José Antonio García, presidente del COPAE: «Lo ecológico no es una moda, es una necesidad»

Nel Oliveira
Nel Oliveira REDACCIÓN

ASTURIAS

José Antonio García Menéndez, presidente del Copae
José Antonio García Menéndez, presidente del Copae

Estará los próximos cuatro años al frente del consejo de producción ecológica de Asturias, en donde admite que «no estamos suficientemente reconocidos» y echa de menos «jóvenes que se reinventen en el medio rural»

08 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Consejo Regulador de la Producción Ecológica de Asturias (Copae) ha renovado su órgano de gobierno. José Antonio García Menéndez (Oviedo, 1972), de Arándanos la Peña, será el nuevo presidente durante cuatro años. Desempeña su actividad profesional en Salas y viene del sector de la construcción, donde tuvo que cerrar su empresa en 2012 por la crisis económica. A pesar de que no desciende de familia agrícola ha querido reinventarse en este sector, concretamente en el de los productos con sello ecológico. «Fui una de las víctimas de la burbuja del ladrillo. Tenía una empresa y cerramos arruinados, como tantos otros. Buscaba una vida más tranquila, me gustaba el medio rural, así que me empecé a formar y profesionalizar», explica.

El resto del consejo lo formarán: Silvia Menéndez, Diego Bárcena, Jesús Méndez, José López, Noelia García y Alberto Juesas. Con esta renovación, el Copae ha pasado a ser una corporación de derecho público integrada en 2020 por: 746 operadores, de los que 450 son productores, 125 de elaboración y distribución, 164 comercios minoristas y 7 establecimientos de restauración.

-¿Qué supone para usted ser presidente del Copae?

-Significa mucha responsabilidad y la oportunidad de aportar un granito de arena. Creemos que puede ser un motor para potenciar y preservar el medio rural, producir alimentos saludables para el consumidor y animar a los ganaderos y agricultores a que se pasen a lo ecológico, así como a los nuevos emprendedores para que también lo hagan en ecológico. Si todo ello se consigue habré hecho el mejor trabajo de mi vida, por supuesto.

-¿Cómo ha afectado la pandemia al sector ecológico en Asturias?

-Ha habido un cambio de mentalidad y de conciencia con el tema de cuidarse. No solo por alimentarse mejor y cuidar la salud propia, que es básico, sino también por preservar la naturaleza y cultivos que sean responsables con el medio ambiente. La pandemia, en ese aspecto, ha sido positiva.

-¿Qué objetivos se marca a corto plazo?

-Lo primero son los recursos económicos que el Copae necesita para labores divulgativas de formación, profesionalización, integración de la mujer en el mundo rural y la apertura de canales de comercialización para hacer llegar el producto asturiano fuera del Principado, que es de una calidad excelente. Sin embargo, lo único que garantiza que es 100% natural y sostenible es el que está certificado en ecológico. No nos quedemos con el mantra de que todo lo asturiano es bueno, sostenible y de verdes pastos.

-¿Y con perspectiva de futuro?

-En lo personal, que dentro de cuatro años tenga la satisfacción de haber dado todo lo posible y haber aportado para que todo vaya un poco mejor. En lo global, que la agricultura y la ganadería ecológica sean algo que merezca la pena, más allá de las recompensas éticas y morales, que sea viable económicamente. Haber creado riqueza sostenible.  

-¿Cómo definiría la situación actual de los productos ecológicos en la región?

-Como no informemos y nos diferenciemos un poco de la producción convencional estaremos más o menos en el mismo nivel que otros productos amparados por sellos de calidad como Alimentos del Paraíso, que están muy bien, pero no todos los alimentos que tienen esos sellos son ecológicos. Por ende tampoco todos son de producciones sostenibles ni naturales, que es lo que confunde a veces por sus eslóganes publicitarios. Hay personas que valoran lo ecológico y ya están concienciadas, pero la mayoría de los consumidores no distinguen muy bien o piensan que porque un producto sea asturiano ya tiene una calidad superior, y no se adentran en lo que conlleva consumir en ecológico. Creo que en Asturias, precisamente por estar en Asturias, no estamos suficientemente reconocidos. Hablo de un reconocimiento social que conlleve a una recompensa de viabilidad empresarial, por decirlo de alguna manera.

-¿Está de moda consumir productos ecológicos?

