Picaresca en el Camino de Santiago: modifican señales para que los peregrinos elijan la ruta de Tapia en vez de la de Vegadeo

José Francisco Alonso Quelle
José Alonso REDACCIÓN

ASTURIAS

XAIME RAMALLAL

La hospitalera de Vegadeo denuncia la «falta información sobre nuestro tramo histórico»

11 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Camino de Santiago es cultura, espiritualidad, solidaridad, introspección, historia... los calificativos no se agotan, pero también es una importante fuente de ingresos por el flujo constante de peregrinos. De ahí que concejos y pueblos traten de oficializar nuevas rutas. Y en las que ya hay, de cuando en vez surge la picaresca: señales que se alteran, vieiras que se ocultan, flechas que se borran, otras que se pintan para desviar a los caminantes o, allí donde hay dos variantes, tratar de influenciarlos para que vayan por un trayecto determinado. Lo ocurrido hace unos días en el occidente asturiano, que se saldó con la presentación de varias denuncias, es un ejemplo de ello.

Ocurrió cuando la hospitalera de Vegadeo y el de Trabada (José Manuel Garrido Linares, el propietario de Casa Xica), en Lugo, se sorprendieron porque, tras comenzar a remontar el número de peregrinos en el mes de julio, pasaron varios días sin que apareciese ninguno. Desconcertados, fueron al recorrido de las etapas inmediatas, por Tapia y Castropol, para tratar de aclarar lo que ocurría. 

Para entrar en Galicia los peregrinos que llegan de Asturias por el Camino Norte de la costa tienen dos opciones: hacerlo por Ribadeo, desde Castropol (cruzando a pie el puente de los Santos, o como se hacía tradicionalmente en lancha desde Figueras) o bien ir por Vegadeo y Trabada. Lo que ocurre es que cuando acceden desde El Franco, al llegar al punto donde se bifurca el camino, en Campos-Salave (Tapia), «falta información sobre nuestro tramo histórico y abunda la información sobre Tapia/Ribadeo)», señala la hospitalera del albergue de Vegadeo, Lilian de Campos, en una carta remitida al director general de Patrimonio en Asturias.

Le explica, además, que esta falta de información no solo le perjudica a ella, sino también a los municipios de Vegadeo y Trabada «y afecta de manera directa al peregrino, al condicionarlo a ir a Ribadeo, quitándole el derecho de elegir el tramo que quiere seguir». «Es de extrema importancia un panel informativo para que así cada peregrino elija el tramo que quiera seguir. Quiero dejar constancia de que las señales son confusas y condicionan al peregrino a ir a Tapia y los que decidiesen seguir nuestro tramo se encuentran con señales rotas y manipuladas o mojones escondidos tras la yerba que crece desenfrenadamente», añade, concluyendo que lo que está ocurriendo es un desprestigio para el Camino Norte y una vergüenza para el peregrino.

Estas quejas por la deficiente señalización, que influye de forma decisiva en los peregrinos, no son nuevas. La Asociación Asturgalaica de Amigos del Camino de Santiago ya pidió que se tomasen medidas. Pero hace unos días ocurrió un episodio más grave, con el hospitalero de Trabada como protagonista, que también se ha dirigido a Patrimonio de Asturias, denunciando: «Han destrozado un hito/mojón del Camino de Santiago y manipulado otras señales para engañar a los peregrinos y que se dirijan únicamente hacia Tapia». Dice, además, que desde que abrió el albergue en 2017, estos actos que califica de vandalismo no han hecho más que empeorar y subir de tono.

También ha presentado una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Vegadeo por un supuesto intento de agresión que asegura haber sufrido por parte de un vecino de Campos (Tapia), de quien dice reconoce que destrozó un mojón que había en su finca, por lo que también lo ha denunciado por atentar contra el patrimonio cultural, ya que los hitos del Camino están protegidos. «Rompió la vieira que indica a Vegadeo porque dice que está en su propiedad y, justo antes, otro mojón que hay y que indica hacia Tapia o Vegadeo lo han pintado indicando exclusivamente hacia Tapia. Este señor salió de su casa y sin mediar palabra, salvo argumentar que era su propiedad, intentó agredirme y he tenido que separarme e irme de lugar», relata José Manuel Garrido, que reclama una intervención contundente, también, de los concejos afectados.