Los miembros de esta iniciativa de cohousing ya han firmado el contrato de compraventa del terreno y ahora están en el proceso de captación de socios
15 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El cohousing cada vez toma más terreno en Asturias. Esta forma de entender la vida, compartiendo los gastos y conviviendo en comunidad activa, colaborativa y solidaria, ya es posible también en Vega de Sariego. El nuevo proyecto, bajo el nombre de La Seronda, contará con un máximo de 20 apartamentos adosados y varias zonas comunes. Sus miembros ya han firmado el contrato de compraventa del terreno el pasado 14 de diciembre y ahora están en el proceso de captación de socios.
El proyecto consiste en la creación de una comunidad abierta e intencional, donde se integren espacios de uso privado y zonas comunitarias con el propósito de desarrollar una vida de apoyo mutuo entre un grupo heterogéneo de personas que han decidido vivir juntas en un mismo lugar. «De esta manera, nunca vas a estar solo porque en el momento de que precises ayudas o te pase algo tienes la colaboración de los demás. Es como una familia, pero elegida por nosotros. Además, puedes aprender muchas cosas, ya que somos personas muy variopintas, con ideas y profesiones diferentes», explica Ester Galeano Asensio, miembro de Cohousing La Seronda.
Vivir en comunidad no es sinónimo de no tener intimidad. «Aquí eres independiente. Con tu propia casa tienes tu espacio y tu privacidad, nadie te va a molestar ni obligar a nada. Pero realizaremos actividades para unirnos todos y aumentar las relaciones, aunque, sino te apetece, por ejemplo, juntarte a comer o dar un paseo, no pasa nada. No hay reglas fijas», detalla Galeano.
Para ello, la convivencia estará basada en la autogestión, con métodos participativos y no jerárquicos. «Las decisiones se tomarán en asamblea». Aunque, aún no saben cómo se van a organizar, tienen claro que será por grupos de trabajo. «Repartiremos las tareas, para que así todo sea más sencillo». Además, como no están sujetos a ninguna ideología, «no tendremos ningún problema».
El principal objetivo del proyecto no solo está en integrarse entre ellos mismos, sino en la vida rural. «Venimos de una cooperativa en la que hubo problemas y encontramos este terreno, que es muy complicado porque hay que contar con todos los permisos, y nos encantó. Este pequeño pueblo tiene absolutamente todos los servicios necesarios: centro de salud, colegio, farmacia, centro cultural… está todo en cien metros a la redonda», relata entusiasmada la socia de La Seronda.
Una iniciativa con la que están muy ilusionados, ya que «nos vamos a aprovechar de los servicios que tiene esta zona y, además, supondrá una ventaja para el pueblo porque todos los gastos los realizaremos aquí. Además, hemos apostado por esta aldea porque está muy bien situada, a tan solo 20 kilómetros tenemos la playa y también la capital», sentencia.
¿Cómo formar parte?
Cualquier persona puede formar parte de esta comunidad colaborativa. Tan solo debe de hacerse socio de la cooperativa -en la que solo eres dueño del uso- y aportar 20.000 para adquirir una vivienda. Los 80.000 restantes, dado que los apartamentos tendrán un precio de 100.000 euros, estarán financiados por la cooperativa. «Todos los meses se pagará a la asociación una cuota para hacer frente a la hipoteca y los gastos comunes de luz, agua y limpieza», explica Galeano y recalca que «todos aportarán la misma cantidad de dinero» porque no se pretende obtener ningún beneficio».
De esta manera, quieren demostrar que es posible vivir acomodadamente con una pensión mileurista. Además, el grupo está abierto a todo tipo de personas. «Nos encantaría que viniese gente joven y también familias con niños porque creemos que es una gran oportunidad. Tenemos terreno suficiente y jardines para que los más pequeños jueguen y además el colegio está al lado. También se puede teletrabajar porque en esta zona hay muy buena cobertura», reconoce Galeano.
Sobre las viviendas
El complejo de viviendas contará con un máximo de 20 apartamentos de 50 o 60 m2, con uno o dos dormitorios, cocina-salón, baño, porche privado o terraza. Será pequeño, sencillo, confortable y en él se gozará de la máxima intimidad.
Además, habrá espacios comunes de encuentro para descansar, convivir y realizar diferentes actividades: cocina, comedor, lavandería, salas para usos múltiples y ejercicio físico, biblioteca, etcétera. Por su parte, en el exterior de los adosados pueden tener un espacio para mascotas, gallinero, jardín, pequeño huerto, espacio cubierto para estar cuando haya lluvia y merendero con barbacoa.