe en Asturias suele llegar más tarde».

No obstante, manifiesta que si se produjera ahora «desde luego que no estamos preparados para asumirlo». Belén García concluye que «dada la presión asistencial a la que están sometidos los hospitales ahora mismo y los problemas para disponer de personal de enfermería suficiente, ya tememos que nos tengamos que enfrentar a un aumento en los ingresos por covid-19».