-No es una moda, es una necesidad. Los clientes no solo se mantienen, sino que año tras año siguen aumentando. El que empieza a consumir ecológico ya no cambia. A nosotros nos compete en el ámbito de producción de alimentos, pero va mucho más allá. Queremos que todos los envases sean biodegradables, que las empresas elaboradoras estén dotadas de los recursos necesarios para que su huella de carbono sea cero. Todo a base de energías renovables, de mayor eficiencia o de bajar consumos. La ecología va mucho más allá de la alimentación.

-A la hora de llenar la cesta de la compra los productos ecológicos suelen ser algo más caros que el resto de productos. ¿Puede ser eso un impedimento para dar el primer paso hacia lo ecológico?

-La cesta de la compra es un problema dada la penosa situación social que vivimos en España y la dificultad para poder vivir dignamente en muchos sectores. Es verdad que cada vez hay menos diferencia con el producto convencional, pero sí sigue siendo un poco más caro. Hay que hacer ver al consumidor que tiene que comprar lo que necesite, lo que vaya a consumir, y haga una compra más responsable. Ahí será cuando realmente vea que la diferencia va a ser lo de menos a la hora de comprar.

-¿Qué futuro tiene este tipo de productos en Asturias?

-Si logramos darle la difusión necesaria, todo el del mundo. Tenemos todo para que así sea. Tenemos productos de una excelente calidad porque la naturaleza de Asturias nos lo permite. Sí es verdad que no tenemos producciones grandísimas porque trabajamos en minifundios, por ello es más fácil vender poca producción pero bien, a un precio digno, a gente que valore nuestro producto. En el caso de las grandes explotaciones ya tienen que salir a otro tipo de mercados cuyo precio muchas veces ya es por debajo del coste producción.

-¿Han crecido las ventas? ¿Y las exportaciones?

-En mi caso han aumentado a un ritmo del 20% anual. En el caso de las exportaciones podríamos crecer lo que quisiéramos porque desde el norte y el centro de Europa hay una demanda tremenda de productos ecológicos. Están muy mentalizados y nos llevan muchos años de ventaja. Saben muy bien lo que comen. El problema viene por los precios y la competitividad con otros países que también venden con sello ecológico pero tienen unos costes de producción mucho más bajos que los nuestros. Sin ir más lejos, Portugal.

-¿Cree que Asturias está desaprovechada desde el punto de vista agrícola?

-Asturias está estancada desde el punto de vista agrícola. El Principado es una gran potencia en el mundo lácteo y en la ganadería. Parece que hay cierto espíritu de continuar, por ejemplo, las familias ganaderas siempre lo son generación tras generación y están muy asentadas en el ámbito rural. Es normal, los cambios dan miedo. Por ese lado hay que potenciar la ganadería ecológica, que compite con otros sellos de calidad que reniegan a un segundo plano lo ecológico. En cuanto a lo hortofrutícola, Asturias tiene mucho que avanzar. Sin ir más lejos, el arándano o el kiwi, en el que somos potencia a nivel europeo en producción.

-¿Cómo solucionar el problema del relevo generacional?

-Hay un éxodo de jóvenes hacia las ciudades, fuera de Asturias en muchísimos casos. Faltan jóvenes que inicien y se reinventen en el medio rural, pero para eso necesitamos formación, incentivación y motivación. Esta también es ahora una de nuestras principales líneas.

- Por último, hábleme de las ayudas que reciben por parte de las administraciones públicas. ¿Las considera suficientes?

-No, no las considero suficientes. La Consejería destina todos los años un presupuesto al Copae para la difusión y promoción de la agricultura ecológica. Pasó de 40.000 euros el año pasado a 23.000 para este año. Un dinero que se destinó a promocionar el sello Alimentos del Paraíso. Lo que reivindicamos es que no solo se nos dote de los recursos que teníamos hasta ahora, sino que se aumenten en proporción al cambio social. Lo que no es normal es que nos digan que hay que fomentar lo ecológico y nos reduzcan los fondos que se destinan al Copae prácticamente a la mitad.

-Hasta aquí la entrevista. ¿Quiere reflejar algo que me haya dejado en el tintero?

-Sí. Respecto a la problemática del lobo me gustaría dejar claro que el Copae no se manifiesta en ningún sentido. Lo vemos con preocupación y deseamos que se arregle por todas partes.