Ribera de Arriba celebra con sus vecinos «el Día de los Mayores»

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

El Alcalde de Ribera le entrega a «Velino» el obsequio del día de los mayores a la puerta de su casa
El Alcalde de Ribera le entrega a «Velino» el obsequio del día de los mayores a la puerta de su casa

El municipio asturiano rinde homenaje a sus habitantes con esta festividad

28 may 2021 . Actualizado a las 09:47 h.

La pandemia se relaja, pero el Ayuntamiento de Ribera de Arriba desconfía de ello y de momento este año, por prudencia, ha decidido suspender el tradicional baile y merienda con música incluida para celebrar «El día de los Mayores». Una festividad donde los homenajeados disfrutan año tras año de un día especial, ya que para muchos es de las pocas ocasiones que sociabilizan. Una situación que el consistorio local tiene muy en cuenta y por ello ha fortalecido los servicios asistenciales. «La práctica en las atenciones básicas en casos de dependencia o necesidad además de forma colateral, son capaces de mitigar situaciones de falta de compañia y de soledad que muchas veces afectan a nuestros mayores», como destaca Lali Vázquez, Concejala de Servicios Sociales.

En este sentido, Tomás Fernández, actual alcalde y que fue encargado de obras del ayuntamiento durante muchos años, recuerda anécdotas al respecto como que una vecina muy mayor y que vivía sola una vez le llamó fuera de horas por una avería de agua y cuando acudió realmente observó que no pasaba nada anormal. Al final, la señora le reconoció que lo único que buscaba era que alguien le visitase y le diese conversación porque se sentía muy sola.

Además, como la pandemia aún acecha, el Ayuntamiento por segundo año va a «tirar» de las empresas del municipio y ha buscado más colaboraciones, ya que tiene claro que «el virus no va a dejar a sus vecinos sin homenaje». Por el momento, la respuesta la ha encontrado en Mantequerías Arias, que ha facilitado productos lácteos a un precio rebajado para que el consistorio pueda lograr su finalidad. De esta manera, en Ribera, una vez más, todos los agentes sociales sienten no solo un territorio sino también una finalidad y la colaboración público-privada funciona a la perfección. Por eso a cada mayor de 65 años (donde sean dos, pues obsequio doble) y casa por casa, la corporación repartirá un queso curado y medio queso azul, además de mascarillas y una bolsa de caramelos asturianos artesanos.

También la corporación recibirá en el consistorio local a los «Abuelos del Año» para hacerles protagonistas y felicitarles. «No es nada para lo mucho que se merecen, pero el Ayuntamiento en la medida de sus posibilidades consigue con esta fórmula que la fiesta llegue a todos sus protagonistas», aseguran desde el gobierno municipal. Este año, los galardonados son Manuela Naves Álvarez y Aurelio Esteban Santos, ambos con una vida ligada al esfuerzo y el sacrificio.

El Alcalde y las ediles de igualdad y cultura en el Ayuntamiento entregando las distinciones a los Abuelos del Año
El Alcalde y las ediles de igualdad y cultura en el Ayuntamiento entregando las distinciones a los Abuelos del Año

Manuela nació en 1929 en Palomar. Sus padres fueron José Naves, nacido en Bueño, y Aurelia Álvarez, en Palomar. De los nueve hijos de este matrimonio, ella fue la séptima. Pudo ir a la escuela de Palomar hasta los 14 años, pero en casa como eran muchos, había que arrimar el hombro porque además eran tiempos difíciles con muchas necesidades y carencias. Por ello fue a Soto de Ribera a aprender a cocinar, en casa de Bernardina en la calle La Rampla, ya que allí se enseñaba a las jóvenes de la zona a coser.

En el baile de Soto de Ribera, Manuela conoció a Francisco, guardagujas de Renfe, y fueron novios durante un año. Luego se casaron en 1953. Un año después se fue a vivir a las Segadas de Abajo con en él, donde ya lleva 64 años. Tuvieron dos hijos, José Adolfo y María del Mar. Su marido falleció hace 23 años. Pero durante todo este tiempo no estuvo sola, sus hijos le dieron dos nietos José Adolfo y Francisco Javier y tres bisnietos Alba, Naya y Valeria

Aurelio nació en San Román de los Infantes (Zamora). Sus padres fueron Manuel Esteban y María José Santos. Un matrimonio que tuvo ocho hijos y él fue el tercero. Aurelio pudo ir a la escuela hasta los 14 años, pero mientras estudiaba también ayudaba a su familia en las labores del campo porque en casa eran muchos.

A los 18 años entro como aprendiz en Iberdrola y tuvo que ir a trabajar a la central que estaba en Hinojosa del Duero, en Salamanca. Allí conoció a María de la Concepción, se hicieron novios y se casaron en 1959. Luego el matrimonio por motivos de trabajo de Aurelio vivió en varios lugares: Zamora, Barcelona, Ponferrada, hasta que en 1961 le salió la oportunidad de quedarse a trabajar en la Central Térmica de Soto de Ribera, donde trabajó hasta que se jubiló. 

En Ribera vivieron en la Segadas hasta que se trasladaron a la Urbanización Villar Jardín en Soto de Rey hasta hoy. Tuvieron cinco hijos: Aurelio, María Isabel, Ricardo, José Manuel, y Juan Ignacio y varios nietos: Carla, Olaya, Darío, Lina, Ángela, Saúl, Ana, Guillermo, Marco, Sergio y un Bisnieto: Luca.