¿Cómo afecta la variante Delta a la explosión de contagios en Asturias?

E. G. B. REDACCION

ASTURIAS

Una sanitaria realiza una prueba PCR en Gijón
Una sanitaria realiza una prueba PCR en Gijón Eloy Alonso | Efe

La proporción de casos, según Salud, es baja, pero «en los próximos meses o semanas» se irá imponiendo a otras cepas presentes en el Principado

05 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Se sabe que es mucho más contagiosa que la variante británica, rebautizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como Alfa, que a su vez era el doble más transmisible que la versión original del virus SARS-CoV-2. La variante Delta de coronavirus, detectada inicialmente en la India, es entre un 40% y un 60% más transmisible que la Alfa, que no tardó demasiado en hacerse prevalente en Asturias -casi al 100%- desde que irrumpió a principios de año y que a medida que pasan las semanas va perdiendo terreno como está ocurriendo en casi un centenar de países.

«El porcentaje de la variante Delta es pequeño, pero posiblemente pueda ganar a otras variantes en unos meses, o en unas semanas», decía este fin de semana el director general de Salud Pública, Rafael Cofiño. Así ocurrió con la Alfa, que entró en Asturias en navidades y en marzo ya era mayoritaria entre los contagios por coronavirus que se iban detectando. La última actualización de las pruebas de secuenciación de muestras positivas que permiten hacerse una idea del alcance de las diferentes variantes circulantes en el Principado es del pasado 24 de junio, cuando se tenían confirmados siete casos de Delta y se esperaba por los resultados de una treintena de sospechosos. La variante Gamma, que es como se ha denominado a la que fue detectada en Brasil, llevaba entonces circulando tres meses por Asturias y acumulaba 80 casos.

Sobre estas pruebas hay que tener en cuenta dos cuestiones. Por un lado, se realizan sobre muestreos aleatorios -la Comisión Europea recomienda secuenciar al menos un 10% de las muestras positivas- por lo compleja y lenta que es la técnica para la secuenciación del genoma del virus y, precisamente por ello, los resultados tardan semanas en obtenerse, con lo que la proporción real de casos de Beta podría ser mucho mayor.

90% de prevalencia en agosto

Y si no lo es, lo acabará siendo como advertía también el mes pasado el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), que en su informe sobre la evaluación de riesgos de esta mutación del virus estima que supondrá el 70% de los contagios en la Unión Europea a principios de agosto y, a finales de ese mismo, el 90%.

En la presentación de ese informe ya se calculaba también que circularía sobre todo entre las personas más jóvenes y que pondría en riesgo a las más vulnerables al tener asociado un mayor riesgo de hospitalización y gravedad de la enfermedad en caso de infectarse. Un mayor riesgo siempre y cuando no se esté vacunado o se esté parcialmente, puesto que existe suficiente evidencia de que las dos dosis de todas las vacunas disponibles en Europa -incluida la monodosis de Janssen- aportan una alta protección también contra la variante Delta.

La primera parte de ese aviso, con la explosión de casos entre jóvenes que se está viviendo en todas las comunidades autónomas, parece que ya ha llegado a España, que ya se ha situado a la cabeza de los países de la UE en nuevos contagios. El último dato de la incidencia en jóvenes de 20 a 29 años en Asturias estaba por encima de la media española de ese tramo de edad y, tras los 320 nuevos positivos que se registraban el pasado viernes, este fin de semana se hacía un llamamiento a los que tienen entre 15 y 30 años para que participen en un cribado voluntario que comenzaba ayer y al que inicialmente se apuntaron casi 4.000.

La segunda parte del aviso que lanzaba el ECDC preocupa porque, a pesar del buen ritmo de vacunación en Asturias -con más de la mitad de los mayores de 12 años con la pauta completa y siete de cada 10 con al menos una dosis- aún hay personas vulnerables que no la tienen completada y, por ello, se adelantará la administración de la segunda dosis de AstraZeneca a 10 semanas en el tramo de 60 a 69 años. Hay que recordar, además, que la protección ante una posible infección no es inmediata tras recibir la segunda dosis, puesto que hay que esperar de una a tres semanas -según cada tipo de vacuna- para la aparición de anticuerpos.

En Asturias, también se viene insistiendo a los jóvenes que, en caso de haber participado en situaciones de posible riesgo de contagio, eviten el contacto con personas mayores que no tienen esa pauta completa y en que mantengan las medidas de seguridad para contener la propagación del virus.

También el pasado viernes el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ofrecía una rueda de prensa en la que explicaba que la variante Delta «se propaga rápidamente» tanto en países con baja como con alta cobertura de vacunación y se está convirtiendo rápidamente en prevalente en buena parte de ellos.

«Estamos en un periodo muy peligroso de esta pandemia de covid-19», dijo, explicando que aunque los más afectados son los países con baja cobertura de vacunación, «ninguno está fuera de peligro todavía» puesto que «la variante Delta es peligrosa y sigue evolucionando y mutando, lo que requiere una evaluación constante y un ajuste cuidadoso de la respuesta de salud pública». No hay que olvidar, en ese sentido, que cuanto más circule el virus, más probabilidad existe de mutaciones más peligrosas.