Sandra Velarde: «Hay un plan para trasladar las sedes universitarias de Oviedo a El Cristo, pero no será en este mandato»

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

ASTURIAS

 Sandra Velarde, vicerrectora de Sostenibilidad, Movilidad y Medio Ambiente
Sandra Velarde, vicerrectora de Sostenibilidad, Movilidad y Medio Ambiente Luis Manso

La vicerrectora de Sostenibilidad, Movilidad y Medio Ambiente explica las prioridades de su departamento y los principales proyectos que tienen en marcha

31 may 2021 . Actualizado a las 13:42 h.

Sandra Velarde es vicerrectora de Sostenibilidad, Movilidad y Medio Ambiente de la Universidad de Oviedo. Junto al nuevo equipo de Gobierno de la institución académcia, accedió al cargo hace ya tres meses para ponerse al frente de un vicerrectorado de nueva creación que incluye competencias de otros ya existentes y asume todo lo relacionado con la Agenda 2030 y el desarrollo sostenible. Además, es la responsable de las infraestructuras y la gestión de espacios. Velarde analiza los principales retos a los que se enfrentan en los próximos años y explica las actuaciones más urgentes que tienen pensado desarrollar a corto plazo.

-Hace tres meses de la formación del nuevo equipo de Gobierno de la Universidad de Oviedo. ¿Qué se han encontrado a su llegada?

-Es una época del año muy difícil para incorporarse. Tradicionalmente, las elecciones son hacia mayo, pero esta vez el nuevo equipo ya empezó con todo el plan de organización del curso hecho: la contratación medianamente tramitada, la EBAU a punto de celebrarse... La prioridad ha sido resolver esos temas más importantes.

 -¿La situación es similar a la que esperaban o ha habido sorpresas?

-No diría tanto como sorpresas. Hay temas que urgen, que son complejos y requieren una resolución inmediata y que son transversales a muchos vicerrectorados. Por ejemplo, organizar la EBAU en una época de incertidumbre porque cuando llegas no sabes las condiciones sanitarias y los elementos que pueden variar para la fecha de celebración. Ese es un ejemplo, pero hay otros como puede ser la actualización del plan sanitario covid o la elaboración del plan marco para el curso que viene. 

-El suyo es un vicerrectorado de nueva creación. ¿Cuáles son las primeras decisiones que han tomado?

-Es de nueva creación pero asume competencias que ya estaban en recursos tecnológicos y suma todo lo relacionado con la Agenda 2030 de desarrollo sostenible. Incluye además todo lo que tiene que ver con gestión de espacios e infraestructuras. 

-¿Qué objetivos se marcan a corto-medio plazo?

-El principal objetivo es la gestión eficiente de los espacios y las infraestructuras desde el punto de vista de la eficiencia y la adecuación. Esa gestión parte de que los espacios sean adecuados para los fines a los que los vamos a dedicar, que principalmente son la docencia, la investigación y la administración. Para conseguir esto, tenemos que tener en cuenta que los recursos no son ilimitados, así que debemos optimizarlo todo con vistas a tener un modelo sostenible de gestión. 

-Cada campus tiene sus particularidades. Una de las principales debilidades de Oviedo es la dispersión. ¿Hay algún proyecto para reunificar sedes?

-En Oviedo hay un plan a medio plazo, no sé si 5 o 10 años, que supone el traslado de las sedes universitarias a El Cristo. Ese es un plan muy potente en el que a la Universidad le gustaría participar y sería muy positivo. Es un plan global de campus, de tener una zona donde se integren facultades, departamentos, institutos, viveros de empresas... Desarrollar una zona con unos servicios universitarios comunes en la que la urbanización de ese campus fuera en base a un modelo verde, amigable. Pero eso no lo tendremos en el corto plazo. En lo que es el próximo curso y los siguientes debemos contar con las sedes que tenemos y optimizar su uso como está ahora. El desarrollo de ese plan no va a ser para este mandato.

-¿Hay espacio en El Cristo para llevar todo eso?

-Pensamos que sí.

-¿De dónde saldrá el dinero para materializar ese proyecto?

-Debe ser un plan de colaboración entre administraciones. Además, pensamos que en los próximos años entrará financiación de Europa y hay unos parámetros que señalan que se debe dedicar una gran proporción de ese dinero a Educación, también a Innovación, y creemos que podemos tener una posibilidad de financiar estas iniciativas. 

