Investigadores asturianos revelan el papel protector de un gen implicado en la degeneración de neuronas
ASTURIAS
Un equipo liderado por la Universidad de Oviedo ha conseguido describir este proceso que es característico de algunas enfermedades raras como la ataxia
04 may 2021 . Actualizado a las 17:13 h.Un equipo de investigación liderado por la Universidad de Oviedo y el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA) ha conseguido describir el papel protector de un gen implicado en la autofagia frente a la degeneración de las neuronas del cerebelo, característica de algunas enfermedades raras como la ataxia. El trabajo, publicado en la revista Cell Death and Differentiation ha sido llevado a cabo por los integrantes del grupo de Autofagia y Metabolismo, dirigido por el doctor Guillermo Mariño, y en el que han colaborado equipos del Institut Gustave Roussy de Villejiuf, en Francia, y el grupo de Genómica, Cáncer y Envejecimiento, liderado por el doctor Carlos López-Otin.
Mariño ha explicado que la autofagia es un sistema de limpieza celular que actúa de manera análoga a un ejército de robots aspiradores, eliminando productos de desecho en las células y capaz de transformarlos en nutrientes esenciales y producir energía. En este sentido, ha indicado que hoy en día se conocen más de una treintena de genes implicados en el mecanismo de la autofagia, y que este trabajo se ha centrado en el ATG4D, un gen que no existe en organismos simples como las levaduras, pero sí en organismos más complejos como los mamíferos o los humanos.
El equipo ha comprobado en ratones de laboratorio que la ausencia de este gen desencadena un proceso de neurodegeneración cerebelosa y problemas de coordinación motora debido a las alteraciones en el tráfico y agrupamiento de unos receptores llamados GABA, unos neurotransmisores ubicados en la mayoría de las neuronas del cerebro y el cerebelo.
Además, ha incidido en que el trabajo publicado revela que es posible revertir este proceso con el tratamiento con fármacos que actúan como activadores de los receptores GABA, que restituyen la función y que han permitido a los ratones caminar por encima de un palo sin perder el equilibrio. No obstante, ha aclarado que aún no se ha evaluado si la administración continua de estos inhibidores podría evitar la pérdida de neuronas a largo plazo, informa Efe.