El cambio climático ya está aquí: Asturias cultiva guayabas y aguacates

ASTURIAS

Manuel Díaz junto a una planta de aguacate
Manuel Díaz junto a una planta de aguacate

Un agricultor praviano relata cómo incluso los manzanos tienen una segundo rebrote por las temperaturas tan benignas

27 nov 2020 . Actualizado a las 12:06 h.

El cambio climático ya está aquí. Un asturiano es testigo de cómo es posible cosechar frutas exóticas en la región y obtener una gran cantidad de estos productos tropicales. Lo cierto es que Manuel Díaz lleva varios años cultivando feijoas, conocidas como las guayabas del Brasil, en su huerta de Pravia. A pesar de ser un árbol de origen tropical y que necesita unas condiciones climáticas, «obtenemos casi 40 kilogramos de esta fruta», asegura Díaz.

«La mitad se pudre porque desgraciadamente en Asturias estas frutas no son conocidas por el gran público. Aunque tienen numerosos beneficios para el cuerpo humano», afirma Díaz. Después de toda una vida en el campo, entre animales y árboles, este vecino de Forcinas se ha convertido en un auténtico experto hortofrutícola. También cultiva aguacates, de los que obtiene una gran producción.

«En Asturias, en la zona costera, a partir del nivel del mar y en alturas no superiores a los 300 metros, el cultivo del aguacate es posible», explica Díaz. Este hombre de 70 años defiende que el cambio climático es el causante de estas alteraciones en la naturaleza. Una realidad que, también, evidencian sus manzanos. Una vez que dan la cosecha, tienen una segunda rebrotacción. «Es como si no hubiese concluido el ciclo de producción», explica.

El segundo rebrote de los manzanales
El segundo rebrote de los manzanales

«Después de recoger las manzanas, salen nuevas ramas y flores. Es lo que sorprende porque es un fenómeno extraño», afirma Díaz. Lo cierto es que las nuevas manzanas no van a crecer mucho más porque «no hay suficiente calor ni horas de luz para que cuajen y se desarrollen correctamente», justifica.

En su huerta tiene varios tipos de manzanos. Pero, la variedad que, principalmente, sufre una rebrotacción es la reineta gris y la blanca. «En alguno de sidra también le pasa, pero no es habitual», afirma este aficionado de la naturaleza.

Como es capaz de cultivar una amplia variedad de árboles y obtener cosecha de los mismos, le ha llevado a darse cuenta de que en Asturias tenemos un grave problema. «Ahora podemos producir cualquier tipo de hortaliza y fruta, pero no somos capaces de crear una industria agroalimentaria», denuncia Díaz. «No hay iniciativa empresarial para explotar estos productos y transformarlos», añade.

De esta manera se podrían vender los bienes autóctonos fuera. «Hay grandes extensiones de terreno para cultivar y con buenas condiciones climáticas, pero están abandonadas. No se pone en valor esas tierras, que pueden generar muchos empleos», defiende Díaz, quien asegura que podemos autoabastecernos de sobra.

En cuanto a lo ecológico, Díaz asegura que sí se está haciendo algo, pero no lo suficiente. «Hay un handicap con estos productos porque no hay consciencia. La sociedad no sabe apreciar, por ejemplo, la calidad de una lechuga cultivada en un invernadero a una cultivada en el huerto. Al final, todo se basa en el precio. Pagas la calidad», sentencia.