-Se ha demostrado que el campus de Llamaquique ha quedado pequeño. ¿Qué se puede hacer? ¿Son partidarios de llevarlo a El Cristo?  

-El campus de Llamaquique, que incluye también los Catalanes, está formado por la Facultad de Formación del Profesorado y Educación, Facultad de Ciencias, Geología y la Escuela de Informática. Estos son, menos Geología, los que tienen problemas de espacio que ya vienen de antes de pandemia, aunque ahí se agrava. Abordamos este problema nada más empezar y hemos coordinado con esos centros y con los que tienen espacios cerca el aprovechamiento de las aulas. Hemos contado con espacios de centros que sí tienen espacio, como Geología, que es lo más próximo, y mover allí grupos es factible. También hemos habilitado espacios en Minas, que queda más lejos, aunque si la evolución de la pandemia es buena esperamos no tener que volver a hacerlo porque hay más dificultades para moverse.   

-¿Qué hay que hacer con Psicología? ¿Llevarla cerca de las sanitarias?

-Ese tema es complejo. A día de hoy no hay un plan sobre la mesa. Eso implicaría a más vicerrectorados, hay muchos factores. Sí que hay una previsión de actuaciones para el próximo curso, como acondicionar un espacio de la cafetería para construir un aula. Es una de las obras prioritarias para optimizar los espacios que ya tenemos. Los planes más ambiciosos requieren más tiempo. 

-¿Ha llegado el momento de mover Minas? ¿Qué podría recibir la Universidad a cambio?

-Es otro tema complejo, que no es solo cuestión de espacios. Debería formar parte de plan global que incluyera todo lo que son los campus de Oviedo. 

-¿Qué planes tienen para Gijón?

-El de Gijón es un campus que no tiene problemas de espacio. Además, es un espacio que ya está integrado en el territorio. De hecho, desde la pandemia, cuando la gente salió a la calle, cada vez se ve a más personas por allí paseando, haciendo deporte o llevando los niños a jugar. Es una imagen de lo que queremos potenciar, un campus abierto a la ciudadanía, amigable, y aquí pueden encajar planes de movilidad sostenible. Una movilidad de tipo blando, que no haya tráfico de vehículos a 50 por hora. En cuanto a espacios, simplemente se trata de potenciar lo que ya hay.

Además, en Gijón hay muchos grupos que trabajan en investigación y transferencia, está la milla del conocimiento, y ese es un campus muy implicado en el que también hay muchas iniciativas relacionadas con la sostenibilidad, la eficiencia energética… La intención es potenciar la interacción de esos grupos con la comunidad universitaria. 

-¿Abandonó el anterior equipo rectoral el campus de Mieres a su suerte?

-No me gustaría valorar el trabajo de los anteriores y menos en esos términos. Prefiero comentar lo que pretende este equipo. El rector ya avanzó un borrador de un plan estratégico que queremos llevar a cabo en Mieres. Es pronto porque acabamos de llegar, pero me gustaría destacar en el campo de la sostenibilidad nuestra colaboración con Hunosa, anterior propietaria del pozo Barredo, con la que tenemos convenios específicos, además de la financiación de la cátedra Hunosa. Tenemos con ellos un contrato de suministro de geotermia con agua del pozo Barredo. En ese sentido, podemos ir avanzando que Hunosa, en consorcio con otras empresas, va a establecerse en el campus para una iniciativa de hidrogeno verde. La colaboración de Universidad y esas empresas puede traer proyectos interesantes. Este en concreto lo desarrollan las empresas pero va en la línea de ese plan estratégico en el que que se potencian iniciativas de transferencia tecnológica. Mieres tiene potencial y queremos desarrollarlo.

«Queremos poner en marcha algún plan piloto que fomente la movilidad sostenible este mismo año» 

-Uno de los grandes retos es facilitar la movilidad de la comunidad universitaria. ¿Qué acciones tienen pensado impulsar?

-La comunidad universitaria está compuesta de unas 24.000 personas que nos tenemos que desplazar a los campus, que están desperdigados en varias zonas de tres ciudades, cuatro si contamos el centro de Avilés. Con la Universidad a pleno rendimiento, ese movimiento influye en la movilidad regional. Si tenemos esto en cuenta, lo primero es que tenemos que estar presentes en todos los foros de movilidad sostenible que se creen, tanto en municipios como en la zona metropolitana si llega a plasmarse. Tenemos que ser actores con iniciativas dentro de los planes de toda Asturias.

