Los concejos oseros, inquietos tras el ataque en Sonande: «Cada vez se acercan más a la población»

Nel Oliveira
Nel Oliveira REDACCIÓN

ASTURIAS

Un oso pardo cantábrico, en la cordillera
Un oso pardo cantábrico, en la cordillera FOP

Los líderes muncipales de Teverga, Proaza y Belmonte de Miranda se muestras preocupados después del accidente que se registró en Cangas del Narcea este domingo

01 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El ataque de un oso a una señora de 75 años este domingo en el pueblo de Sonande, en Cangas del Narcea, ha desatado la preocupación entre los alcaldes de los concejos oseros. «Todos sabemos que en los pueblos los osos se aproximan cada vez más a la población», destaca María Amor, alcaldesa de Teverga. Por su parte, la alcaldesa de Belmonte de Miranda, Rosa María Rodríguez, subraya que «no son peluches, son animales salvajes», ya que en varias ocasiones hay acercamientos en busca de una foto como trofeo o para alimentarlos. «El ataque fue algo previsible y seguramente haya más casos», afirma el Jesús María García, alcalde de Proaza.

Corrían aproximadamente las 21.30 horas cuando Carmen S. salió a dar su habitual paseo por el pueblo tras la cena. Fue entonces cuando desafortunadamente se topó con el plantígrado. «El oso salió por la parte de abajo, se le puso de pie, pegó un bramido grande y le dio un zarpazo», explicaba su yerno tras el accidente. Ahora, la señora se recupera en el hospital Severo Ochoa con la nariz y la cadera rotas y una muela menos tras el zarpazo. «En nuestro concejo hay muchos más osos de los que se contabilizan, así que normal que pasen estas cosas», reflexiona Jesús María García, alcalde de Proaza, que asegura que «no es normal que el oso ataque, pero cuando hay una población excesiva en algún momento puede pasar».

«No son peluches, son animales salvajes»

«En Sograndio entran en cuadras, casas y en todos lados, terrible», apunta el líder del Ejecutivo municpal, que opina que «alguna solución habrá que buscar, porque el accidente no fue algo fortuito. Va a seguir pasando». La preocupación también pasa por la cabeza de María Amor, alcaldesa de Teverga, ya que «este ataque nos hace reflexionar más sobre el tema». «Nunca pasó nada, simplemente se acercan donde hay panales o frutales», explica la primera edil sobre su concejo. Y si bien «te enteras luego por los desperfectos que causan», asegura, «habría que tener un control de las poblaciones de osos para que nos digan los puntos más peligrosos para la población». Amor reconoce que «los vecinos y desde el ayuntamiento desconocemos todo esto».

Por su parte, Rosa María Rodríguez, alcaldesa de Belmonte de Miranda, lamenta el ataque tras varias décadas sin haberse producido ningún. Sin embargo, también con el miedo el cuerpo, reconoce que «cada vez los osos se acercan más a las zonas pobladas y supongo que esto demuestra que hay que tomar medidas para ahuyentarlos». Según la alcaldesa, la solución pasa por dejar trabajar a los expertos: «Son el ellos los que tienen que decir cuáles son las medidas más efectivas para que no se acerquen a la población y para preservar la especie». En su opinión, este ataque pone en alerta a la población, a la que recuerda que «hay guías para locales y visitantes para saber qué hacer ante un posible encuentro».