El rechazo antivacunas se desploma al llegar a los tramos más jóvenes

L.O.

ASTURIAS

PILAR CANICOBA

La renuencia disminuye en un mes y Vox lleva a la Junta dudas sobre la futura inoculación a los menores

30 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Nunca hubo un rechazo potente a las vacunas en Asturias, a mediados de la campaña se llegó a una cifra ligeramente superior al 1% de la población del Principado, pero el fenómeno se ha atenuado además a medida que los turnos de inoculación llegaban a los tramos de edad más jóvenes, es más; de hecho la cifra de personas que manifestaban no querer ponerse el fármaco es menor que hace un mes.

Los últimos datos disponibles, los correspondientes al 28 de junio revelan que había 12.856 personas a las que se le ofreció una dosis y no la aceptaron. De ellas, 429 lo hicieron por recomendación médica ya que su historial particular no lo hacía recomendable; 994 fueron personas que ya habían pasado la enfermedad (y la recomendación del Ministerio de Salud es que se esperen un plazo de alrededor de seis meses para recibir una toma); de este modo fueron 11.442 los asturianos que rechazaron la vacuna. No tienen explicar los motivos ya que se trata de un procedimiento voluntario.

Sin embargo, el hecho de que el rechazo haya disminuido al bajar la edad de los vacunados y también las iniciativas de repesca lanzadas por Salud podrían indicar que parte de estos desistimientos tuvieran relación con la desconfianza generada entre la opinión pública hacia AstraZeneca que estuvo suspendida y varió la edad recomendada por las autoridades sanitarias (actualmente para mayores de 60 años) tras manifestarse episodios, muy raros, de trombosis.

A finales de mayo, según recogió este periódico, las cifras eran superiores: 13.422 había rechazado la vacunas, 700 por un inmunización contraindicada por el médico y 1.254 por haber pasado la enfermedad, de este modo eran 11.480 los que habían desistido de forma voluntaria. Haciendo balance se aprecia una disminución tanto de los pacientes que no tomaron una dosis por indicación médica como de los que tuvieron que esperar los plazos por ya haber pasado la infección. El rechazo expreso sólo se ha incrementado en 38 personas en el último mes.

Hay rechazos que se explican por motivos tecnológicos, por problemas en los contactos para establecer las citas. Así, el Sespa anunció este martes un llamamiento público de repesca dirigido a la población de más de 70 años que no ha sido vacunada contra la covid para recibir la primera dosis. Se trata de ciudadanos que en un principio habían rechazado la profilaxis o con los que no se pudo contactar telefónicamente.

AstraZeneca sufrió varias demoras por los cambios en las recomendaciones sanitarias. Fue una vacuna predominante en grupos de profesiones esenciales al comienzo de la campaña (como policías, docentes o militares) y tras los vaivenes se recomendó complementar la pauta con una dosis de Pfizer, aunque una amplia mayoría optó seguir con el fármaco de Oxford, inoculado si se llevaba un consentimiento informado. Quedó también para el tramo de 60 a 69 años que, de hecho en Asturias, ha ido con más retraso que otros más jóvenes a la hora de completar la segundo dosis. El Principado anunció la semana pasada que aceleraría a la décima semana la administración completa como medida para paliar el posible impacto de la variante delta.

Vox critica la futura vacunación a menores

Con todo aunque el rechazo a las vacunas es muy minoritario en Asturias, este martes el debate aumentó en la Junta General después de que el consejero de Salud, Pablo Fernández, acusara a Vox de sembrar dudas sobre la campaña. 

Según recogió la agencia Efe, Pablo Fernández, acusó a Vox de «ir al margen de toda la comunidad científica mundial» al intentar «introducir el miedo» sobre la vacuna de la covid-19 y «poner en duda» la profesionalidad sanitarios que participan en la campaña de inmunización.

«Es nocivo para la sociedad», dijo el consejero sobre el argumento esgrimido por la diputada de Vox Sara Álvarez, que ha preguntado sobre la razón por la que se está «vacunando masivamente» frente al coronavirus «sin prescripción médica individual».

Álvarez, que afirmó que su partido no es «negacionista ni antivacunas», dijo que los sueros contra la covid-19 son un fármaco «sujeto a prescripción médica», por lo que es necesario expedir la correspondiente receta.

«Se deberá informar de lo que se va a inocular y sus efectos. Se han saltado estos procedimientos en el caso de las vacunas», apuntó antes de advertir de que la «desinformación al ciudadano es total», mientras que las autoridades sanitarias piden «un acto de fe» para vacunarse.

La diputada de Vox se preguntó si el Servicio de Salud de Asturias «va a atreverse» a vacunar a los menores de edad «sin prescripción médica».

«De producirse efectos nocivos no deseados sobre la salud de las personas, se ampararán en que fue un acto voluntario de cada individuo», abundó.

En su respuesta, el consejero reprochó a la diputada de Vox ir «al margen de toda la comunidad científica mundial» y de la estrategia de vacunación diseñada por el Gobierno de España.

El consejero afirmó que las vacunas son la herramienta «más eficaz» para reducir la morbilidad y la mortalidad asociadas a la enfermedad, y ha señalado que, hasta principios de abril, han evitado, al menos, 17.000 casos y 3.500 fallecimientos.

«No me parece adecuado introducir el miedo ni poner en duda la profesionalidad de los trabajadores. Es nocivo para la sociedad», reiteró. Además el consejero aseguró en su intervención que la estrategia de vacunación no viene definida con un criterio clínico de prescripción individual.