Dentro de la Universidad, es importante la movilidad no solo entre campus, sino dentro. Queremos fomentar, y estamos estudiándolo y reuniéndonos con empresas, el uso de vehículos eléctricos como coches o patinetes y, también, por supuesto, el transporte colectivo. Queremos poner en marcha algún plan piloto que fomente la movilidad sostenible este mismo año, siempre desde el punto de vista de promover hábitos más sostenibles.

-¿Y entre campus?

-Entre campus hay que estudiarlo porque hay diferentes tipos de perfiles. El profesorado se mueve entre dos ciudades, y en esa movilidad el transporte colectivo igual nos es la solución. Es muy diferente de la de estudiantes. Ahí pueden estar bien modelos de tren o autobús. En el profesorado la idea es fomentar la movilidad que no sea coche tradicional; movernos con eléctricos, compartidos… modelos hay y ya hay campus españoles y del resto de mundo con iniciativas que tenemos que ir viendo.

«Tenemos unas necesidades en cuanto a rehabilitaciones integrales tremendas» 

-Algunos edificios necesitan ser rehabilitados. ¿Cuáles son prioritarios?

-La Universidad de Oviedo tiene 53 edificios de muy diversas tipologías. Hay algunos históricos, de varios siglos, que son un patrimonio que hay que cuidar, con características muy concretas e instalaciones que se adaptan a eso. Tienen el añadido de que no se puede actuar de cualquier manera, están protegidos, con leyes de conservación de patrimonio.

Hay otros más recientes, pero también protegidos, como Geología, Medicina… son de finales de siglo XX pero tienen protección por motivos arquitectónicos y tampoco se puede actuar de cualquier manera. Estas edificaciones se construyeron cuando no había prioridad de eficiencia energética. Con todo esto en cuenta, tenemos unas necesidades en cuanto a rehabilitaciones integrales tremendas. Ahora mismo podrían requerir actuaciones casi todos, pero hay que establecer un plan. De hecho, la intención es hacer un estudio que examine todos los edificios y establezca las necesidades con criterios energéticos, no solo de calefacción, también de iluminación, que tampoco se tenía en cuenta.

-¿Qué actuaciones son las más urgentes? 

-Existen problemas graves en la fachada en Geología. No es reciente. Es un edificio de Castelao que hace muchos años, al poco de su construcción, ya dio problemas de patología en el hormigón. A lo largo de los años ha seguido ahí, durante mucho tiempo estuvo con andamios, que se retiraron recientemente, pero hemos tenido caída de cascotes hace poco. Ese es un tema urgentísimo. Lo primero que hay que hacer es proteger el edifico, poner malla, y abordar una rehabilitación integral de la fachada. Tenemos también un proyecto bastante urgente en la red de saneamiento de Químicas, y alguna caldera de algún centro que ha fallado. Otro tema urgente son las cubiertas planas en Económicas, que se va a licitar este ejercicio. Lo haremos en cuanto podamos, porque el presupuesto de la Universidad se abrió el pasado viernes (21 de mayo).

-Una queja recurrente es el calor en las aulas de la Facultad Jovellanos de la Laboral. ¿Hay solución?

- En la Facultad de Comercio, Turismo y Ciencias Sociales Jovellanos, en la Laboral, el edificio no es nuestro. Hay aulas orientadas al sur donde se quejan de mucho calor, sobre todo en primavera. Se trata de un edificio protegido en el que no se puede actuar de ninguna manera en el exterior, por lo que el tema es muy complejo, pero estamos trabajando en un proyecto para intentar mejorar el confort térmico en las aulas desde el interior. En una primera fase se están monitorizando las condiciones en el aula y se ha llegado a medir 35 grados con el aula vacía. Con este proyecto, que vamos a hacer nosotros desde el vicerrectorado, buscamos la adecuación térmica en esas aulas y esperamos llevarlo a cabo este mismo año.

-¿Tienen pensado poner en marcha algún proyecto más a corto plazo?  

-Nuestra intención es crear el espacio virtual de sostenibilidad en la web de la Universidad. Queremos agrupar dentro de la web de la Universidad todos los temas relacionados con la sostenibilidad, agenda 2030, eficiencia energética, accesibilidad universal…  El objetivo es crear una imagen corporativa y un logo especifico y lo propondremos al consejo para darle forma.